Dr. House emitió el pasado lunes, en Estados Unidos, su último episodio en medio de la sorpresa de sus fanáticos que, tal vez, no podían imaginar cuál sería el destino del médico más antipático y querido de la Tv. Tras un especial de una hora, en el que se recogió lo mejor de la serie, el capítulo final, titulado Everybody dies, muestra a un Gregory House (Hugh Laurie) atrapado en una vieja fábrica en llamas junto a su paciente, un adicto a las drogas. Mientras inspecciona su vida, él se debate entre dos alternativas: quedarse y morir o volver a prisión por los próximos seis meses, lo que implica no pasar con su mejor amigo, quien tiene cáncer, los últimos meses de su vida.
Según elcomercio.pe, House intenta escapar, pero el edificio cae sobre él y su cuerpo es identificado gracias a los registros dentales. Sus compañeros asisten al funeral y todos cuentan la forma en que el médico del bastón tocó sus vidas. Hasta que llega el turno de James Wilson, el mejor amigo de House, que ahora deberá afrontar solo su cáncer terminal.
En medio de su discurso, recibe un mensaje de texto que dice: “Cállate, idiota”. Wilson encuentra a House en la escalera y éste le confiesa haber fingido su muerte para poder pasar los últimos meses con él. La última escena del episodio tiene a House y a Wilson poniéndose los cascos e iniciando su viaje en moto.
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