Yelmos, cotas de malla, cascos y espadas medievales fueron más efectivos que las armas de la infantería estadounidense en la segunda guerra mundial. Los superaron y sin combatir entre ellos, por lo menos en la ficción.
Hasta el mes pasado The Pacific había sido la serie con mayor audiencia y costos en la historia de la televisión, pero por lo menos en un rubro la nueva apuesta de HBO, Game of Thrones fue mejor e incluso hizo historia.
La producción, que empezó transmisiones en México ayer, alcanzó un rating en Estados Unidos de 4.2 millones de espectadores con la transmisión de los primeros dos capítulos, lo que derivó en que se anunciara la realización de la segunda temporada para el segundo semestre de 2012.
“Está confirmada por la aceptación del público. Fue un producto que sorprendió gratamente a la productora y ya se empieza a trabajar en la pre-producción”, dijo en entrevista Gustavo Grossman, vicepresidente y gerente del canal para América Latina.
Las aventura de las familias Stark y Lanniser sedujo al público de Estados Unidos, que empezó a ver el serial el pasado 17 de abril, y ahora buscará hacer lo propio con los televidentes de países latinoamericanos.
Casi una película
Con escenarios enclavados en Malta, Escocia, Irlanda y Marruecos, la historia basada en el libro A Song of Ice and Fire (Canciones de hielo y fuego) de George R. R. Martin consta de diez capítulos de una hora, con un costo similar al que tuvo la anterior producción de HBO, The Pacific.
“Esa tuvo un costo de 200 millones de dólares, pero The game of Thrones, por la producción y lo que se ve en pantalla, debe costar alrededor de esa cifra”, comentó Grossman.
Para tener la justa dimensión de la realización de dicha producción televisiva, tenemos que la última entrega de la saga de “Harry Potter” tuvo un costo de 230 millones de dólares, para un filme con poco más de 120 minutos de duración, pero aquí se trata de 10 capítulos de una hora.
El relato comienza cuando el Rey Robert Baratheon (Mark Addy) visita a su hermano, Ned Stark (Sean Bean) para solicitarle que sea su mano derecha y le ayude a mandar en su reino. El patriarca acepta con algunas dudas y se dará cuenta que hay una intensa pugna por el trono.
La reina Cersei Lannister (Lena Headey) engaña al monarca Robert con su propio hermano, Jaime (Nikolaj Coster-Waldau), quien la tiene amenazada y más allá del incesto planea un golpe para robar la corona.
El resto de la historia podrán disfrutarla a partir del próximo domingo por la señal de HBO.
El villano
Sean Bean fuma en un edificio libre de humo. Madrugó para responder decenas de preguntas de la prensa. Sobre sus hombros pesa el protagónico de Game of Thrones , la megaproducción de HBO.
“Sé que soy un tipo tosco, y eso me limita físicamente para muchos otros personajes. Pero evidentemente a los productores los convenzo cuando estoy sucio y con trajes de épocas distantes”, dice Bean al tiempo que se ríe de sí mismo.
Los productores David Benioff y D. B. Weiss llevan más de cinco años trabajando en este proyecto. Benioff, casado con la actriz Amanda Peet, es novelista y tuvo a su cargo el guión de Troya y Cometas en el cielo , entre otras; D. B Weiss está vinculado a la creación de videojuegos.
Los productores mudaron todo el equipo a escenarios naturales y sets construidos en Irlanda del Norte y la isla de Malta. “Teníamos un gran equipo de ensuciadores. La gente de vestuario llegaba con trajes imponentes, con algunos vestuarios originales. Y ahí no terminaba todo. Había que cubrirlas de barro para que fueran reales”, dice Weiss.
“La mayor dificultad que tuvimos fue trabajar con tantos actores adolescentes e inexpertos en roles centrales”, señala Benioff.
Emilia Clarke interpreta a Daenerys Targaryen, la princesa exiliada. “Lo complejo fueron las escenas de sexo y violencia, porque mi personaje es casi una esclava”, opina. /ElUniversal.
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