Asbel Valenzuela - Está a cargo del ‘Súper Deportivo’ desde hace tres meses, tras la salida de Fernando Berdeja.

— ¿Qué cambió en el Súper deportivo ahora que es una producción de red Uno al cien por ciento?

— Creo que la calidad de las notas ahora es mayor. Tenemos a Ángela Apaza, que es la primera chica que le pone audio a nuestras notas y lo hace de manera extraordinaria; es un talento que hay que explotar y es muy joven como todos. Los del Súper, y creo que ésa es una ventaja, somos solteros, no rendimos cuentas a nadie y estamos comprometidos con la comunicación. Tenemos unidades móviles ahora porque necesitamos inmediatez y brindar toda la información.

— ¿Cómo está la relación con Fernando El Turco Berdeja?

— Yo lo respeto y le agradezco haberme dado la oportunidad y por creer en mi trabajo, no todos lo hacen, no todos se dan cuenta de que en la gente joven encuentras muchas herramientas. Hoy nos quedamos nosotros por cuestiones netamente del canal y algún rato nos iremos, pero seguimos con el trauma de querer ser los primeros y el desafío de intentarlo. Ahora mismo ya estamos presentando notas sobre las olimpiadas, tenemos mucha presencia en distintos horarios y ofrecemos cerca de 22 notas diariamente, producidas por nosotros, por talento boliviano.

— ¿Confía bastante en el producto que conduce?

— El problema con el boliviano es que no cree en sí mismo y yo creo que tenemos las mismas herramientas que el resto para hacer algo propio y de calidad. Quizás muchos piensan que copiamos, pero son horas y horas de edición para hacer cada nota y, si nosotros lo hacemos, por qué el resto no puede hacerlo. Yo creo que, en ese sentido, les sacamos ventaja a todos y la nueva generación se identifica con nosotros.

— ¿Por qué considera que el programa es el favorito del público?

— Somos una agenda verdadera y podemos cotejarla al día siguiente con las ediciones de periódicos; nosotros tratamos de marcar la agenda de manera permanente. No es necesario patear, sino qué de diferente le vamos a proponer a la gente. No busco primicias, ése es el viejo periodismo para mí.

— ¿Sabía que su voz desagrada a algunas personas?

— (Sonríe) A mí tampoco me gusta, pero es mi característica. No tengo buena voz, pero es algo que me identifica.

— ¿Mira a su competencia?

— Muy poco, siendo sincero; pero como productor debo ver todos los programas de la Tv, es mi obligación para saber dónde me muevo, aunque de ahí a encontrar algo novedoso, que me sorprenda y decir éste nos mató, no, y no lo digo con afán de soberbia, sino porque nos esforzamos tanto que creo que ellos nos miran a no-sotros. Yo confío mucho en el equipo humano que tenemos.

— Entonces, ¿ha sido mejor dejar de ser coproductor y llevar el mando?

— Ése es un tema aparte; yo siempre trabajé muy bien con El Turco. Hoy me toca asumir otro reto y con el canal también la paso muy bien.

— ¿No ha sentido la ausencia?

— Con El Turco siempre estuve bien conectado y él nos trató muy bien, así que cuando se fue, seguimos trabajando con la misma dedicación. Quizás se esperaba que el barco se vaya de nariz, pero no ha sido así.