Por primera vez en la historia, un papa, Benedicto XVI, respondió hoy a numerosas preguntas en un programa de televisión, en el que habló del alma y la resurrección de Jesús, así como del terremoto de Japón, en este Viernes Santo en el que la Iglesia conmemora la Pasión de Cristo.
Sentado en su despacho, con sotana blanca, el papa Ratzinger, de 84 años, contestó a siete preguntas provenientes de diferentes partes del mundo, en las que también pidió la pacificación de Costa de Marfil, el respeto de los cristianos en Irak y la reconstrucción de ese país.
Con voz suave, el anciano pontífice mostró su solidaridad a una niña japonesa de siete años que ha vivido la experiencia del terremoto y posterior tsunami que han sacudido a Japón y le reconoció que "no es justo" que los niños sufran mientras en otras partes otros viven muy cómodos, pero afirmó que sabe que Jesús sufrió como ellos lo están haciendo ahora "y está de vuestra parte".
Aseguró también a una madre italiana que tiene un hijo en coma vegetativo desde hace dos años que el alma del joven no le ha abandonado y sigue presente en el cuerpo, y que, si bien puede parecer que está "escondida", siente en profundidad el amor de los padres, aunque no entienda los detalles, las pala-bras.
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