Es el nuevo conductor de No Somos Ángeles en red Uno. El chileno es esteticista y crítico de moda. Ahora vive en Bolivia. Quiere llenar de glamour internacional al programa y asegura que no está para los chismes. Atribuye su estilo de vida a que proviene de una familia pudiente.
— ¿Reemplazará a Sixto Nolasco?
— No, lo conocí una vez y lo encuentro muy encantador, pero no sé lo que haya pasado con él. Yo sabía que desde Chile, Hans (Cáceres) quería algo especial conmigo, pero yo no vine a quitarle el puesto a nadie.
— ¿Cuál será su papel dentro de No Somos Ángeles (NSA)?
— Yo quiero que NSA sea más internacional, no tan local. Que sirva para que la gente sueñe. Queremos que sea más distinto de lo que es. Yo estoy viendo los contenidos y quiero que se vean notas internacionales, hablaremos del mundo de la farándula de Europa, por ejemplo, pero sin descuidar lo de acá, por supuesto.
— NSA se caracteriza por el chisme, ¿usted viene a chismear?
Yo no soy chismoso. Yo creé la farándula en mi país, pero no soy chismoso. Nunca ataqué a la gente hablando de sus pechugas, ni de su traste... ese no es mi estilo, yo no hablo de la intimidad de la gente, sino de su estilo.
— ¿Entonces viene a cambiarle el estilo a NSA?
— No, yo creo que NSA es tipo CQC en Argentina. Me trajeron a mí y yo le voy a poner el glamour y otro tipo de cosas y concursos maravillosos. Quiero enseñar mediante la farándula, es decir, que aprendan a maquillarse, a arreglarse y a soñar.
— ¿Por qué dejó su país?
— No lo dejé. Me fui muy bien de allá, pero a mí me encanta Bolivia y acepté la invitación de Hans Cáceres para ser parte del staff de presentadores.
— ¿Qué busca hacer en Bolivia?
— Yo voy a ser el equilibrio en NSA. Quiero ayudar brindando información y romanticismo.... llegar al corazón de la gente, quiero conquistarme al pueblo boliviano.
— ¿Existe farándula en Bolivia?
— Esa palabra es muy fea. Yo prefiero que sea algo misceláneo. Yo creo que no existe mucho el jet set aquí en Bolivia. Sobre todo en Santa Cruz, hay un jet set muy boliviano. En cambio en Europa y Estados Unidos es diferente, las fortunas de nosotros son una mugre a su lado.
— ¿Cómo es su estilo?
— Mi estilo, como decía Versace, es un estilo europeo totalmente distinto. Uso cosas muy exclusivas, hechas sólo para mí, no tengo copia. Hace muchos años que tengo este estilo. Traje a Bolivia 180 kilos de ropa, zapatos, accesorios y más...
— ¿No lo ven demasiado vanidoso o superficial?
— Hay cosas superficiales y banales desde siempre. No me considero vanidoso. Me gusta estar a la moda, no por vanidad sino porque siempre llevé este estilo de vida.
— ¿Nació en cuna de oro?
— Mi familia es una de las fundadoras de Chile. De hecho, siempre hubo lujo en mi casa. Eso es jet set. Yo no creo que una persona, de la nada, pueda ser del jet set y yo no podría enseñar nada si no tengo un buen trasfondo. Así que el modo en el que vivo siempre ha sido mi estilo de vida.
— ¿Qué dice su familia de su fama?
— Le da lo mismo y no les afecta si soy famoso o no. Soy la oveja negra, pero blanca (ríe). Nunca cometí crímenes, pero rebelde siempre fui y en contra de lo que quisieron mis padres.
— ¿Alguna crítica que realmente le haya dolido?
— Lo que me duele es que me digan maraco, porque nunca lo he sido.
— ¿Los programas de farándula no hacen ver al gay como chismoso?
— No, no lo creo. Además depende de lo que quieras proyectar al exterior y lo que quieras enseñar.
— ¿Usted es gay?
— No lo sé (sonríe). Me cuestioné muchas veces en la vida, pero no sé. Yo disfruto de la compañía de todos. Yo hasta me casé con una mujer y lo hice porque quería compañía.
— ¿Nunca se enamoró?
— No, y ya no tengo edad para ello.
— ¿Cómo se define?
— Soy exótico; no soy polémico, pero digo lo que pienso, sólo la verdad. Soy un caballero, todavía del bolero, muy romántico y educado.
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