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sábado, abril 05, 2014

EL DIARIO nace como defensor de libertades y de democracia


José Carrasco Torrico.

La ciudad de La Paz, en 1904, y de acuerdo al Censo de 1900, contaba con una población de 62.000 habitantes, cuando el 5 de abril de ese año, irrumpe en sus calles un nuevo órgano de prensa, de tamaño tabloide y con características diferentes a sus contemporáneos.

Proféticamente señalaba: “La prensa hace luz en las tinieblas, y cuanto existe de progreso en el mundo, se debe a su inagotable labor”.

Afirmaba: “El diarismo no es el pugilato. Gutemberg no hizo una máquina para injuriar y fomentar la guerra; su ideal fue muy elevado: se dirigía a salvar las distancias y poner en comunicación a toda la humanidad para que viva en un perpetuo estado de paz”.

Se trataba de EL DIARIO, que dirigido por don José Carrasco Torrico, salía como un nuevo defensor de las libertades y de la democracia, lucha que continuaría sin descanso y con bríos, siempre siguiendo la línea y las enseñanzas del fundador, quien afirmaba que su creación estaba destinada a “difundir la idea y buscar la verdad”.

La fundación de este matutino, que hasta su número 7 fue vespertino, se realizó en la casa No. 5 de la calle Illimani, solar en el que actualmente se encuentra el moderno edificio del Congreso Nacional, contando con un teléfono que tenía el número 185.

La sociedad estuvo compuesta por don José Carrasco Torrico, Benedicto Goytia y Chacón, quienes afirmaban en el primer número: “cada periódico es una división, cada escritor un soldado y cada anunciador es una pieza de artillería, en el ejército de la civilización”, invitando de esta forma a que el público lector, las casas comerciales (pocas por cierto en la época), insertaran avisos en el naciente órgano de prensa, para enfatizar en otra parte: “el individuo que no apoya con su suscripción a la prensa de su Patria, y se queja del atraso de su pueblo, su país y su raza, carece del atributo esencial de un ser racional”, hecho que aún continúa ocurriendo en la actualidad.

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