Propuesta. Cree que el país ha crecido en producción y tecnología en televisión, pero algunos medios han descuidado a los presentadores. Para ella, un 70% de los rostros de la pantalla chica son improvisados y, por eso, quiere profesionalizarlos. Inicia un taller el 1 de julio
Telemundo, Univisión, CNN, Discovery Channer, son monstruos de las comunicaciones en Estados Unidos, y es por esos medios que Priscila Landa Ocampo se ha campeado y creció como profesional. Con esas experiencias regresó a la Bolivia de sus ancestros para transmitir esos conocimientos.
Ella tiene un trato amable que va acorde con su formación y el trabajo que se presta a desempeñar en Santa Cruz. Espigada, femenina de zapatos bajos, porque no necesita tacos para impactar, se hizo esperar, pero valió la pena.
Nuestra entrevistada llegó hace siete años a La Paz, procedente de Miami, después de 14 años de ausencia. La trajo una promesa de trabajo y la añoranza por la tierra de sus padres y sus costumbres, a ello se sumó un sueño, aportar al desarrollo y al mejoramiento de la producción de la TV nacional.
Así lo justifica: “En Bolivia hay mucho talento, la televisión ha crecido en producción, en tecnología, cada vez hay más canales, pero lo que la teleaudiencia todavía no aplaude al 100 por 100 es la conducción. Sin señalar ni atacar a ningún canal me atrevo a decir que solo un escaso 30% se libra de ese mal, existe un 70% de conductores improvisados”.
Su experiencia en TV
La primera oportunidad de trabajar en televisión la vivió en La Paz, junto al presentador Javier Encinas, en el programa Disca y Ve por ATB. Esa experiencia la motivó a marcharse a EEUU para seguir una carrera relacionada con los medios de comunicación.
Al egresar de la Universidad Internacional de Miami, el rector de su carrera la invitó a ser parte de Univisión como pasante. No lo dudó y se lanzó a aprender en el tercer canal de TV más importante del país del norte y el primero de habla hispana. “Entré al noticiero, trabajaba al lado de Jorge Ramos y Maria Elena Salinas, no me importaban los horarios, me desvivía por asimilar todo. Estuve tres años, después de mi pasantía me contrataron”, recuerda.
Con el deseo de crecer como profesional tuvo la oferta de trabajo en Telemundo y decidió lanzarse a la aventura en la producción y reportajes para el programa Rocío. Le fue bien, pero las exigencias del canal cancelaron el show por el bajo rating. “Entonces Telemundo se fusionó con NBC y me quedé haciendo reportajes y noticias, que es lo que más me gusta y me invitaron a pasarme a PBS, una cadena pública que es una leyenda en EEUU”, cuenta.
Más que la conducción su pasión es la producción, porque considera que el productor es el cerebro del programa. Le encanta armar el rompecabezas, editar, hacer las tomas y planificar.
Trabajaba como free lance, hasta que en Discovery Channel hizo un documental sobre los inmigrantes que pasan de México a Estados Unidos, que se llamó Objetivo, el norte. Este le valió la nominación al premio Emmy (galardón que se entrega anualmente como premio a la excelencia en la industria de la televisión estadounidense). La nominación fue en la categoría documental investigativo. También debutó en CNN, donde hizo de todo: editar, redactar, reportear y producir, porque el canal es competitivo. Pero la recesión norteamericana la alejó de ese medio. En 2008 cuando recibió una propuesta de trabajo en La Paz, su tierra añorada, desde donde se marchó hacía más de una década.
Nuevos retos
La propuesta en La Paz no se concretó pero decidió quedarse haciendo producciones para afuera. Armó la productora PLO y se dedicó a hacer documentales para exportar al mercado estadounidense, porque sus contactos la ayudaban. “Lo más exquisito que he hecho sido un documental sobre el litio y fue bien recibido en EEUU, nos han conocido como equipo en Bolivia, nos ha ido muy bien, pero en ello descubrí otra oportunidad en la que puedo aportar a la TV de mi país”.
Al abrir la productora tuvo que hacer castin para buscar los presentadores de sus documentales y tropezó con que lamentablemente no encontraba las personas idóneas que llenen los requisitos de sus producciones. Entonces decidió abrir una escuela para formar o descubrir nuevos talentos en la conducción de tv. Así nació Talentos en TV, para capacitar a presentadores a los que luego invitaba a ser parte de sus proyectos.
Esto que nació silenciosamente fue creciendo debido a la necesidad en el medio y cruzó las montañas hasta llegar a la llanura.
“La escuela privada capacitaba a niños, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad. La gente de Santa Cruz se enteró y hubo una demanda muy interesante, porque esta es la ciudad más importante del país. Hice el estudio respectivo y comencé a tocar las puertas en búsqueda de que este certificado tenga el aval del Ministerio de Educación. Estamos planificando un programa de educación continua con una universidad local, pero aún no puedo adelantar nada”, explica.
Con renovados bríos
Soltera, sin hijos, ni compromisos que la detuvieran, buscó nuevos horizontes en Santa Cruz, aunque confiesa que no es fácil derribar las barreras mentales de algunos empresarios. Tocó puertas y se chocó con negativas y falta de credibilidad a sus propuestas.
“Vine con el deseo capacitar a las personas que se desempeñan como conductores, lastimosamente aún se trabaja de manera empírica, me indigna como profesional y como mujer sobre todo, que se explote a los seres humanos, pero hay que tomar las cosas más en serio. Desde La Paz siempre me he autonominado como apoyo a los medios. Siempre he deseado que los medios tomen en serio la conducción en tv, porque eso es ser responsable al mostrar una producción nacional con un conducción más seria, todos tienen que estar preparados”.
“Cuando uno conduce tv tiene que tener cultura general, saber de qué está hablando. La televisión no es modelaje, con todo respeto a las profesionales en este rubro. Y los que ya están en el medio deben mirarse al espejo y darse cuenta que necesita aprender, siempre hay una técnica o un concepto nuevo”.
Ahora se apresta a lanzar un taller que planeó en alianza con Adolfo Mier y Chaplin Show, que durará un mes y será el 70% práctico. Trabajará en un estudio de tv, con cámaras y micrófonos. Enseñará a dominar los nervios, las cámaras, a manejar la información, una buena dicción, dramaturgia, técnicas de actuación necesarias en televisión, tener facilidad de palabras y un vocabulario amplio.
“Todo eso se logra leyendo. Por ello recomiendo que los periódicos se conviertan en la Biblia de mis estudiantes, quiero gente informada y culta, eso no es imposible”, afirma.
Este taller se inicia el 1 de julio en tres horarios y para interesados de todas las edades
Presentadora
Es necesaria la capacitación del 80% de los presentadores
Sandra Parada / Conductora De “ Enhorabuena”
Estudié Comunicación Social y esa fue mi base para lanzarme a este oficio, pero considero que tiene que haber una especialización, porque lo que se recibe en la universidad es superficial. Se aprende con la práctica.
Creo que una primera escuela para ser presentador es la radio, porque desarrolla la capacidad de narración e improvisación.
Y es necesaria la capacitación de los conductores de televisión. En nuestro medio por lo menos el 80% lo precisa, porque carecen de técnicas para ser un presentador con características mundiales. Me parece fundamental los cursos de locución y otros
Siempre necesitamos prepararnos para mejorar
Guill Maby Díaz / Conductora De “El Mañanero”
Estudié Comunicación en Audiovisión y en Diakonía, he recibido la capacitación para ser conductora y trabajar en televisión.
Para mi, Diakonía es la mejor, porque manejas cámaras, radio y periódicos, te preparan en locución, oratoria, redacción y todas las áreas relativas a la carrera.
Empecé haciendo radio y de ahí salté a la tv haciendo notas en vivo, y esa es una escuela para ser presentador, aprendés con la práctica. Es necesario seguir capacitándose. Me enteré de este taller y no me lo voy a perder, lo necesito a pesar de los 10 años que llevo en este oficio, siempre hay algo nuevo que aprender
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