El padre José Gramunt de Moragas falleció ayer a sus 96 años de edad y deja un importante legado de periodismo a las nuevas generaciones de profesionales que se dedican a esta actividad.
“Ha sido un tipazo, ha sido una figura a nivel nacional, dentro de la Compañía de Jesús y los medios de comunicación social de Bolivia”, destacó su amigo y compañero jesuita, Marcos Recolón.
Gramunt nació en Tarragona, España, el 5 de agosto de 1922. Se especializó en comunicación social en las universidades Menéndez Pelayo (España) y Syracuse University (EEUU). Llegó a Bolivia el año 1952, poco después asumió la dirección de radio Loyola.
En 1960 asumió la dirección de radio Fides por un período de 10 años. El 5 de agosto de 1963 fundó la Agencia de Noticias Fides (ANF) y fue su director por 50 años hasta que se jubiló el 2015.
Asimismo, es recordado por haber impulsado Educación Radiofónica de Bolivia (Erbol) y por haber formado parte del directorio de Fe y Alegría. También trabajó en agencias internacionales, como EFE y DPA, además de la Radio Vaticano.
Durante 50 años escribió su columna de opinión “Es o no es Verdad” en ANF. Fue Premio Nacional de Periodismo en 1993 y Premio Libertad el 2009.
El sacerdote jesuita será recordado por su invaluable aporte al periodismo boliviano. Los trabajadores de la prensa, que pasaron por la sala de redacción de ANF, lo recuerdan como un “verdadero formador de los periodistas”.
El padre Sergio Montes, actual director de ANF, destacó la entrega de vida de Gramunt a Dios, a la Compañía de Jesús y al periodismo, como un servicio a la sociedad.
“El Dios de la Vida lo reciba en su gloria, aquella por la cual él entregó su vida, como jesuita, sacerdote, periodista. Un gran legado para el país su obra y su capacidad de llamar las cosas por su nombre. Desde la ANF te agradecemos por todo lo que diste y confiamos en seguir tu inspiración”, manifestó Montes.
Recolón agregó que Gramunt de Moragas permaneció lúcido hasta el final y señaló que tuvo una muerte tranquila.
“Estaba perfectamente lúcido, seguía escribiendo, seguía al tanto de las noticias, recibía muchas visitas. Se nos ha ido así, una muerte como yo desearía para mí, sin un sufrimiento o agonía”, indicó,
Gramunt falleció cerca a las 17.00 en la Residencia “La Esperanza”, en la ciudad de Cochabamba.
“Esta mañana estaba normal, estaba hablando, a las 12:30, como todos los días, hemos tenido la misa comunitaria, llegó en su silla de ruedas y estuvo en la misa en nuestra capilla, (pero) poco antes de la Comunión dijo ‘me siento mal´ y pese a ello ha comulgado con el pan y el vino, (posteriormente) se quedó dormido y no despertó más”, apuntó Recolón. (ANF)
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