"Es como una velita que se apaga poco a poco", dijo hace algunos días su hijo, cuando sus amigos se enteraron que estaba delicado e intentaron hablar con él. Su partida deja un gran vacío, no solo en el entorno de la gente que lo rodeó sino del periodismo en general.
Fue siempre una persona sencilla, amable, defensora de los intereses regionales, pero ante todo y pese a su profesión de abogado que nunca la ejerció, amó el periodismo con toda la intensidad de su vida. No por algo se inició en estas lides cuando apenas tenía 21 años.
Se encargó en su momento de revolucionar el trabajo periodístico, la experiencia y la vida le ayudaron en su propósito. Uno de sus temas favoritos para escribir fue acerca del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Los más lo llamaban "doctor" por ser abogado, otros con cariño le decían "don Augusto", se mostraba siempre cordial y noble. Cuando se le daba la mano, hacía una pequeña pirueta para luego estrecharla. En sus últimos años de vida fue un observador silencioso del trabajo periodístico realizado en Oruro y daba consejos de cómo mejorar ese trabajo a sus colegas que lo frecuentaban, principalmente jóvenes.
Una de las últimas entrevistas que se le hizo fue el sábado 10 de mayo de 2014 en oportunidad de la celebración del Día del Periodista Boliviano. El meritorio profesional recibirá los homenajes respectivos antes de ser trasladado a su última morada. Sus restos son velados en el Salón Rojo de la Alcaldía Municipal.
TRAYECTORIA
Decíamos que la carrera del Augusto Dávila se inició a los 21 años, en 1945. Era un "cronista ampliador" para luego pasar a redactor. Su don de comunicar lo llevaron a convertirse en director de la empresa "Noticias" de Oruro y años después jefe de redacción del matutino "LA PATRIA". Escribió columnas bajo el seudónimo de "Uku Runa" o "Davis" para hacer conocer su punto de vista respecto a varios temas de interés general.
En su vida como periodista enfrentó los gobiernos más duros y afrontó sin temor la defensa de la libertad de prensa y de expresión. Ese propósito le llevó a fundar el Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro (STPO), la Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia y el Círculo de Periodistas Deportivos de Bolivia, filial Oruro. Defendió siempre los intereses del gremio.
Fue muy requerido por varios medios de comunicación debido a su capacidad y facilidad en comunicar. Fue director de "La Prensa", corresponsal de la Agencia de Noticias Fides (ANF) y del periódico "Presencia". En este medio demostró su experiencia en la cobertura del Carnaval de Oruro, enalteciendo la cultura que tanto amó.
Fue docente universitario y enseñó varias materias como Relaciones Públicas, Derecho, Redacción y Deontología. Uno de los mayores legados que dejó en vida, pero que no lo pudo cristalizar en un libro, fue su tesis de licenciatura en Derecho "Libertad de Prensa".
Su vida proba lo llevó a ganar el título de "Ciudadano Notable" en 1994 que le otorgó el Municipio de Oruro. Recibió la condecoración "Escudo de Armas" de la Real Villa de San Felipe de Austria en el grado de servicios especiales. También logró la condecoración Sebastián Pagador "Honor al Mérito" entregada por la Prefectura de Oruro.
Recibió la Medalla de Oro al Mérito del Sindicato de Trabajadores de la Prensa, Medalla al Mérito "Enrique Miralles Bonnecarrere" en mayo de 2001 y la Medalla al Mérito Profesional y a la formación de periodistas "Daniel Sánchez Bustamante" de la Asociación de Periodistas de La Paz, y Pergamino de Honor y Medalla al Mérito Profesional de la Asociación de Periodistas de Bolivia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario