La censura y la autocensura a la palabra y voz de la población y los medios de comunicación entraron en vigencia a partir de la aprobación del reglamento de la Ley 045 contra el racismo. En ese marco, los tradicionales “periodiquitos” de Alasita podrían ser víctimas de la censura y la autocensura; no obstante, algunos periodistas independientes consideran que los medios de prensa deben publicar los famosos y pequeños diarios humorísticos con respeto y sin miedo a la coacción.
El dirigente de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) René Carvajal, manifestó que los medios impresos tienen que perder el miedo a la coacción gubernamental y continuar con la tradición de publicar los periódicos de Alasita, que tienen como característica el humor político.
“Hay que perderle miedo al miedo y no hay que someterse, por lo tanto los periodiquitos de Alasita deben salir como siempre lo han hecho. Ahora todo es posible en cuanto a censura, pero este es un tema de responsabilidad con los lectores y es hora de que las empresas den la cara y seguir adelante”, dijo.
AUTORREGULACIÓN RESPONSABLE
Por su parte, el periodista Mario Espinoza, sostuvo que deben ser los propios medios y periodistas, quienes asuman la responsabilidad de los contenidos en las publicaciones de Alasita y que las imposiciones legales del Ejecutivo no son las adecuadas para tal fin.
“Debemos partir del hecho de que los periódicos de Alasita son básicamente humor. He visto más allá de la reglamentación y debemos asumir que el humor en algún rato ha dado paso a excesos, como algunos fotomontajes groseros y somos los periodistas quienes debemos regularnos, pero ser nosotros, lo que no tendría que hacerse es que mediante un reglamento o una ley traten de autocensurar o censurar”, expresó.
HUMOR COARTADO
Espinoza remarcó el carácter humorístico de los “periodiquitos” y se refirió al caso del programa de radio “Confidencias” que en el último tiempo eliminó la representación de los personajes políticos, como el presidente Evo Morales, luego de la aprobación y promulgación de la Ley 045.
“El caso del programa Confidencias me parece un exceso, porque quitar la representación del presidente Evo Morales no corresponde. Nadie en su sano juicio debería pensar que la representación del Presidente y su forma de hablar sea racista o discriminadora, de igual modo el ex presidente Sánchez de Lozada podría quejarse por la representación de su forma de hablar el castellano. Debemos entender que esto es humor ante todo”, finalizó.
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