Los acordes de La pollera colorada (cumbia colombiana) ejecutados por una tradicional tamborita le arrancaron una sonrisa y unos pasos de baile a la famosa presentadora de CNN en español, Patricia Janiot.
Ella fue la invitada de honor del Café de la Siesta de EL DEBER y esta entabló una tertulia por demás de amena con nosotros.
“Las mujeres más lindas del mundo están en Santa Cruz, me dijo una vez mi padre”, contó para romper el hielo y confirmó que esta es su primera visita a Bolivia.
Sobriamente vestida, con un conjunto de dos piezas en tono marfil, zapatos de charol de taco bajo y su característico remolino de cabello en forma de ‘v’ en la frente se dejó ver como una mujer elegante, formal, con un excelente estado físico a sus 48 años.
Su aspiración de joven era especializarse en escenografía, pues estudió diseño, pero el virreinado de belleza de su país y el haber estado entre las 15 finalistas del Miss Mundo en 1984 le cambiaron los planes. Su acercamiento a las cámaras y la televisión terminaron por tentarla a estudiar la carrera de Comunicación, de la que ahora vive y a la que le debe toda su fama.
-¿Qué recuerdos guarda de su época de reina de belleza?
-Es una inspiración para mantenerme delgada, veo las fotos y digo: así era (risas).
-¿Cómo ve los concursos de belleza?
-Creer que la belleza no puede ir de la mano de la inteligencia es un tremendo error, hasta parece que es una filosofía discriminatoria. En mi país los certámenes son una fiesta nacional, es algo muy arraigado dentro de la cultura festiva del país, son parte de lo que somos. Cuando hablan de la imagen de un país diverso, uno de los ingredientes que lo hace más atractivo son sus mujeres bellas.
-¿Cómo hace para mantener el equilibrio entre ser madre, esposa y periodista?
-Esa es una lucha constante que tenemos las mujeres que trabajamos a tiempo completo. Afortunadamente trabajo en una cadena que funciona las 24 horas del día, entonces he tenido flexibilidad de horarios. Antes me partía en dos, iba al colegio de mis hijos, estaba con ellos, hacía tareas y salía corriendo otra vez al trabajo. Ahora tengo un horario de once a ocho. Estoy con ellos para cenar, aunque no siempre me esperan, pero estoy mucho más para ellos.
Pero por mucho tiempo me sentí culpable.
Juntos. Los invitados al Café de la Siesta y su anfitrión, Pedro Rivero Mercado.
-¿Qué hace para estar así de regia?
-¡Gracias! Me cuido muchísimo, aunque no con el dulce que es mi debilidad.
-¿Cómo es que terminó siendo comunicadora?
-Entré a estudiar Periodismo después de ser reina de belleza. Fui reina a punto de graduarme de Diseño y dibujo arquitectónico, pero después del reinado, como nos hacían muchas entrevistas, me empezaron a hacer ofertas para trabajar en la televisión.
En aquellas épocas para estar en cualquier medio se necesitaba una licencia de locución y debía pasar un examen que exigía el Ministerio de Comunicaciones. Hice el curso de locución que duró como ocho meses, que era una minicarrera de periodismo y ahí me di cuenta que me iba bien y pensé, si quiero trabajar en televisión y me quiero dedicar a esto lo voy a hacer como me gusta, bien. Me matriculé en la facultad de Comunicación Social de La Sabana en Bogotá. Empecé en radio y después en televisión.
Patricia admira el collar de sirari que le regalamos.
-Aquí es muy frecuente que las reinas de belleza entren a trabajar a los medios de comunicación ¿es necesario que se formen primero?
-Estoy convencida que necesitas tener una formación académica, ética, una conciencia social importantísima y un entrenamiento para manejar esos lenguajes tecnológicos que nos están sobrepasando día a día. Necesitas tener un entrenamiento para saber contar historias y manejar el lenguaje visual y multimedia que nos representa un desafío a todos los medios.
-¿Qué deben tomar en cuenta los jóvenes que están pensando optar por la carrera de Periodismo?
-Esto no es un trabajo de 9:00 a 17:00, es un oficio que requiere atención las 24 horas del día y te tiene que importar lo que pasa a tu alrededor. Los periodistas con nuestro trabajo podemos cambiar el mundo. Tienen que leer mucho, ser muy curiosos, dudar, ser escépticos. Ante todo las universidades deben educar a nuestros jóvenes para que desarrollen capacidad de análisis, para que se cuestionen y sepan marcar desafíos.
-¿La mujer periodista le da un plus a la profesión?
-En mi caso, siento que me muevo en ámbitos dominados por los hombres y creo que es mucho más fácil romper el hielo, sentir que la puerta se abre siendo mujer. Las mujeres nos hemos apropiado de esta profesión. Erróneamente hay entrevistados que piensan que porque eres mujer no tienes la capacidad de cuestionarlos y enfrentarlos. Esa subestimación juega a favor nuestro, nos da una ventaja.
-¿Tiene un lema de vida?
-Mi lema es ¿Y por qué no?
-En una entrevista que usted le hizo a su mamá ella la consideró como muy dura con sus entrevistados ¿es verdad?
-Mi madre siente que soy una contestataria, que cuestiono a la autoridad y el poder y una madre que no conoce la profesión se preocupa y cree que el hacer ciertas preguntas tal vez me cuesten el trabajo.
-¿Cuál ha sido el entrevistado que la ha puesto en aprietos?
-Con Vicente Fox (expresidente de México) tuvimos un episodio que fue titular en todos los periódicos y debate nacional. Nos había prometido una entrevista y no aparecía, en vivo lo llamábamos, y él no quería hablar de un tema puntual que era la construcción de un aeropuerto en Atenco, una población mexicana, donde los campesinos se oponían a su construcción, pues el Estado arrasaría con sus tierras. Él nos dijo: Yo hablo, pero no me pregunten de Atenco; por supuesto nosotros jamás íbamos a aceptar ese condicionamiento. Al fin, después de tanto convocarlo en vivo, apareció y esa pregunta fue la primera que le hice. Eso me recuerda un poco a lo que está pasando ahora en Bolivia...
-¿Alguna vez se ha sentido amenazada o intimidada?
-He sentido angustia después de algunas entrevistas a Pinochet, Menem, a la primera persona que señaló al presidente Samper de haber recibido dinero del narcotráfico... fueron momentos en que yo me quería ir derechito al aeropuerto. Son preguntas molestas que a nadie le gusta que le hagan, pero hay que hacerlas.
-¿Qué hay que hacer en casos de amedrentamiento?
-Dejar la cámara prendida y denunciarlos para hacerles saber que están expuestos al escrutinio público. Los que trabajamos en los medios podemos hacerlo.
-¿En el periodismo ha habido cambios en el transcurso de su vida profesional?
-El periodismo ha incorporado la audiencia, no tiene la verticalidad de antes. Ahora las audiencias hacen parte y hasta dictan nuestros contenidos, a veces nos informan desde las redes sociales. Cada vez los medios nos acercamos más a la gente y hemos ido desinstitucionalizando la agenda informativa.
-¿Qué percepción tiene de nuestro presidente a partir de las entrevistas que le ha hecho?
-Como todos los presidentes, trata de esquivar las respuestas incómodas. Pero nosotros con el presidente Morales hemos tenido una buena experiencia, no recuerdo que nos haya negado una entrevista, es muy abierto.
-¿Se lleva la misma imagen que tenía de Bolivia?
-Aquí estamos en calma, no he visto ninguna imagen que me transporte a la protesta que ha caracterizado nuestra cobertura de Bolivia. Aunque sé que con destino a La Paz hay muchas personas caminando e imagino que debe haber un trasfondo mucho mayor.
-¿Qué retos tiene la profesión hoy en día?
El tecnológico y el de mantener la independencia y la credibilidad. Hay mucha gente que no chequea fuentes, que hace un periodismo muy empírico e irresponsable. Al final si mantenemos esa credibilidad sobreviviremos.
¿Quién es ella?
Ángela Patricia Janiot Martinera, es una periodista, presentadora, reina de belleza y exmodelo nacida en Bucaramanga, Colombia en 1963. Sus padres son argentinos. Ella vive en Atlanta, Estados Unidos, donde es la presentadora y rostro principal de la cadena de noticias CNN en español.
Antes de vincularse al periodismo, Patricia incursionó en el modelaje; gracias a esto recibió la propuesta de representar a su departamento como Señorita Santander al Concurso Nacional de la Belleza en 1983. Se coronó como Señorita Colombia Mundo y representó a su país en el Miss Mundo en Londres en 1984 y quedó entre las 15 finalistas.
Está casada con un ciudadano argentino y tiene dos hijos, una adolescente de 16 años y otro de 13, ambos nacieron en EEUU.
Está desde la fundación de CNN en español en 1997 y asesoró al vicepresidente senior de la cadena. Vino a Bolivia a disertar sobre prensa y poder, traída por el Instituto Latinoamericano del Conocimiento (Inlacon) y la Escuela Internacional de Alta Gestión (EIAG).
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