Cuatro años después de que el gobierno del Tcnl. Germán Busch (1938) hubiera institucionalizado el Día del Periodista, Beltrán un niño de 12 años, ingresaba a la Sala de Redacción del periódico “La Patria” de Oruro para estrenarse precozmente como reportero. Desde entonces no cesó un instante y comenzó a edificar una carrera que se convirtió en un referente de vida para miles de sus colegas.
A sus 14 años, en 1946, el adolescente que conjugaba las tareas de colegio con sus obligaciones de reportero, fue nombrado Jefe de Redacción del matutino orureño. Aunque él atribuye sus éxitos profesionales a una “fortuna” de la vida, su persistencia, inteligencia y compromiso con su Patria lo llevaron a tocar el cielo que todo comunicador quisiera: reconocido como “padre” de las Políticas Nacionales de Comunicación y Premio Mundial de Comunicación (Mc Luhan Teleglobe).
Desde entonces y hasta hoy, Beltrán considera que la comunicación “no debe ser una herramienta para la manipulación con el afán de satisfacer intereses creados de unos pocos… tampoco debe emplearse para mantener una estructura social injusta… debe usársela para transformarla de manera que prevalezca la justicia y la paz”.
Comunicólogos de todos los recónditos de América Latina y otras latitudes, coinciden en que la senda abierta por Beltrán en la década de los años ‘70 para democratizar la comunicación sigue abierta.
En su experiencia periodística, de 1942 a 1954, sobresale su actividad en “La Patria” de Oruro, en “La Razón” de La Paz, de 1948 a 1952. Además, cabe destacar que fue el primer guionista profesional del cine boliviano, habiendo escrito a mediados de 1953 para el director Jorge Ruíz el guión de “Vuelve Sebastiana”, un filme reconocido internacionalmente por la madurez de sus ideas y por haber plasmado en forma narrativa un tema de trascendencia universal.
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