Homero Simpson está otra vez desempleado. Pero en esta ocasión, un giro inesperado del destino lo trajo de Springfield a Santa Cruz, nada más y nada menos que acompañado de su antiguo jefe, el señor Burns. Al menos así nos lo hicieron creer con la magia de sus voces Humberto Vélez y Gabriel Chávez, los actores que dieron vida a estos personajes por más de 15 años. Llegaron invitados por Óscar Quevedo, propietario de INK Cartoon Studios, para impartir un taller el sábado 14 de abril. Compartieron sus impresiones acerca del arte del doblaje, los nuevos desafíos, y su salida precipitada del show. Todo matizado con ese humor ácido que convierte la oportunidad de conocerlos en una experiencia sencillamente... "Excelente".
¿Se sienten identificados con algunas características de sus personajes?
Gabriel: No. Le ponemos algo de nosotros a cada uno de ellos, pero nosotros no llevamos nada. El señor Burns no forma parte de mi identidad, porque no tenemos nada en común. Bueno, sí tenemos algo en común. A mí me gustan las mujeres. A Humberto le gustan los hombres (ríe).
Humberto: Hace 13 años que no bebo. Sería terrible que me parezca a Homero Simpson en ese aspecto. Si se necesitara tener algo del personaje para interpretarlo no tendríamos trabajo. Por ejemplo, si me lo pidieran yo no podría interpretar a un homosexual, porque no tengo nada que ver con ellos.
Gabriel: ¿Y por qué no lo intentas?
¿Cómo se encuentra el rubro del doblaje?
Gabriel: Sin alma. Para cualquier profesión lo primero que necesitas en vocación y es eso lo que se está perdiendo. Hay muchas personas interesadas en trabajar haciendo doblajes, pero no todas pueden hacerlo. Tú no por ejemplo porque no eres guapo (ríe).
Humberto: De capa caída. En franca decadencia en comparación a como se hacía antes. Ahora enciendes el televisor y ves personajes, como dice Gabriel, sin alma. Las voces no acomodan. A los viejitos los doblan con voces de jóvenes, y a los otros al revés. Ya no hay el suficiente profesionalismo para seleccionar las voces adecuadas. La calidad ha bajado en todo.
¿Qué diferencias existen entre un actor de doblajes en Estados Unidos y en Latinoamérica?
Humberto: Hay muchas diferencias. En el caso norteamericano, ellos hacen primero la voz y después hacen la animación. Los animadores se basan en las voces para recrear las acciones. Tienen más posibilidades creativas. Nosotros doblamos productos que ya vienen hechos. Tenemos que regirnos a lo que ya está. Tengo que recrearlo desde algo preestablecido. En segundo lugar, tienen una consideración importante para el empresario. Ellos les pagan un dineral porque respetan que son las voces originales. El actor que pone la voz de Homero en Estados Unidos, Dan Castella, llegó a ganar hasta $us 8 millones al año. Ahora le han recortado un poco el sueldo. A nosotros no nos pagan ni eso. Ellos pueden estudiar la carrera de voces, ejercerla y vivir de eso. Nosotros lo ejercemos pero también debemos manejar un taxi para poder sobrevivir.
Gabriel: Por lo menos nosotros nos la rifamos con los viajes y talleres. No la pasamos tan mal, pero no podemos decir que la industria nos trate bien.
No obstante la animación latinoamericana ha dado pasos agigantados los últimos años...
Humberto: Eso es verdad. Mientras la animación va para arriba, el doblaje va para abajo. En algún momento tendremos que asumir la necesidad de ir al mismo ritmo de la industria. Aunque todavía falta para igualar a la industria asiática o norteamericana. Los asiáticos son mejores en contenidos, y los norteamericanos en lo técnico. Nosotros no vamos a esa velocidad. Al doblaje le va a exigir que se ponga al día. Hay mejores animaciones.
¿Puede decirse que les ha llegado la fama con Los Simpons?
Humberto: Eso es relativo. ¿Tú ves mucha gente que haya venido hoy? (muestra sillas vacías durante la conferencia de prensa). Yo creo que hemos recibido el reconocimiento de los más fanáticos de la serie, los que siguieron nuestro trabajo desde el comienzo. Luego pues fama, si tú me hablas de fama yo no la veo...
La pregunta que todo fan se hace, ¿Por qué ya no hacen las voces? ¿En algún momento volverán?
Humberto: Nuestro alejamiento fue resultado de un conflicto en la empresa de doblaje y el sindicato de actores. Como nosotros formamos parte nos relacionaron. El sindicato perdió el pleito y nosotros perdimos nuestro trabajo. Hay maneras de volver, pero eso es cuestión de la empresa. Yo no me animaría a hablar por ellos, deben tener sus razones, pero hasta el momento se niegan a que volvamos a ser parte de eso que hacíamos desde hace muchos años.
Lo que sí se ve es que abundan las producciones internacionales en la televisión ¿Consideran que hay más posibilidades laborales?
Humberto: Sí, eso sí. No hay un solo canal en toda Latinoamérica que tenga una producción 100% propia, es más, muchos optan por programas enlatados que como vienen en el idioma original siempre van a necesitar que otros les doblen las voces. Entonces por eso lado tampoco nos podemos quejar.
Gabriel: (simula haber dormido) ¿Ya llegamos a la India?
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