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viernes, marzo 23, 2012

Pablo Montaño - Es presentador de la revista y noticieros ‘Al Día’ de Bolivisión.

— ¿Se siente el niño bonito de la televisión?

— (Sonríe) La verdad no estoy consciente de ello, no me siento así, creo que, estoy muy metido en el trabajo, pero sí estoy de acuerdo con cuidar mi imagen por respeto al público que me permite entrar a sus casas.

— ¿Por qué decidió irse de PAT y cambiarse a Bolivisión?

— PAT es el canal que me impulsó y Eddy Luis Franco es quien me descubrió en Tarija; pero yo me siento más suelto en una revista, en cambio en un noticiero eres más formal y en el momento en que me fui me ofrecieron un proyecto desde cero en Bolivisión y eso me entusiasmó. Pero siempre agradezco a PAT, le tengo mucho cariño y nunca olvido que me dieron la primera oportunidad.

— Se encuentra un año en La Paz, ¿qué tal la ciudad, le gusta o piensa regresar a su natal Tarija?

— A un principio me costó, los edificios, la bulla, el estrés; acostumbrarse a esa vida fue difícil y hubo un momento en que dije: “me regreso”, pero al final me quedé porque la gente me trata con respeto y aquí estoy realizando mis sueños. Si regreso a Tarija, para vivir allí, será porque ya estoy listo para hacer un proyecto con el cual pueda ayudar a la gente con mi trabajo.

— ¿Pensó mucho su decisión para venirse a La Paz?

— Me avisaron tres horas antes y me vine volando con una mochila nada más; yo soy muy aventurero, como mi novia, quien también es tarijeña con la que estoy comprometido, ambos nos vinimos a vivir acá. Cuando vi la ciudad tan grande me asusté. De a poco te va gustando todo este estrés y a mí me encanta caminar e ir en minibús, porque la gente me cuenta cosas.

— ¿Le gusta ir a cubrir noticias o sólo ser presentador?

— A mí me gusta ir a la calle, ahora estoy picoteando de todo un poco, pero me gustaría quedarme en política o sociedad, creo que como periodista uno puede ser ese eslabón entre autoridades y la gente. No me gusta estar sólo en estudio, para mí el verdadero periodista está en las calles y en La Paz las noticias se generan a cada momento.

— ¿A dónde desea llegar?

— A ser un periodista en el que la gente y las autoridades confíen, quizás a solucionar problemas con mis notas o entrevistas y también en algún momento trabajar en un canal internacional.

— ¿Apunta a ser un líder de opinión como algunos periodistas?

— Sí, me gustaría, pero será con el tiempo, para ello necesito mucha preparación y hacer más calle, como se dice entre los periodistas. Sé que será con los años y los estudios.

— ¿Qué cambió en usted desde que está en La Paz?

— Me he acelerado más, acá una hora parece cinco minutos y todo fluye más rápido. Confieso que en Tarija era medio flojito y relajado, como se dice allá, pero si acá no te mueves rápido, te quedas atrás.

— Ya no tiene el acento típico de los tarijeños. ¿Ya lo perdió?

— (Sonríe) Debo ser neutro al ser presentador, no puedo identificarme con ninguna región, pero yo llevo a mi Tarija en el corazón y siempre que puedo vuelvo, aunque ya me considero un paceño más, eso sí, no se me pegó el famoso “yaaa”, sigo con mi “uta”.

— Si usted no fuera comunicador, ¿dónde estaría?

— En el cielo (sonríe). Me hubiera gustado ser piloto, pero ser periodista es otra forma de volar.

— ¿Por qué no realizó ese sueño?

— Por un accidente que sufrió un amigo, me dio miedo y preferí seguir con mi sueño de periodista; pero todavía pienso en tener esas alas y lo haré en algún momento,

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