Su voz se ha endulzado. Con mucha cortesía se disculpó por las veces que nuestra entrevista no llegó a concretarse. Y es que es difícil hablar de aquello que hace un mes le dio un giro a su vida. La diva de Manzoni, la top model de Giordano que siempre habló de frente y no tuvo reparos en responder a la prensa sobre temas del corazón y hasta de cirugías estéticas, esta vez fue más celosa de su privacidad.
De pronto el cáncer llegó a su vida sin invitación, silencioso, justo cuando disfrutaba de año y medio de maternidad, de sentirse plena en su matrimonio y a punto de volver a la pantalla chica.
Estuvo una semana en la televisión y ahora tiene las maletas hechas para retornar a Argentina y someterse a sesiones de radioterapia diarias que la tendrán alejada de la familia, los amigos y su programa por varias semanas.
—Tu vida ha dado un gran giro, ¿hace cuánto?
—Mi vida ha girado, como decís, 180 grados. Todo lo que me ha sucedido ha sido en cuestión de un mes. Nos creemos invencibles y que la desgracia nunca nos puede llegar a tocar la puerta. Pero a pesar de todo, sigo diciendo que me siento bendecida porque la vida me sigue regalando maravillas.
—¿Qué pasó cuando escuchaste la terrible palabra?
—Cáncer es una palabra tan fuerte, no solamente para nosotras las mujeres, también para la familia y tus seres queridos. Pero sí, hace un mes se me detectó cáncer de mama. Gracias a Dios fue detenido a tiempo, tuve profesionales a mi lado que supieron orientarme muy bien, me mandaron a los mejores lugares donde tratan el cáncer en Argentina.
—¿Fue un descubrimiento casual o ya tenías la sospecha?
—Estaba planificado en mi vida hacerme un cambio de prótesis, faltaban dos años, pero se me metió en la cabeza, como cosa de Dios, y quise cambiármelas antes de tiempo. Ya había sentido la bolita cuando adelgacé bastante y no le di la importancia que debía. Cuando me reemplacé la prótesis, me sacaron un nódulo y fue enviado para hacer una biopsia, que dio positivo el día en que enterramos a mi abuelita. Fue una noticia muy fuerte, impactante, pero he descubierto que soy capaz de sobrellevarlo muy bien, tuve una fortaleza tan grande que mis padres, mis hermanos y cualquiera que charlaba conmigo nunca me vio llorar. Fui fuerte por ellos, porque esto es algo que afecta a todos tus seres queridos... Mi fortaleza también fue mi hija, mi enana, a quien amo muchísimo, ella es mi vida, no quería ni que se me pase por la mente que yo pudiese faltarle como mamá, eso era prácticamente lo que me mataba.
—¿Cuál fue el siguiente paso?
—No tuve mucho tiempo para ponerme mal porque fue en cuestión de una semana que me derivaron a Buenos Aires, donde había unos expertos, todo fue muy rápido. Si bien aquí sacaron el nódulo, allá me hicieron una cirugía un poco más profunda para descartar cualquier foco que hubiese quedado esparcido, es un procedimiento bastante complejo, pero gracias a Dios todo estaba bien, no encontraron nada y se sacó lo que se tenía que sacar… Fui sometida a muchos exámenes para ver si no había metástasis por algún otro lado de mi cuerpo, entonces pude volver a Santa Cruz a tomar fuerzas, a tomar impulso, a llenarme de amor y de cariño, porque tengo que volver por un mes y medio, ya que me van a hacer un tratamiento preventivo que es parte de la rutina.
—¿Estás preparada para lo que se viene?
—Lo que viene sí o sí es radioterapia, de lunes a viernes, y depende de lo que diga mi oncóloga, recibiré quimioterapia. No le tengo miedo a la quimio ni a la radioterapia, me han dicho que no serán agresivas.
—Se especuló mucho sobre vos y el cáncer...
—Estoy curada, no me sacaron las prótesis ni los pechos, como dice la gente. Sé que se especuló mucho, es normal. Pero estoy bien, gracias a Dios.
—¿Qué le decís a otras mujeres que no están libres de pasar por lo que estás viviendo?
—Nosotras muchas veces por el trajín de la vida misma no tomamos atención a lo que Dios nos está queriendo decir que pasa con tu cuerpo; de repente sentimos un dolorcito y no le damos importancia y hay enfermedades que son silenciosas como ésta. ¡Háganse el autoexamen, por favor!, cuando están en casa, mirando tele, cuando se están bañando... háganse el recorrido que nos han enseñado con los dedos. A las que están luchando contra el diagnóstico les digo que no se dejen, actitud y mente positiva ante todo y mucha fe. Es a ellas a las que les digo ¡luchen!
—¿No te hablaron de amputar el seno?
—No me aterra la idea. Incluso yo sugerí que me lo saquen todo para acabar de raíz, pero mis doctores dijeron que no era necesario.
“Tuve fortaleza y nadie nunca me vio llorar”.
PERFIL
Nombre: Carla Morón
Modelo cruceña, figura de las Magníficas de Pablo Manzoni y conductora de televisión.
Tiene 34 años, se casó, y hace un año y medio que es madre de una niña.
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