El estudio fotográfico de José María Criales, donde contrastan el blanco y negro, de pronto se transformó en el rincón tricolor de Bolivia, al sumergirse en la magia y calidez de mujeres y hombres de radio y televisión, los más escuchados y vistos.
No era la foto habitual, cada uno llegó al estudio cargando un poco de la riqueza de su región, un traje típico en sus maletas para lucirlo frente a las pantallas difusoras, las luces de relleno y la Nikon de José María.
“Súper”, “qué gran idea”, “gracias por pensar en mí”, fueron algunas expresiones de nuestros invitados.
El mes dedicado a la Patria se va, pero los protagonistas creen que la integración boliviana es posible, ya que la pujanza es nuestro mayor valor ciudadano.
“Dejemos de ser pesimistas”; “debemos valorarnos más”, coincidían, más si para todos el humor, los amigos, las “farras”, son propias de este país que disfruta de las reuniones familiares como las festivas.
Para Lizet López, que cuidaba el colorido y hermoso traje de la danza “pujllay”, estamos muy separados por lo que todos deberían contribuir a la unidad nacional.
Bebby Aponte deslumbró con su tipoy rojo y del mejor artesano de Santa Cruz de la Sierra, uno verde y blanco, lució Carola Castedo, quien, emocionada por la belleza del traje, se fue así.
Paola Medina consiguió su vestuario de diablesa del mejor bordador de Oruro mientras que Miriam Claros sacó a luz a la valluna de trenzas, artísticos aretes y un sombrero de perfecta línea y blancura.
Con la coca y el casco con linterna, Iván Cornejo asemejaba un minero; Jimmy Iturri hacía gala del poncho; Richard Pereira, con pañoleta amarilla, miraba la camisa chapaca de Rodrigo Zelaya; todo en medio de risas y bromas.
Cada llamada, cada contratiempo, quedaron superados por la gentileza de nuestros invitados. Desde La Guía, gracias.
Carola Castedo
“Bolivia, mi amado país”
La simpática cruceña no se imagina haber nacido en otro lugar. “Bolivia es un país diverso, con muchas culturas, hermoso folklore y gastronomía variada. No pensamos en lo positivo que tenemos y ese es nuestro mayor defecto. El futuro de Bolivia puede ser brillante cuando aprendamos a reconocernos, querernos y hermanarnos. La majestuosidad de la Chiquitania, el incomparable Salar de Uyuni y el sin igual Chapare, son una muestra de lo mucho que tenemos”.
Iván Cornejo
“ Es un país muy joven”
Nació en Potosí, pero le habría encantado nacer en alguna provincia potosina o en La Paz, su segunda casa. “Lo mejor que tiene Bolivia es su gente optimista. Entre los defectos, está la falta de unidad. Si a la unidad le sumamos optimismo, seremos mejores. No nos conocemos, tenemos diferencias y hay que superarlas. Visiten la Casa de la Moneda, la Laguna Colorada, el Salar de Uyuni, la pujante Santa Cruz y los incomparables paisajes que caracterizan a La Paz”.
Paola Medina
“ Es un país maravilloso”
Su amor por Oruro no la deja pensar en otro lugar para nacer. “Bolivia es un país diverso y maravilloso por cultura, riqueza natural, gente amable y trabajadora. El carnaval orureño, patrimonio de la UNESCO, es un destino turístico como el Lago Titicaca, donde se puede respirar paz, o pasear al atardecer en Trinidad. Lo mejor del país es su deliciosa gastronomía, su música típica, su gente, su historia y su defecto es el retraso la denominada hora boliviana”.
Richard Pereira
“Bolivia, diversa y única”
Este pandino considerado chuquisaqueño por crecer allí, no cambiaría a la paradisíaca Cobija que le vio nacer. “La diversidad geográfica y cultural es la característica sin par del país. Los bolivianos te pueden sorprender con sus reacciones, pero son sinceros y responsables. Su defecto es que apela a movimientos sociales para potenciar sus pedidos. Antes de morirse hay que visitar las misiones jesuitas de Santa Cruz, el carnaval de Oruro y la casa de la Libertad de Sucre”.
Lizet López
¡Como Bolivia, no hay!
De no haber nacido en Sucre, le habría gustado Tarija, por su gran parecido con la capital. “La diversidad cultural, gastronómica y étnica hace de Bolivia un país único. Mi tierra es un mundo de variedad visual y alegría. La Paz es la ciudad que acoge a todos y Santa Cruz la tierra de pujanza. Tenemos calidez humana y nuestros defectos los vivimos ahora con las diferencias. Somos una familia. Hay reconciliación y debe ser la unidad la que deba prevalecer”.
Jimmy Iturri
“Bolivia: una pasión”
Paceño, con antepasados participantes en la Junta Tuitiva y que escribieron el himno a La Paz. “Lo mejor de Bolivia es su gente. Su geografía sin igual, sus parques, el clima variado y los panorámicos miradores, hacen a La Paz digna de visitar. No olviden al majestuoso Titicaca y al Salar de Uyuni. Somos sumamente creativos, trabajadores cuando hay que trabajar y amantes de nuestro país. Hay defectos, pues nos gusta mucho chupar y ser impuntuales”.
Bebby Aponte
“Bolivia: mi casa”
Esta beniana de famosa e inconfundible voz, no se imagina nacer fuera de su tierra oriental. “La variedad de la gastronomía y la sencillez de la gente son algo que nos diferencia del resto del mundo. Los bolivianos somos humildes, pero nuestro defecto se nota en que somos bastantes rencorosos. Conozcan mi tierra, San Ignacio de Moxos, la zona de las huellas de dinosaurios en Sucre y el imponente Lago Tititcaca, que son destinos turísticos insuperables”.
Rodrigo Zelaya
“Un país hermoso”
Es un chapaco que no cambiaría su lugar de nacimiento. “Bolivia es un país diferente, uno de los pocos que tiene tantas diferencias unidas por el rojo, amarillo y verde. Los bolivianos somos muy conformistas y tenemos poca memoria, pero nuestra gente continúa sana y humilde. Por sus parajes incomparables, Tarija debe ser conocida, como la Chiquitanía y el Salar de Uyuni, que deben incorporarse en la agenda de todo aquel que planifica una buena vacación.
Miriam Claros
“Una tierra bendecida”
El amor por la llajta le impide cambiar los paisajes paradisiacos que la vieron nacer. “Bolivia es de gente trabajadora. Somos improvisadores, tenemos mucho talento en las manos aunque no sabemos explotarlo. Somos pedigüeños, esperamos que todo nos caiga del cielo, no nos esforzamos y bebemos demasiado. Cochabamba tiene todos los aires que se puedan imaginar y una gastronomía inigualable. Vean Santa Cruz y los atardeceres de Beni y Pando”.
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