Fue director del diario paceño Página Siete y renunció en agosto de 2013. Al hacerlo declaró que daba un paso al costado para proteger a ese medio de comunicación de los ataques del Gobierno. El periodista Raúl Peñaranda desde entonces comenzó una investigación que ahora se traduce en un libro que habla de un nuevo escenario en el periodismo, de la existencia de medios que él llama ‘paraestatales’ porque crean discursos favorables a los intereses del Gobierno y también intenta mostrar cómo se utilizan los recursos del Estado para favorecer a estas empresas periodísticas. La publicación está a punto de salir a la venta en el país y, por eso, le pedimos a Raúl que nos acepte una entrevista, tratando de adelantar parte de las revelaciones que dará a conocer.
Estás a punto de publicar un libro sobre medios de comunicación y periodismo. ¿Cómo aporta al país?
Trata de cómo el Gobierno ha conformado una red de medios paraestatales, que son ATB, La Razón, PAT y Full TV (y existen dudas sobre Gigavisión).
El término paraestatal se usa en estricta relación con la definición que da la Real Academia de la Lengua: “Dicho de una institución (..) que, por delegación del Estado, coopera a los fines de éste sin formar parte de la administración pública”. Así es como esos medios trabajan, exactamente.
Pero el libro habla también de cómo el Gobierno acosa y ataca a la prensa independiente y el cambio que han tenido otras redes de TV que han variado su programación hacia temas de menos relevancia política (crónica roja, temas barriales, farándula, etc.).
Creo que el aporte es ayudar a debatir el tema de la calidad de la democracia. Mientras menos voces existen en una sociedad, la democracia decae de calidad.
Se ha dicho que hay un misterio en torno a los propietarios de redes de TV ¿Pudiste averiguar quiénes son?
Bueno, los propietarios formales de esos medios son Marcelo Hurtado, en el caso de ATB, y José Luis Valencia, de PAT, información que es pública. No se puede saber si ellos son testaferros o representantes de los dueños que podríamos denominar ‘reales’. ATB tiene un capital autorizado de trabajo de $us siete millones (Bs 49 millones) y Hurtado figura como el socio mayoritario. Tendríamos que hacer una investigación financiera mayor para establecer si es realista pensar que, con los ingresos que tenía antes de adquirir ATB, tenía un monto suficiente. El caso de Valencia es similar.
Pero más importante que saber quiénes son los dueños ‘formales’ o ‘reales’ lo clave aquí es saber a quién responden. Y estos medios están bajo supervisión de Álvaro García Linera. El operador del contenido de los medios es Jaime Iturri y la parte gerencial recae en Hurtado.
Curiosamente el presidente Evo Morales me ayudó a hacer la investigación o, digamos, la ratificó, cuando le dijo a EL DEBER en septiembre de 2013 que “solo quedan 10% ó 20% de (medios) opositores, cuando hace unos años eran 80% o 90%”.
En el caso de La Razón el propietario es el empresario venezolano chavista Carlos Gill, que ha cedido el control editorial del periódico a la Vicepresidencia.
¿Qué evidencias hay de que estos medios están comprometidos con el Gobierno?
He realizado varios estudios del contenido de ATB, PAT y La Razón y las ligazones con la línea gubernamental son muy claras. Existe un paralelo demostrable entre las políticas de comunicación del Gobierno con las líneas informativa y editorial de los medios mencionados. Esto también se nota en la información internacional: por ejemplo, en la semana en la que fue detenido el líder opositor venezolano Leopoldo López, La Razón no informó de las protestas en ese país excepto una nota marginal.
¿Se envían directrices acerca de cómo llevar adelante la información desde el Gobierno?
Sí, lo que he averiguado es que esas directrices se entregan desde la Vicepresidencia.
¿Qué ha pasado con el periodismo a partir del cambio de propiedad de medios como PAT, ATB, Full Tv, La Razón?
Bueno, esos medios han perdido independencia y se han convertido en factores que ayudan a la manipulación informativa; son parte de la maquinaria de propaganda del régimen.
¿Los periodistas también militan o acatan las directrices?
Lo colegas de esos medios están en una situación muy incómoda. Muchos de los que he entrevistado me dijeron que sienten que hacen un trabajo poco ético pero que no saben qué hacer para cambiar ello. Muchos intentan luchar dentro de sus redacciones, pero no logran mucho éxito. Todos son presionados.
¿Ha habido presión a periodistas que no quisieron acogerse al discurso oficial?
Si te refieres a Eddy Luis Franco de PAT tengo información de que él procuró durante las inundaciones del Beni, dar información adecuada y contextualizada y que eso habría motivado su renuncia.
En ese contexto, ¿cómo anda la libertad de prensa en Bolivia?
Existe libertad de prensa en el país, pero bajo acoso del poder. Esa libertad de prensa se da todavía mediante una pequeña red de medios independientes, que siguen realizando un trabajo importante y valiente. Y se podría decir que esa libertad de expresión está cada vez más reducida a esos espacios.
¿Hay autocensura en hechos concretos?
Es muy grande en los medios cooptados o comprados por el Gobierno. Lamentablemente los periodistas saben qué es lo que pueden decir y qué no. Y no se salen de esos parámetros casi nunca, aunque existen colegas que dan batalla dentro de sus medios, no siempre con éxito.
¿Cómo está distribuida la torta publicitaria del Gobierno y cuánto gravita en los ‘medios afines al MAS’?
La publicidad a favor de los medios paraestatales es enorme, millonaria, sin precedentes en la historia boliviana. Se distribuye de una manera antiética e ilegal. He realizado cálculos que demuestran que ATB y PAT tienen más publicidad que la competencia. En cuanto a La Razón los estudios que he realizado demuestran que obtiene 4,8 veces más publicidad gubernamental que EL DEBER, 12 veces más que Los Tiempos y 37 veces más que Página Siete.
¿Cuál es la relación entre los medios ‘paraestatales’ y la propaganda gubernamental?
Lo que mi investigación ha encontrado es que los medios paraestatales tienen tanta publicidad estatal que seguramente los ha sacado de las ‘cifras rojas’, si las tenían, como era el caso de PAT. Y para ATB, que ya tenía utilidades, la nueva publicidad gubernamental ha aumentado sus ingresos de manera excepcional.
El Ministerio de Comunicación se negó a entregarme la información que le solicité para mi investigación. Le envié a la ministra Amanda Dávila el pedido de que me informe, en formato digital, cuánta publicidad reciben ATB, PAT, Full TV, Gigavisión y La Razón. ¡Lo que me entregó fue un legajo de 228 páginas con 50.000 cifras en total! Ese legajo tiene información de unos 100 medios de comunicación, pero la información fue entregada de una manera tal que es casi imposible analizarla.
La ministra, además, admitió que no conoce cuánta publicidad entrega el resto de las entidades estatales y que solo conoce el dato de su propio ministerio.
Por lo tanto recurrí a mi propia investigación y calculé los segundos de publicidad estatal que reciben los canales paraestatales. El detalle está en el libro pero es una cifra que supera los dos millones de dólares al año por cada caso, como mínimo. Como no existe información oficial no se puede contrastar este dato de mi investigación.
Viendo la cantidad de avisaje estatal en los canales se llega a la conclusión de que el Ministerio de Comunicación es sólo responsable de menos del 10% de la publicidad. El 90% restante lo entregan otras entidades estatales, como YPFB o ANH. Estimo, porque no hay información oficial, que el Gobierno gasta unos 100 millones de dólares al año en propaganda (incluidas las empresas estatales) en todos los medios. Es una cifra que estimo es diez veces más alta de lo que gastaban los gobiernos hace una década en los mismos fines.
De ese total, los más beneficiados son, obviamente, los medios proclives al oficialismo.
¿Cuál es la situación económica que afrontan los medios a los que consideras comprometidos con la línea gubernamental?
No existe información al respecto, pero considerando la gran cantidad de publicidad estatal que reciben, que es como he señalado, desproporcionadamente alta, su situación obviamente mejora con el tiempo. Como he dicho, La Razón, por ejemplo, recibe 12 veces más publicidad que Los Tiempos (unas 30 páginas por semana). El cálculo detallado está en el libro pero se puede estimar que sobrepasa el millón de dólares anuales en publicidad del Gobierno.
¿Reciben presiones los medios que no están alineados?, ¿cuáles?
El Gobierno usa innumerables vías para afectar a la prensa independiente. Una de esas vías es la reducción (o anulación) de la publicidad estatal que, hay que recordar, son recursos de todos los bolivianos.
Sin embargo, hay que estudiar con más detenimiento el hecho de que otros canales, no necesariamente oficialistas, reciben también mucha publicidad estatal, lo que termina por convertirlos en dependientes de esos recursos. Y, a la larga, deben callarse para seguirlos recibiendo.
Pero no es la única manera de presión. También están las auditorías de Impuestos Nacionales, y las supervisiones de la Autoridad de Empresas, de la Unidad de Investigaciones Financieras y del Ministerio del Trabajo. Por otra parte, como se ha visto, autoridades, empezando por el Presidente, realizan ataques verbales que tienen por objetivo amedrentar a los periodistas y medios independientes, con acusaciones muchas veces muy graves.
La estrategia incluye también el intento de aislar a los medios independientes, negando la entrega de entrevistas exclusivas, etc.
Tuviste que renunciar a Página Siete, ¿Es difícil hacer periodismo libre? Ha sido fácil ubicarte en otro espacio laboral?
Te cuento que empezaré este sábado 15 (si todo sale bien, si no, el sábado 22) un suplemento de información internacional en Página Siete, serán 12 páginas y se llamará Aldea Global. Así que terminé mi libro y volví a la redacción. Ya estaba extrañando el periodismo
PERFIL
INVESTIGÓ SOBRE EL PERIODISMO ACTUAL RENUNCIÓ Y DENUNCIÓ PRESIONES DEL GOBIERNO
CARGO PERIODISTA E INVESTIGADOR
EDAD 47 AÑOS
CIUDAD LA PAZ, BOLIVIA
SU CARRERA
Director y fundador de los semanarios Nueva Economía y La Época; editor de Economía y asesor editorial de La Razón; corresponsal de las agencias de noticias Ansa y Asociated Press; director de Página Siete. Fue director del Padrón Biométrico en la Corte Nacional Electoral.
Iturri asegura que es director de ATB y defiende el profesionalismo de su canal de TV
Raúl Peñaranda afirma que el operador de los medios de comunicación ‘paraestatales’ (como los llama en el libro que está a punto de publicar) es Jaime Iturri, periodista paceño que dirige la red de televisión ATB.
Séptimo Día se comunicó con él para conocer su voz respecto a este tema. Iturri señaló que es director nacional de contenidos de la red ATB, que en la red PAT solo ha colaborado en el asesoramiento para la formación de los periodistas. “No me he metido en nada más”, afirmó y complementó que Full TV tiene su propio director, aunque dijo que ese canal, cuya cobertura es local en Santa Cruz, es de propiedad de ATB Cochabamba. Con relación a La Razón, explicó que aparte de escribir una columna de opinión quincenal, no define contenidos ni se reúne con nadie.
Sobre la distribución de la publicidad estatal a favor de estos medios, dijo que ve que ahora la repartición es equitativa. “Veo en canales ‘opositores’ que tienen publicidad estatal. De corazón me gustaría que haya más publicidad en todos los medios”.
Iturri también habló del contenido del canal que dirige y aseguró que buscan estar cerca de la verdad. “Sobre la línea política de ATB puedo decir que hay millones de bolivianos que nos miran y que nos eligen, sabrán por qué lo hacen”, afirmó.
¿Es una línea a favor del Gobierno?, se le preguntó, y él respondió: “Yo no creo que sea una línea pro-Gobierno, yo creo que es una línea mesurada, es una línea profesional. Así como no somos amigos de la oposición, tampoco somos enemigos del Gobierno”, sostuvo. Cerró la conversación insistiendo en que el trabajo del medio en el que trabaja busca estar lo más cerca posible de la verdad
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