Lianna Pérez - Lleva dos años como presentadora de ATB y se siente más confiada ante las cámaras

— ¿Cómo superó los temores que tuvo en el inicio de esta etapa?

— Yo soy muy autocrítica, siempre me estoy exigiendo y viendo el estado de las cosas para mejorarlas. A un principio, claro que estás insegura, pero ahora, gracias a mis compañeros de set y al equipo que tenemos, todo el trabajo es fácil y da gusto hacerlo. Comencé un poco tímida, callada y observando, pero todos me han dado mucha seguridad y hasta cuando algo sale mal, saben cómo reprenderte.

— ¿Siente que tiene más responsabilidades?

— Claro, porque como presentadora mi trabajo es guiar en la información. No podemos emitir un juicio de valor, pero podemos emitir un criterio y ese criterio implica tener conocimientos que se adquieren en la vida, no sólo porque seas presentadora.

— ¿Le gustaría ir a las calles a hacer notas?

— Sí, si me lo piden, lo hago. No tengo miedo a los retos y creo que ser periodista es un trabajo de mucha responsabilidad y, a veces, mal remunerado, porque es gente que sale y busca la noticia durante todo el día y yo tengo la responsabilidad de presentar esas notas.

— ¿Cómo se prepara?

— Las noticias no siempre son las mismas, el trabajo no te prepara para que tengas una cultura general, eso es de una. Si eres ajeno a tu propia realidad, no eres capaz de informar.

— Atrás quedaron los programas musicales, ¿ahora es una mujer sólo de noticias?

— La gente a la que le gusta la música te va a prestar tanta atención como aquella que ve las noticias. Es igual, pero yo me siento muy bien con lo que hago y tratando de satisfacer al exigente público paceño.

— ¿Por qué cree que es exigente?

— Yo creo que la belleza y el carisma te mantienen un tiempo, pero si no tienes con qué sustentar esa imagen, entonces te cambian. Además es nuestra cultura, muy diferente a las de otras ciudades, creo también porque somos sede y todo se concentra acá. Somos exigentes y queremos cosas de buena calidad.

— ¿Se siente una estrella?

— No, no creo que seamos así acá. Sí me felicitan por mi matrimonio y me comentan sobre el noticiero, pero eso quiere decir que si la gente me ve, debo mejorar cada día más y eso es algo que me dicen en el canal.

— ¿Se considera bonita?

— Sé que soy sabrosita (sonríe), pero prefiero que la gente me vea como una mujer inteligente más que bonita. No me interesa que me encajen en el estereotipo de presentadora Barbie o de espectáculos, quiero ser la mujer del siglo XXI, sin miedo a la belleza que tengo, pero quiero que me vean como una mujer preparada.

— ¿Se siente cómoda con su aspecto? ¿No le piden en ATB que adelgace o engorde?

— Yo estoy cómoda conmigo. Soy latina, tengo caderas y soy macanuda, como dicen. Me siento efervescente cuando salgo a la calle y, gracias a Dios, en ATB nunca me han molestado. Por eso, algo que yo nunca seré es raquítica o modelo de pasarela. No estoy pendiente de hacer dietas y, si de eso dependiera mi trabajo, no sé, se acabaría todo.

— Ahora disfruta del matrimonio. ¿Qué le gusta de esta etapa?

— Todo. Me encanta estar con mi marido, cocinar, ver que la casa esté impecable y pensar más adelante en tener hijos porque, eso sí, quiero una familia grande, con tres, cuatro o los hijos que Dios quiera. Verán en mí, panza tras panza en cuanto estemos preparados para ser padres.