- ¿Por qué se fue al extranjero?
- Por una cuestión laboral de mi esposo. Ganó un concurso de méritos de la Cooperación Danesa para trabajar en Nicaragua.
- ¿Te adaptaste rápidamente a ese país?
- No, me costó. Era la primera vez que salíamos a vivir como familia al exterior. Yo soy ‘mamá gallina’, que cuida siempre de sus pollitos. Me preocupaba la seguridad, llegamos a vivir a una casa como una fortaleza, con mucha seguridad y a eso no estaba acostumbrada, pero con el tiempo nos adaptamos.
- ¿Esa ciudad tiene alguna similitud con Santa Cruz?
- Sí, sobre todo su gente. Los ‘nicas’ son alegres, extrovertidos y amables, y hasta su acento al hablar es similar, lo único es que son más reservados, y eso es comprensible, porque durante muchos años vivieron una cruenta guerra civil. También se parece por la vegetación y el clima cálido.
- ¿Qué extrañabas?
- Todo. Soy muy querendona de mi tierra, de mis amigos y de mi familia. Ellos me alimentan el alma.
- ¿Cómo se veía Bolivia desde aquel país?
- Nos conocen muy poco. Cuando anunciaron que una boliviana iba a presentar el noticiario central del canal de televisión en que trabajaba, se admiraron, porque nunca antes habían visto a alguien de Bolivia.
- ¿Ya cicatrizaron las heridas de la guerra?
- La gente no habla de esa época, es como si ese periodo lo hubieran saltado en la historia, no la quieren recordar, seguramente porque les trae mucho dolor, no es tema de conversación. Nicaragua perdió una generación completa. Las huellas de la guerra se ven en las calles, en los semáforos con huecos de balas, en gente mutilada, en la desintegración de familias.
- Cambiando un poco de tema ¿tenías vida social allá?
- Sí, bastante. Tenía varios grupos de amigos, uno de ellos de bolivianos, otro de esposas de diplomáticos, de residentes latinoamericanos, un grupo de oración. Actividades sociales era lo que menos nos faltaba.
- ¿Cómo es la farándula nicaragüense?
- Muy movida, hay bastantes actividades, fiestas, festivales, desfiles de moda, concursos de belleza, cenas, muy parecida a la de acá. Hay boliches, restaurantes y discotecas. Hay muchos locales de cadenas de EEUU, todas las marcas de ropa y comida rápida. Nosotros íbamos a cócteles diplomáticos, reuniones de los grupos de amigos, eventos culturales.
- ¿Dónde trabajabas en Managua?
- Tuve la suerte de ingresar a un ‘pool’ de comunicación social muy interesante, el más importante de Nicaragua, que incluye el Canal de Noticias de Nicaragua (CDNN, donde fui la presentadora del noticiario central, en el periódico La Bolsa de Noticias, en asesoría de imagen y comercial de estos medios.
- ¿Presentaste alguna noticia de Bolivia?
- Sí, cuando el presidente Evo Morales visitaba Nicaragua informé sobre las actividades que él realizaba. Igualmente en el colegio de mis hijos, durante dos años seguidos, expusimos sobre Bolivia, su historia, cultura, folclore, culinaria, turismo y realidad social, eso fue emocionante.
La libertad de prensa es un derecho
Estuvo trabajando cinco años en la principal red de televisión de Nicaragua, la CDNN. Presentaba el noticiario central y estaba en contacto directo con las fuentes informativas.
Vithia dice que en Nicaragua no existe libertad de prensa, que los periodistas trabajan con temor, porque el gobierno quiere controlar la información y que siempre los favorezca. Eso ha llevado a que no se informe todo lo que sucede en ese país.
Los medios de comunicación no se animan a cuestionar, no hay investigación. Ha habido persecución y hasta asesinatos de periodistas. Teóricamente hay libertad de prensa, pero en la práctica hay restricción a la libre información.
Cree que la libre información es un derecho de todos los ciudadanos, en cualquier parte del mundo y que es uno de los principales pilares que sostiene la democracia.
“Llegué a querer ese país, porque me abrió sus puertas de par en par, me brindó su cariño. Por ello me duele lo que sucede en Nicaragua”, dijo.
Su perfil
Es cruceña de nacimiento, de alma y corazón, dice la misma Vithia Zubieta Wende. Comunicadora social de amplia trayectoria en la televisión. Se inició en Cristal de TV, luego estuvo en la Red Uno en la Paz y en Bolivisión en Santa Cruz y la sede de gobierno.
Desde hace 15 años está casada con Javier Callaú y es madre de dos hijos: Santiago (11) y Mateo (9). Actualmente trabaja en el área comercial de Cadena A y confiesa que si le dieran la oportunidad de volver a presentar noticias lo haría, porque el periodismo y las noticias son su pasión.
Dice que la televisión nacional la sorprendió gratamente, pues se ha modernizado, ya que se tienen programas no solo de noticias y farandula, sino que se investiga y se contrastan las fuentes. No le gusta el intento de querer amordazar al periodismo libre.
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