Busca en el Blog

lunes, abril 21, 2014

Lorenzo Carri, un año de la partida de un irreemplazable



Era miércoles 24 de abril por la noche (23.15). Ese día, a esa hora, hace casi un año partía, ya sin retorno, Lorenzo Carri. Se fue un símbolo del periodismo en general y del deportivo en particular. Maestro de maestros y el más grande especialista en estadísticas del país. Hoy, esa labor, pero sobre todo esa persona, son insustituibles.

“Se dice normalmente que nadie es irreemplazable, pero en este año que pasó comprobamos que en el caso de Lorenzo sí, porque fue el comunicador a carta cabal que deslumbró en el deporte con sus estadísticas, pero su gran y amplia formación cultural lo llevó a ser destacado también en otras áreas periodísticas, fue director y marcó su estilo en radio, televisión, revistas, es decir, un polifacético único”, sintetiza Tito de la Viña, el único periodista deportivo Premio Nacional de Periodismo (2008).

Desde su punto de vista, de por sí es un tema difícil el de las estadísticas en el fútbol —por la precisión, el rigor y la disciplina—, pero Carri lo hacía y además se daba tiempo para la literatura, el cine, la información general y más, y para desempeñarse en las diferentes formas de hacer periodismo siempre marcando un sello característico.



Lorenzo Carri, con un ejemplar del histórico suplemento Hoy Deportivo.

“Pienso que esa faceta muy similar la tiene (Mario) Cucho Vargas y es pues deslumbrante contar con periodistas de esa categoría. En lo personal hice estadísticas en algún momento, y es para manejarse con exquisitez y por eso es admirable lo que hizo Lorenzo”, agrega.

Gróver Echavarría, director de RadioDeporte ‘Un país en sintonía’, destaca que el hueco que ha dejado Carri nadie lo va a poder llenar realmente. “Lorenzo se destacó por ser muy meticuloso en su trabajo, por ser un hombre dedicado no solo en el momento en que estaba frente a su máquina de escribir o al frente de un micrófono, sino que vivía intensamente el día. Le puedo decir que las transmisiones automovilísticas que compartimos años, antes de que aparecieran las computadoras, él era el que sacaba los tiempos al detalle y solíamos decirle ‘la computadora humana’, porque realmente era eso y en el fútbol, igual sentimos su ausencia, porque nos nutríamos de los números, las cifras y los cálculos que hacía”.

Juan Carlos Costas, director de Pratel y otro amigo entrañable de Carri, su ausencia aún se siente y aunque pasa el tiempo no es fácil admitir su partida.“Aún sufrimos mucho su ausencia en todo sentido, no solo en el profesional, sino en lo personal. Lorenzo era un hombre correcto a carta cabal y la verdad es que ha sido el año de alguien a quien será complejo o no sé si se podrá reemplazar en sus diferentes facetas extraordinarias que las tenía de sobra”.

Costas ve “esfuerzos ponderables” en el campo de la estadística, como del periodista Fernando Bustillos y otros, “pero ninguno se puede equiparar o siquiera acercarse a la asombrosa precisión que tenía Carri”.

Autor de extraordinarios trabajos y aportes periodísticos a lo largo de su carrera, Lorenzo ya no está. Pero vive para siempre.

Carri, Gramunt y Borelli son retratados por Maldonado

Rafael Sempértegui



Lorenzo Carri junto con ‘Cucho’ Vargas en una de las charlas durante el quehacer periodístico.

Hernán Maldonado, periodista paceño que reside en Miami, Estados Unidos, rindió un sentido y cálido homenaje a figuras del periodismo nacional en su libro Tres grandes del periodismo boliviano: Julio Borelli Viteritto, José Gramunt de Moragas y Lorenzo Carri, según destaca Juan Carlos Costas, director de la cadena Pratel.

“Hernán estableció una vinculación muy estrecha con Lorenzo en los últimos años. Y no escatima ningún concepto para destacar la forma en que Lorenzo hacía periodismo. En el libro incluso se encuentra correspondencia intercambiada entre ambos”, cuenta Costas Salmón.Maldonado trabajó en El Diario, Presencia, La Tarde, en diversas radios y fue corresponsal de las agencias ANSA, EFE y UPI en América Latina. “Un triunfador en el periodismo”.

En el libro de Maldonado se destaca a Carri porque impuso “la enorme tarea de llevar las estadísticas más minuciosas del fútbol boliviano”, la misma que es un legado que le dejó al país. “Hernán señala a Lorenzo como maestro de periodistas, no necesariamente trabajando con él, sino leyendo lo que escribía y escuchando su lenguaje, la pulcritud y el sello que tenía”.

Maldonado también retrata a Julio Borelli, quien lanzó la iniciativa de construir el coliseo que lleva su nombre. Y destaca al sacerdote Gramunt de Moragas por su labor en radio Fides durante 25 años y también por la creación de la Agencia de Noticias Fides (ANF), que hace poco cumplió 50 años de existencia informativa.

No se fue. De ninguna manera se fue

Cucho Vargas

No se fue. De ninguna manera se fue. Todavía lo vemos encaminando sus pasos hacia el café y degustar cuatro o cinco cigarrillos conversando de todo, no solo de fútbol, o de actualidad nacional y del mundo. Recordando, con frescura inigualable, hechos, fechas, nombres, afectos y desafectos en su palabra, siempre clara, con la dicción que le caracterizó.

Lorenzo Carriquiriborde, Carri a secas, no olvidó jamás todo el cariño que Bolivia le permitió encontrar. Inclusive el fallido intento de su deportación por ser indocumentado, que evitamos cuando ya estaba a punto de pisar suelo peruano, en una acción relámpago que hizo posible su retorno a La Paz, escoltado por un par de motociclistas con sirenas incluidas.

A un año de su partida, casi coincidente con la del inolvidable Gabo, pervive su presencia, inmortal, en el corazón de muchísimos bolivianos que lo queremos sin retaceos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario