Algunos agentes de inteligencia se hacen pasar por periodistas para sacar fotografías a los dirigentes y trabajadores que participan en las movilizaciones por una renta digna, denunció el Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro.
El hecho fue verificado durante los sucesos que ocurrieron el pasado miércoles 8 de mayo en Caihuasi, cuando policías vestidos de civil portaban gorras con el logotipo de “prensa”. Los mineros de Huanuni advirtieron que entre los periodistas habían dos o tres agentes de inteligencia y, por ese motivo, los trabajadores estaban muy enojados contra los mismos trabajadores de la prensa.
“Eso deben controlar los periodistas”, afirmó el dirigente de la Central Obrera Departamental, Jhonny Sanabria.
El caso fue expuesto también ayer en la sesión de honor de homenaje al día del periodista, en la sede social del Sindicato de Trabajadores de la Prensa. El ejecutivo de esa institución, Humberto Apaza Orozco advirtió que si algún periodista “está ayudando o favoreciendo a los agentes de inteligencia, esa persona está obligada a abandonar el periodismo, porque ninguno de nosotros se puede prestar a proteger a personas que ayudan a la represión”.
Dijo que ese hecho, “totalmente ilegal, se constituye un delito de imprenta, y, por lo tanto, los delitos deben ser procesados y sancionados y si hay un periodista comprometido con esas gravísimas faltas, debemos exigir que los involucrados, no sólo que serán expulsados del Sindicato de la Prensa, sino que deben ser procesados por haber cometido delito de imprenta”.
Explicó que, “ninguno de los periodistas puede ayudar a los agentes de inteligencia para fines represivos, ya que nuestra misión es defender la libertad de expresión, la libertad de prensa, la dignidad de las personas y los derechos humanos y cuando hay un conflicto de esa naturaleza, no podemos tomar partido por ningún lado, sino única y exclusivamente para informar los hechos”.
Durante la sesión de honor, se entregó una distinción al periodista Rodolfo Rocabado, quien se encuentra delicado de salud, pero a pesar de esa situación, pudo llegar a la ceremonia.
De la misma forma, se reivindicó el trabajo honesto del periodista Rolando Alarcón, golpeado hace tres días por un grupo de mineros, al ser confundido con un agente de inteligencia. Los mineros pidieron disculpas y anunciaron la reposición de la cámara filmadora, por tratarse de una herramienta de trabajo.
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