Un reto. Una semana sin periodistas y sin medios de comunicación. “Que todo discurra a través de Twitter y Facebook”. ¿Cómo funcionaría una sociedad sin periodismo? Sebastián Fest invita a reflexionar.
El periodista argentino especializado en deportes habla de su oficio con la misma pasión que cada domingo lo lleva a escribir hasta más allá de las 00:00 en la sala de redacción del diario La Nación.
Fest es el invitado estelar de la charla para hablar de periodismo deportivo. El prosecretario de redacción y jefe de deportes del diario de Buenos Aires, asiste a la charla organizada por la Universidad Católica Boliviana, el jueves y viernes de esta semana, gracias a “una gentil invitación de Juan Carlos Salazar (exdirector de Página Siete), que es alguien del que aprendí mucho, pero mucho”, cuenta desde Argentina.
¿Cómo está el periodismo deportivo latinoamericano en comparación al europeo?
Haber, qué buena pregunta… Yo soy bastante reacio al hablar de periodismo deportivo porque creo que el periodismo es uno solo. Creo que hay gente que se especializa en cubrir política, cultura, deportes y economía, pero no veo diferencias entre ninguno. Todos tienen que aplicar la mismas técnicas, tienen que cumplir con los mismos requisitos, el mismo estándar de ética y de rigurosidad. No creo que el periodismo que cubre deportes sea menos riguroso, que el que cubre política, no debería ser así al menos. Pero volviendo a tu pregunta, en Europa hay una tradición que escasea en Latinoamérica. Por ejemplo, España tiene cuatro diarios deportivos, nosotros en Latinoamérica tenemos muy pocos. El periodismo vinculado al deporte especializado cae en la cabecera de los grandes diarios.
¿Qué piensa cuando se habla de crisis mundial en el periodismo escrito?
Me preocupa. Pero creo que más que una crisis mundial del periodismo, hay una crisis mundial de la industria periodística, un momento muy complicado donde no se sabe a dónde iremos y tampoco se tiene claro dónde estamos. Es todo muy líquido, todo muy variable y cambia muy rápido. Yo no hablaría de crisis del periodismo porque el periodismo está más vivo y más necesario que nunca. En un sentido, más sencillo que nunca. Me explico, nunca antes, cuando uno hacía periodismo, necesitaba una plataforma donde volcar eso que había generado, esa historia que había conseguido. Esas plataformas eran caras y pocas. Hoy si uno hace algo bueno, tiene la posibilidad de mostrarlo en plataformas individualmente, ese es un plus que antes no existía. Después está el problema de la industria, ¿cómo hacemos que el periodismo masivo siga siendo rentable y siga siendo periodismo sobre todo?
¿Cómo sobrevivir en un medio saturado por la nueva tecnología?
Es cierto que los diarios se imprimen mucho menos que antes, pero sigue siendo una cantidad apreciable. Sigue habiendo mucha gente que no lee, eso no hay que perderlo de vista. Pero yo tampoco creo que haya un periodismo impreso y un periodismo digital. Esa sí sería una trampa. Yo creo que sólo hay periodismo. Y por suerte, ahora, además de volcar ese periodismo en el papel, podemos volcarlo en un soporte nuevo que nos ofrece tener lo que el mismo papel no te da, lo que nos permite llegar a más gente que nunca. Entonces, el periodismo volcado en el papel debería ser consciente que no puede seguir haciendo lo mismo que hizo toda la vida, porque eso que hizo toda la vida en buena parte está en los celulares y en las computadoras. Entonces, hay que lograr que un diario en papel sorprenda, conmueva, movilice, en definitiva, que interese, que no se lo tire en la mesa sin siquiera mirarlo.
¿Hay futuro?
Sí. Yo creo que hay futuro para el periodismo, sin duda. Hay un gran sentido autocrítico, incluso, de muchos periodistas, a veces excesivo. Te pongo un ejemplo, cuando se critica tanto a los periodistas, digo planteémonos una semana sin periodistas y sin medios. Que todo discurra a través de Twitter y Facebook, con lo que la gente normal, que no es periodista, pueda conseguir. Haber cómo funcionaría una sociedad sin periodismo. El periodismo es como cualquier profesión. Acertamos y nos equivocamos. Pero yo creo que acertamos mucho más que lo que nos equivocamos. Nuestra profesión tiene una función social vital. Entonces, los diarios en papel logran aportar algo distinto sobre todo lo ya conocido, que discurre por la vía digital, creo que tiene un futuro interesante en un mercado un poco más acotado. Pero no creo que el papel vaya a desaparecer.
¿Qué pasará con las redacciones de los diarios?
Yo creo que serán mucho más tecnológicas. Me imagino que el periodista tendrá que contar con armas y capacidades que hoy no tiene, es decir, la materia prima siempre será un buen periodista que tenga instinto para ver una historia y talento para contarla de la mejor manera. Sobre todo, encontrar un momento oportuno para contarla, que es algo que nos obliga el periodismo en un soporte digital. Las redacciones deberían seguir existiendo porque sería malo para el periodismo crear redacciones dispersas. No tener un lugar donde un grupo de gente se junte para intercambiar ideas y decidir qué hacer. Cierto que hoy es mucho más práctico y cómodo trabajar a distancia, eso está bien, pero la redacción como ente, debería seguir existiendo. Obviamente serán más chicas de lo que eran hace 20 años, pero al mismo tiempo nos ofrecerán más posibilidades que no teníamos.
¿Cómo adaptarse?
Te planteo el ejemplo clásico de una crónica de fútbol. Hace unos cuantos años, no demasiados, los partidos de fútbol de las grandes ligas de Europa o los partidos de las ligas nacionales no se veían en vivo por televisión. Se veía compactos. Los cronistas deportivos que cubrían esos partidos se acostumbraron, y lo hacían bien en esa época, a generar crónicas muy elegantes, contando el partido. Hacer eso hoy es un error que lleva a que el lector arroje el diario sobre la mesa sin siquiera leerlo porque sabe que ahí no encontrará nada que aporte algo interesante. Hoy, a la hora de cubrir un partido de fútbol, hay que contar otras cosas. Tenemos que saber que la gente que te lee, si no vio el partido, vio los goles, escuchó por aquí o por allá el comentario del partido o le pasaron la jugada por WhatsApp. Entonces, el periodista que está en el lugar, porque es importante que el periodista esté en el lugar de los hechos, tiene que aportar todo aquello que no te muestra la televisión; tiene que generar algo que al lector le diga ‘wow, esto no lo sabía, qué bueno que leí esto’.
¿El periodismo deportivo opaca las cosas trascendentales de la sociedad?
No, no creo que sea así. Yo creo que el deporte es algo muy importante para la sociedad y por lo tanto el periodismo deportivo está haciendo algo que es necesario, que no es un asunto menor. Es decir, si a tanta gente le importa saber qué pasó en tal o cual partido, o cómo fue que Federer consiguió su Grand Slam número 20, bueno, debe ser importante. Si le importa a tanta gente, no debe ser un hecho menor. El ser humano es diverso, ahora podemos estar apasionados debatiendo un partido de fútbol y dentro de un rato debatir al gobierno de Evo Morales. Eso no nos hace más o menos inteligentes, eso nos hace simplemente humanos. Volviendo a tu pregunta, no creo que el periodismo que cubre deportes sea una cortina de humo.
¿El periodista de deportes debe ocultar que es hincha de algún equipo?
(Silencio) La verdad que es un debate que nunca entendí del todo. Yo creo que el periodista tiene que hacer bien su trabajo. Si ocultar de qué equipo es hincha facilita que su trabajo lo haga mejor, que lo haga. Si el tema es tan importante, colgaría una lista que muestre de qué equipo es cada periodista. No haría eso porque entonces habría que pedirles a los periodistas que cubren política el detalle si están afiliados a tal o cual partido o por quién votaron en las pasadas elecciones. Me parece que el periodismo es una función profesional, todos tenemos nuestras inclinaciones, nuestros gustos. No creo que sea algo importante, la verdad.
¿La clave de sobrevivencia está en contar historias?
Sí, sí, sí. Está muy de moda contar historias. Pero hay que definir qué historias. Un partido de fútbol es una historia. La vida profesional de un deportista humilde, es una historia, pero el periodismo también necesita de velocidad, inmediatez, picardía, inteligencia e instinto a la hora de titular. Para mí es tan válido aquel que encuentra en medio minuto el título adecuado y tres párrafos para sacar la breaking news en la tapa, como aquel que te escribió una historia con tres días de tiempo para desarrollarla. Todo es necesario.
¿Por qué no investiga el periodismo deportivo?
Yo diría que ese es uno de los flancos débiles del periodismo especializado en deportes. Hay tantas situaciones oscuras, tantos hechos por descubrir, que sin dudas a mí me gustaría mucho que creciera la investigación en lo que tiene que ver con el deporte.
En su libro Lionel Messi, ni rey ni Dios, habla de los hombres invisibles que ayudaron al ídolo...
Sí. Ahí aparecen muchas personas que contribuyeron para que Messi llegara donde llegó y que en muchos casos no trascendieron. En cualquier gran historia aparecen momentos que generan un gran cambio de rumbo. Messi no fue ajeno a ese principio. La llegada de Messi al Barcelona fue bastante traumática. Muchos no entendían lo que planteaban los directivos para pagarle dinero a un muchachito flaco, que llegaba de Argentina de una edad muy temprana. Ahí tuvo un par de personas para sostenerlo y para que él demuestre de qué estaba hecho.
¿Era más cercano a Nadal y Federer, de los que también escribió?
Yo durante muchos años viajé cubriendo deportes, sobre todo el tenis. Vi surgir a ellos dos. Estaba ahí cuando comenzaron a surgir. tuve, en este caso sí, cercanía a ambos. Había detalles desconocidos que no me podía guardar.
¿Cómo se describe como periodista?
(Ríe) Me da vergüenza esa pregunta. (silencio) Creo mucho en el periodismo. Me molesta mucho los periodistas que se burlan de su oficio. El exceso de cinismo, me hace sospechar. El periodista quejoso con lo que hace o no hace me genera ciertas interrogantes. Tengo la suerte de haber notado que quería ser periodista y que me fuera bien. Soy un agradecido , no me imagino haciendo otra cosa. Soy feliz cuando escribo. Eso tiene que ver mi pasado por una agencia.
¿Cómo será la cobertura de La Nación en el Mundial?
Vamos con nueve personas al Mundial. Será una cobertura amplia, muy intensa. El año pasado viajamos tres veces a Rusia, conocemos el lugar. Será una cobertura digital.
¿Qué país será campeón del mundo?
Bolivia (risas). A priori, los mundiales son momentos, son un mes. No es tanto cómo se llega, sino cómo se está en ese mes que se juega. Argentina no llega bien, llega con un montón de dudas. Eso también pasó en 1986, pero tenía a Maradona. Si pensamos que ahora llegamos con un montón de dudas y con un jugador como Messi, podemos decir que Argentina es candidata a ganar el Mundial, pero lo racional, hoy es decir que candidatos son Alemania, Brasil y España.
¿De qué hablará en su charla en La Paz?
Es una gentil invitación de Juan Carlos Salazar, quien es alguien del que aprendí mucho, pero mucho de lo poco que sé de periodismo. A él le debo mucho. La idea es compartir un poco dónde estamos parados con el periodismo especializado en deportes, la crisis de la industria de periodismo. Es complicado ser periodista joven en estos tiempos, por la potenciación de la figura personal.
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