El recuerdo de los por entonces ‘avanzados’ años 90, cuando las noticias de las corresponsalías se enviaban por fax y en la redacción central eran copiadas por transcriptores, ahora adquiere un valor anecdótico, así como aquella larga aventura de esperar la llegada de una fotografía por medio de líneas telefónicas o la de cortar la cinta de un casete para editar el audio. Luego de la masificación del uso de la Internet, en los últimos 15 años, el vertiginoso desarrollo de las herramientas tecnológicas ha brindado al periodismo nuevas formas de llegar más rápido y fácilmente al público, pero además ha dado un giro a la forma de llevar adelante este oficio.
Para el comunicólogo Erick Torrico, el periodismo boliviano tiene varios desafíos, entre los principales están levantar los estándares técnicos y éticos de la profesión, así como conseguir mejores condiciones de trabajo en los medios y en el entorno sociopolítico.
En segunda instancia, señala Torrico, es importante conocer los recursos, lenguajes y potencialidades de las nuevas tecnologías para informar y orientar a la ciudadanía.
Actualmente, el tema de debate para quienes hacen periodismo y para los teóricos de la comunicación es ver la manera cómo el periodismo tradicional, llamado también analógico, asume las nuevas tecnologías y se sube al carro de lo digital.
Jorge Heili, consultor de Innovación de Prisa Digital en Madrid, asegura en su página http://jorgeheili.com que lo más importante es profundizar en cómo hacer mejor periodismo. “Si lo hacemos con infografía 3D, adelante; si lo hacemos en video, adelante; si lo hacemos en Twitter, adelante; si lo hacemos en un papel, adelante… Pero por favor, discutamos cómo hacer periodismo relevante. Hoy estamos todos maravillados con WikiLeaks… hagamos lo que tenemos que hacer, busquemos fuentes de información, seamos la piedra que molesta a todo aquel que quiere fastidiar a la sociedad, y el resultado vendrá solo”, escribe.
Yaqueline Maldonado es especialista en el tema y trabajó en elpais.com, actualmente dicta clases de periodismo en la NUR, asegura que será difícil lograr que el periodismo tradicional tenga un camino distinto al del digital y que como está ocurriendo en otras redacciones, como en las de España, ambas formas de hacer periodismo deben integrarse y los periodistas aprender a utilizar todas las herramientas que están a su alcance. Para ella, un periodista tiene que contar indispensablemente con un buen celular que grabe sonido, con el que pueda hacer videos y con el que pueda estar conectado de manera permanente a la Internet y a las redes sociales.
Por su parte, el periodista y escritor Fernando Molina considera que adquirir habilidades tecnológicas es fácil y que lo más importante sigue siendo la cultura del periodista. “Se necesita periodistas que sepan ir de un tema a sus antecedentes. Para esto deben tener una ‘enciclopedia’ que les permita hacer links y les enseñe dónde buscar. Ahora buscar es más fácil, pero saber qué se debe buscar sigue siendo tan demandante como en el siglo XIX”, sostiene Molina.
En Bolivia aún son contados los emprendimientos periodísticos digitales. Entre ellos están las páginas www.hoybolivia, www.erbol.com.bo y radiofides.com.
Para Maldonado, todavía hace falta que las páginas web aprovechen todas las ventajas de la nueva tecnología y permitan al lector o a la audiencia una información instantánea, interactiva y que se presente en variedad de formatos (o lo que se llama plataforma).
O sea, que una información que tenga audio, imagen, fotografía, video, que interactúe con la audiencia mediante las redes sociales y que se contextualice a partir de enlaces de hipertexto.
Decálogo del periodista digital
1. Generar debate. Jean Francois Fogel, maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano y responsable del sitio de internet de Le Monde, en Francia, sostiene que internet es el escenario perfecto para generar opinión y debates y desafiar a las audiencias a que se hagan parte activa de la información.
2. Coordinar comunidades. Estar al tanto de la interacción social, sintonizarse con sus intereses y darles visibilidad.
3. Bajarse del pedestal. Es necesario que los periodistas se liberen de su ego y aprendan a entender, valorar y aprovechar los intereses y la participación de las audiencias.
4. Convergencia. Identificar los puntos fuertes de cada medio para saber qué recursos puede aprovechar de cada uno.
5. Narración multimedia. Los usuarios necesitan contenidos con video, fotos, infografías, material descargable y enlaces a informaciones relacionadas.
6. Adaptación. El ritmo vertiginoso de la web exige que los contenidos circulen, se complementen, se transformen, se enlacen con gran rapidez y den paso a otros productos más relevantes cuando sea necesario.
7. Multiplicidad. La inmediatez que exige este medio crea un escenario en el que una sola persona puede encargarse de todo el proceso de producción de contenidos, debe ser el autor, el productor y el que publique su material.
8. Observar. Leer las estadísticas de tráfico y datos de usuarios, así como las visitas, contenidos más apetecidos, secciones y funcionalidades.
9. Coordinación. Lograr un entendimiento con el equipo de ingenieros informáticos que por motivos técnicos frenan sus iniciativas.
10. Cultura digital 2.0. Sumergirse en la cultura digital 2.0 significa tener una participación activa en redes sociales, canales de información, blogs y comunidades digitales. Además, conocer el lenguaje HTTP y el manejo de audio y sonido.
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