- Ay, (sonríe), ante todo, soy una mujer sincera, digo lo que pienso. Lo que tengo me ha costado esfuerzo. Me entrego enterita al público y no a pedacitos. Soy lo que ven.
- ¿Cómo ha conquistado a su audiencia?
- Yo soy auténtica. Si tengo que llorar lloro, si tengo que reír lo hago. A unos les gusta a otros no, pero está bien. Yo sólo seguí los pasos de doña Remedios Loza, ella fue mi ejemplo.
- ¿Le costó entrar a la Tv?
- El camino fue largo y sí, me costó porque a veces debes tener padrinos o apellido para entrar a la tele. Yo no tengo ninguno. Entré a los medios hace siete años y por necesidad: tenía que mantener a mi familia. Primero hice radio, luego pasé a la tele, primero CVC, Canal 13, RTP con la Wislla de La Justa, que yo creé. De ahí a PAT, hasta que llegué a Canal 7.
- ¿Le ha tocado vivir momentos difíciles frente a cámaras?
-Sin duda. Lo que pasó en Huanu Huanuni fue devastador. Mi casa se derrumbó: era mi trabajo de 15 años. Viví tres meses en alojamientos con mi familia, de un lado al otro. Me costó seguir adelante. Hubo personas que se aprovecharon de mi desgracia y pidieron ayuda a mi nombre, eso me dolió. Ahora acompaño a mi hermana en su lucha contra el cáncer. Yo siempre digo que Dios no te da más de lo que puedes soportar.
- ¿Cómo supera estos problemas?
- Dios me envió esas pruebas por un motivo, para seguir luchando, ahora más que nunca tengo que trabajar. Por eso tengo una fábrica de mantas, yo misma las diseño y atiendo pedidos. El mes de agosto volveré a la radio a un programa donde cocinaré. Ahora estoy viajando al exterior para conseguir cosas, para ayudar a mis mujeres trabajadoras. Cuando perdí mi casita le preguntaba a Dios por qué y ahora tengo la respuesta.
- ¿Seguirá en la televisión?
-Sí, pienso seguir por cinco años más. Por eso a fin de año me haré una estiradita de fachada (cirugía); no por coqueta, sino porque debo refrescar mi imagen en la televisión.
- ¿Qué no puede faltarle?
-Dios, todo puede faltarme menos Dios. Hasta para la muerte de mis hijas estoy preparada porque sé que son prestaditas, pero Dios no.
Los secretos de Justita
Su sazón
“Yo aprendí a cocinar de mi madre. Heredé su sazón y su recetario de 1938”.
Su hobby
“Yo voy al mercado a comprar lo que voy a cocinar. Hablo con todas mis caseras”.
Sus estudios
“Estoy tomando un curso de nutrición para enseñar cómo cocinar más sano”.
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