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domingo, mayo 15, 2011

Eddy Andrade, el periodista de a pie

De inconfundible chaleco azul, impecable camisa blanca, corbata y con la mirada atenta a lo que sucede a su paso por las calles de La Paz, este periodista de voz firme y estilo particular irrumpe con la instantánea informativa en la radio, como ya no es habitual en estos días.

Forjado en las calles, a golpe de sol y marchas forzadas, en medio de bocinas y estallidos de dinamita, o entre sirenas y equipos de rescate, Eddy Andrade Valdez, es de los pocos periodistas que caminan por la noticia.

Con el celular en una mano, la grabadora en la otra, la libreta de apuntes y el bolígrafo en los bolsillos de su chaleco de trabajo, en el que se imprime el nombre de su medio radial, es el clásico reportero casi extinguido por la irrupción de otros recursos tecnológicos.

A pocos días del Día del Periodista, el 10 de mayo, Andrade habló de sus experiencias, de un atraco que no aparenta ser fortuito y de las tentaciones de la política a los comunicadores.

La entrevista

¿Cómo comienza la jornada de Eddy Andrade?

Despierto a las 5:00 horas, salgo de casa y lo primero que hago es ver lo que está pasando en el país y el mundo a través de Internet, las radios y periódicos.

¿Cómo fueron tus inicios?

Me inicié en la calle haciendo notas para Radio Ciudad, luego formé parte del equipo de Canal 24 de El Alto, posteriormente me fui a Fides y ahora Erbol y La Paz Tv.

¿Alguna experiencia que te impresionó?

Varias. He visto accidentes, el terremoto de Aiquile hasta el último deslizamiento de la ciudad, políticos que vienen y van, amenazas, insultos, etc. Recuerdo que hubo un Ministro del Interior que pidió que me retiren de radio Fides porque supuestamente la información que yo había dado le estaba dañando.

¿Las amenazas que recibiste limitaron de alguna manera tu trabajo?

Cuando descubres algo irregular lo primero que pasa es que recibes una amenaza. Una vez me atracaron y pienso que fue algo planificado por alguien y pese a eso no lograron limitar mi trabajo. Creo que el que quiere hacerte daño lo hace sin necesidad de amenazas. Lo único que hago es salir de casa persignándome.

¿Cómo te sientes cuando algún político te reconoce y dice: con usted no voy a hablar?

Insisto porque al final ellos son políticos y están de paso pero nosotros vamos a seguir.

¿Entrarías a la política?

No, varias veces me han hecho ofertas pero creo que uno va a la universidad no para ser político o acaparar un cargo. Lo mío es seguir en la calle.

¿Crees que los compañeros que entraron a la política arruinaron su carrera?

Sí, en varias oportunidades hablé con ellos y me dijeron “yo soy periodista”, les dije no, el momento que entras a la política has dejado de ser periodista.

¿Cómo vez a los periodistas de ahora?

En esta época no hay buenos comunicadores la mayor parte son los que decimos en nuestra jerga ‘colgandijos’ (llevan y traen), antes hacíamos periodismo de investigación, eso nos daba un poco de crédito, ahora se ha devaluado un poco nuestra profesión.

¿Cómo está el mercado laboral?

Siempre ha sido limitado, cada año sale una cantidad considerable de egresados y el mercado se cierra más. No hay espacio suficiente para emplear a los centenares de nuevos profesionales. Por eso existen algunos profesionales que tienen que pagar por trabajar. Mientras no cuentan con un salario seguro, los compañeros serán frágiles para corromperse o hacer un mal trabajo.

¿Los salarios?

No están de acuerdo a las horas de trabajo que empleas.

Muchos critican a los periodistas que por hacer su trabajo irrumpen en el dolor ajeno. ¿Qué opinas de eso?

Siempre he cuestionado eso, a veces nosotros hacemos ‘show’ del dolor ajeno.

Eres de los pocos periodistas que lleva su chaleco, ¿a qué se debe?

Alguna vez el padre Eduardo Pérez me dijo: “el chaleco que te pones es sinónimo de presencia, nos da un lugar en el espacio que estamos trabajando como medio de comunicación, es parte de la imagen corporativa”. Eso me llegó y la verdad me encanta porque en algún momento me ha salvado de una bala o una piedra.

¿Es difícil tener una familia con tu profesión?

Claro, las personas que quieran ser periodistas tienen que pensar primero si se quieren casar, porque esta profesión es para personas que no tienen compromisos de ningún tipo.

¿Algún mensaje a la nueva generación de periodistas?

Siempre digan las cosas de frente, la verdad se antepone a todo.

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