El miércoles pasado, Remberto y Grover Echavarría recordaron, con evidente emoción, que ese día, 5 de mayo, el programa que crearon cumplía 47 años.
‘Radiodeporte’ nació inmediatamente después del Sudamericano de 1963, cuando otro programa histórico, “La verdad desde la cancha” (Cucho Vargas-Luis Lazarte, 1950) había aprobado su examen más difícil. Dije muchas veces que ese torneo y la enorme repercusión que tuvo mostraron que la radio era (sigue siendo) la gran informante del fútbol.
Ahora que han pasado los años, es posible afirmar que el programa de los hermanos Echavarría tomó el testimonio de todos los que antes fueron y lo ha mantenido en primer plano durante casi medio siglo.
Fueron justos, Grover y Remberto, al evocar a Jorge Hochmann (que se fue para siempre en 1993), locutor incomparable, compañero de los hermanos en el parto de ‘Radiodeporte’ y —por si fuese poco— creador con increíble esfuerzo de un libro, ‘La fiesta del fútbol’, que apareció en 1981 y fue (y sigue siendo) lo más completo sobre los clásicos paceños de la era profesional.
Lo del 5 de mayo en la noche no fue una anécdota más. Resultó la confirmación de que el deporte, pero esencialmente el fútbol, le debe mucho, muchísimo a la radio.
‘Radiodeporte’ nació inmediatamente después del Sudamericano de 1963, cuando otro programa histórico, “La verdad desde la cancha” (Cucho Vargas-Luis Lazarte, 1950) había aprobado su examen más difícil. Dije muchas veces que ese torneo y la enorme repercusión que tuvo mostraron que la radio era (sigue siendo) la gran informante del fútbol.
Ahora que han pasado los años, es posible afirmar que el programa de los hermanos Echavarría tomó el testimonio de todos los que antes fueron y lo ha mantenido en primer plano durante casi medio siglo.
Fueron justos, Grover y Remberto, al evocar a Jorge Hochmann (que se fue para siempre en 1993), locutor incomparable, compañero de los hermanos en el parto de ‘Radiodeporte’ y —por si fuese poco— creador con increíble esfuerzo de un libro, ‘La fiesta del fútbol’, que apareció en 1981 y fue (y sigue siendo) lo más completo sobre los clásicos paceños de la era profesional.
Lo del 5 de mayo en la noche no fue una anécdota más. Resultó la confirmación de que el deporte, pero esencialmente el fútbol, le debe mucho, muchísimo a la radio.
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