UNITEL Gabriela Oviedo | Presentadora de noticias

El lunes sorprendió a todos con su regreso a la pantalla chica dando las noticias desde el set del noticiario central de la red Unitel. Se la vio muy natural y suelta, mientras por dentro estaba dichosa de retornar después de una ausencia de ocho meses tras su salida de Bolivisión.
Gabriela Oviedo es como la chica de al lado, una joven normal a la que le cambió la vida una corona de belleza nacional. La misma que ganó contra todo pronóstico, cuando otras eran las favoritas. Después llegó a la televisión y asegura que aún le falta mucho más por conseguir.
Ahora está pasando por un periodo de bonanza, todo le está saliendo bien en lo personal y profesional. Acaba de contraer segundas nupcias con el mismo hombre: José Antonio Zankiz, con quien escribió una romántica historia de amor y de perdón.
Se te nota radiante y feliz de haber vuelto a la televisión...
Ha sido una grata noticia. Cuando comencé en el mundo de la televisión mi objetivo era ser la mejor presentadora y quiero pensar que estoy en buen camino. No hay cómo negar que Unitel es uno de los mejores en línea informativa, sin desmerecer a los otros canales. Estoy feliz.
Se te vio muy natural, ¿Cómo hiciste para que los nervios no te traicionen?
El primer día al aire me traicionaron un poquito en un par de notas, pero me sobrepuse, porque esto es realmente lo que quiero hacer, además me dio gusto rencontrarme con algunos excolegas y periodistas. Me siento cómoda donde estoy.
Parece que el horario te conviene muy bien por tu rol de mamá.
Tengo la luz del día para hacer mis cosas, digamos que encaja con mi estilo de vida actual porque de día puedo estar con mis hijos. Mi bebé (Maximiliano) tiene tres meses e Isabella acaba de cumplir seis años. Cuando mi esposo sale de su oficina nos pasamos la posta: él se queda con ellos y yo me voy al canal. Así nos ahorramos incomodar a las abuelas y de contratar a una extraña.
Se te nota muy plena, ahora estás con un hogar sólido y un oficio que te gusta...
Realmente sí, en todos los ámbitos de mi vida, no puedo pedir más, estoy feliz con lo que Dios me ha mandado. Estoy en el camino correcto y siento que puedo dar más.
Por fin pasó la tormenta en el tema personal...
La tormenta pasó. Fue una época dura, pero muy constructiva, nos encaminó a José Antonio y a mí como pareja y ahora estamos mejor que nunca. Cuando Dios dice que tiene que pasar algo, tiene que pasar. Ahora, a un par de años después de ese periodo, nos sentimos bien, si no nos hubiera pasado nada malo, capaz que no estuviéramos tan bien como ahora.
Para quien lo mira de fuera parece una idea romántica aquello de casarse dos veces con la misma persona. ¿Vos qué decís?
Sí, es una idea romántica, la verdad es que si uno lo hace otra vez es porque realmente está seguro de que esa persona es la ideal. Al comienzo como que uno es muy joven, nos pasaron muchas cosas y nos divorciamos. Hubo un momento en que cada uno estuvo por su lado, pero después de comparar sentimos que éramos nuestra otra mitad.
¿Creés que la corona de Miss Bolivia te cambió el destino?
¡Claro que sí! la exposición a los medios y a la gente me abrió las puertas y eso le cambia la perspectiva a uno. A mí me modificó la personalidad. Nunca me hubiera imaginado salir en televisión, si no haya sido Miss Bolivia con seguridad hubiera sido la típica oficinista, no hubiera salido de mi cuadradito.
Sos una chica normal que logró sobresalir con méritos propios y un poquito de suerte, ¿estoy en lo correcto?
A veces uno no tiene las oportunidades económicas para surgir en la vida, pero cuando aparece una pequeña chance hay que saber aprovechar la puerta de la oportunidad que se nos abre.