Desde 2006 el derecho a la información y a la comunicación es considerado un derecho humano en Bolivia, según la Constitución Política del Estado; sin embargo, de acuerdo con las conclusiones a las que llegó el Observatorio Nacional de Medios (Onadem) de la Fundación Unir, el ejercicio de este derecho aún no ha sido asumido por una gran mayoría de los ciudadanos y ni siquiera por el conjunto de los periodistas y de los medios de difusión. El tema deja un debate abierto, parte de él se plasma en el segundo tomo de la publicación Medios a la vista en la que la Fundación Unir compila textos de investigadores bolivianos que miran el tema desde distintas perspectivas. Entre las visiones está la del investigador y docente universitario Erick Torrico, que además se refiere a la labor periodística en nuestro país y a las barreras que debe superar, desde su función de coordinador nacional de la Onadem.
- ¿Cuáles son los puntos centrales del debate sobre la constitucionalidad del derecho a la información y a la comunicación en Bolivia ?
- Lo que hemos visto es que si bien se ha incorporado el derecho a la información en la Constitución Política del Estado y esto debe ser considerado un avance muy importante, tenemos que tomar en cuenta que hay leyes que tienen relación con el tema y que afectan el ejercicio de este derecho, entre ellas están la Ley del Régimen Electoral, la Ley del Órgano Judicial, el proyecto de ley de telecomunicaciones, que tienen artículos que se convierten en una ameneza para este derecho, porque lo vulneran. La Fundación Unir se ha pronunciado públicamente en varios casos y ha participado en audiencias públicas para dar sus observaciones y sugerencias para señalar los puntos que más afectan.
- Entonces, ¿este derecho no llega a cumplirse plenamente en nuestro país en la actualidad?
- No, porque en el caso de la Constitución, la manera en que está definido (este derecho) es demasiado restrictiva para la población, solo se refiere a este derecho como privativo de los medios y de los periodistas; es decir, se está reduciendo el alcance del derecho a la información y la comunicación que es un derecho de todas las personas, a un derecho que solo sería para los medios periodísticos este es un primer problema. Un segundo problema es el que hay algunas leyes que están contrariando el ejercicio de este derecho, algo que no debería ocurrir, porque la norma en ningún momento debe plantear algo contrario a lo que dice la Constitución
- ¿Cómo percibe la ciudadanía esta situación?
- Hemos hecho trabajos de investigación y encuestas en diez ciudades del país, las nueve capitales más El Alto, y se ha podido constatar que la ciudadanía desconoce este derecho, no sabe que está constitucionalizado; cuando se les habla del acceso a la información y a la comunicación los ciudadanos siempre tienden a relacionarlo con el trabajo de los periodistas y de los medios, pero no piensan en algo propio y que puede ser ejercido por cualquier ciudadano.
- ¿Desde la aprobación de la nueva Constitución, ha habido algún cambio fundamental en el ejercicio de la labor periodística en Bolivia ?
- Al incorporarse el derecho a la información y a la comunicación se ha dado un avance, pero de ahí a que su vigencia sea evidente hay mucha distancia; por ejemplo, en las elecciones judiciales se dio el ejemplo más dramático, porque se contravino este derecho, no había acceso a la información para la ciudadanía votante ni tampoco para los medios porque no tenían la posibilidad de informar, tampoco hubo en los medios la posibilidad de entrevistar a los candidatos.
- ¿El desenvolvimiento del ejercicio periodístico ha tenido algunas mejoras en este tiempo o solo restricciones?
- Entre 2006 y 2009 hubo una marcada polarización mediática, la confrontación política que vivía el país se trasladó a los medios y los medios estaban tomando posiciones claras, la información era muy sesgada, había más propaganda que información. Pero después de 2009 algo ha mejorado, se ha dado la apertura hacia el pluralismo, hay un poco más de balance que tendrá también un poco que ver con la baja de la tensión política, pero esto no significa que no se sigan observando problemas técnicos en el ejercicio de las funciones periodísticas, estos persisten, lo que sí ha mejorado es el pluralismo, pero no de manera suficiente.
- ¿Cuáles son esos problemas técnicos que se observan?
- El observatorio empezó a partir de un diagnóstico, se veía que el periodismo había sufrido una pérdida de calidad y también la pérdida de credibilidad y de prestigio, esos problemas nos parece que continúan, no han sido salvados hasta el momento, estamos hablando en términos generales. Cuando se habla de la calidad de la información, por ejemplo, el mejor periodismo todavía puede ser el de los diarios y el peor el de los canales de televisión, es menos elaborado, casi improvisado; la radio está en el medio.
La credibilidad también es una tarea pendiente para el periodismo, en la Fundación Unir hemos hecho una encuesta nacional y el 51% de los encuestados, en todas las capitales del país y en 12 ciudades intermedias, indican que creen en los medios, pero hay un 45% que dice que no cree.
Es un reto bajar ese porcentaje. Entre algunas razones que argumentan los encuestados para no creer en los medios está el sensacionalismo, la politización, acusaciones que no se comprueban. Pero también se observan otro tipo de fallas técnicas, fallas que pueden superarse con un control más estricto de calidad en los propios medios y con una formación más rigurosa de los profesionales.
- ¿Cómo ve las situaciones de abuso que sufren los periodistas, especialmente de parte de autoridades?
- Vemos que se ha perdido el respeto al trabajo periodístico, y esto en parte debido a fallas profesionales, pero también a circunstancias de la vida política. En el libro tenemos un trabajo que registra las agresiones contra periodistas, hay datos preocupantes, prodríamos decir que más o menos se producen diez agresiones por mes contra periodistas, eso es mucho, no ocurría probablemente ni siquiera en tiempos de regímenes no democráticos, hay que analizar qué es lo que está pasando.
Además, hay que ver que se hagan las denuncias, hasta ahora solo ha habido dos personas, un civil y un policía, que fueron denunciados, no hubo mayor sanción contra ellos, uno fue detenido y luego liberado. Respecto a las autoridades que incurren en eso, salvo el caso del presidente Morales, que en su momento pidió disculpas, no tenemos retractaciones de las autoridades es el caso del alcalde de Santa Cruz (Percy Fernández), que en reiteradas ocasiones se ha permitido agredir a periodistas.
- Por lo que indica existen más problemas que avances en la labor periodística.
- En la práctica sí, lo que no significa que se haya recortado la libertad de expresión, está vigente pero hay dificultades para ejercerla.
Hay leyes que están contradiciendo el ejercicio del derecho a la información
La ciudadanía des- conoce su derecho, no sabe que está constitucionalizado
Cuando se habla de calidad, todavía el mejor periodismo puede ser el de los diarios
No se ha recortado la li-bertad de expresión, pero hay dificultades para ejercerla
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