La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) entregó anoche la estatuilla que representa al Premio Libertad Juan Javier Zeballos Gutiérrez 2013 al monseñor Nicolás Castellanos Franco, en un acto realizado en la Escuela Nacional de Teatro “Luis Espinal”, una de muchas obras del sacerdote español edificadas en medio del populoso barrio Plan 3.000 de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
“En tiempos en que la Iglesia Católica es víctima de toda clase de injustos vejámenes, la dimensión de su obra y la sencillez de su vida, monseñor Castellanos nos muestran que el país le debe, ante todo, gratitud a una institución como la Iglesia y, por supuesto, a hombres santos que, como usted, se han propuesto gastar todas sus energías y sus fuerzas en procura de lograr una sociedad más justa y menos desigual”, expresó en la ocasión el presidente de la ANP, Marco Dipp.
Ante un auditorio de ciudadanos, adolescentes y niños de humildes zonas de la ciudad progresista y en presencia de autoridades nacionales, departamentales y directores de medios de comunicación, Castellanos levantó en alto la estatuilla que la ANP entrega anualmente a personalidades que se distinguen por su obra social y la defensa de las libertades ciudadanas.
“La verdadera libertad…nos compromete en la defensa de los derechos humanos y libertades en un estado de derecho, democrático, nos ayuda a aprovechar las oportunidades de la vida y nos blinda contra la ambición del poder, del autoritarismo, la injusticia social y exclusión de los pobres”, expresó el sacerdote español que levantó su obra a través de la Fundación Hombres Nuevos.
Desde su llegada a Bolivia en 1988, tras renunciar a un Obispado en España, trabajó en elevar la autoestima de la gente mediante la lucha contra la pobreza, la mejora del nivel cultural en escuelas donde se imparten valores y capacitación para forjar hombres con ideas, proyectos y acciones que les permitan “elegir con libertad”, según los postulados del religioso.
LABOR DEL MONSEÑOR CASTELLANOS
En la extensa lista de obras sociales se incluyen 16 colegios, un hospital, 65 canchas deportivas, cinco comedores infantiles, dos centros de atención a niños trabajadores, un hogar para invidentes, un vivero de microempresas, decenas de iglesias, una universidad con facultades de teatro, tecnología y turismo.
A ello se agrega la organización de una orquesta sinfónica, la construcción de la Ciudad de la Alegría, un enorme centro recreativo, deportivo y cultural para niños y jóvenes de escasos recursos.
La labor de monseñor Castellanos se expandió a la población de La Guardia, en el departamento de Santa Cruz, y a la ciudad de El Alto, en el departamento de La Paz. Además dirige una organización para otorgar becas a 500 estudiantes en diferentes universidades del país.
PROTAGONISTA DE LA LIBERTAD
“Me identifico con ustedes –periodistas y medios de comunicación- pioneros heraldos, protagonistas de la libertad y defensores de las libertades, así como con los ilustres galardonados anteriormente, entre ellos nuestro querido pastor cardenal Julio Terrazas”, refirió el sacerdote.
El discurso de Castellanos puso de relieve el valor de la libertad a la que atribuyó la cualidad de construir “y edificar actitudes abiertas, libres para buscar la verdad”.
“En el mundo plural, intercultural, interreligioso, en que vivimos, se impone, con respeto, comparar, contrastar los diferentes puntos de vista, que tienen peso y validez. La auténtica libertad abandona el egocentrismo captativo y se asoma al alocentrismo, al nosotros; lleva en su entraña el amor a los otros, el gesto solidario, el prójimo, el discernimiento de lo que puede contribuir al proyecto común, siendo siempre suma y multiplicación, y nunca resta ni división”, expresó Castellanos.
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