“Siempre quise hacer esto, ahora me lo puedo permitir. ¿Por qué esperar?”, confesaba Laurie a la revista Vanity Fair, refiriéndose a que deja el consultorio y el bastón de Gregory House para dar paso a otras facetas como pianista y como escritor. Prueba de ello es su segunda novela, Papier Soldier, y una gira presentando su álbum Let Them Talk.
House enloqueció, se enamoró, se operó a sí mismo en la bañera, entró a la cárcel y nunca cambió su forma de decir las cosas como las piensa y ofendiendo sensibilidades de pacientes y de sus propios colegas durante ocho años. Así transitó House, personaje inspirado en Sherlock Holmes. A Laurie, su protagonista, le valió dos Globos de Oro.
El actor británico se mudo a EEUU y dejó a su familia en Inglaterra tras aceptar ser el médico más irreverente de la Tv. Ahora, el actor de 50 años emprenderá nuevos rumbos. Ayer, en el Twitter de la serie, se hacia una cuenta regresiva y trivias para los fanáticos del programa rumbo al final. La foto principal era la del afamado doctor rompiendo su bastón y por detrás las palabras the end (el final).
House ha sido incluida en el Libro Guinness de los Récords como la serie más popular del mundo, con 81,8 millones de espectadores en 66 países. Su éxito no ha sido solamente con el público, sino que el fenómeno también se extiende a la crítica y a los premios: ha conseguido cuatro Emmy, además de 25 nominaciones, seis de las cuales fueron para Hugh Laurie como mejor actor de una serie dramática, explica 20minutos.es.
En EEUU, Fox fue la encargada de emitir este episodio en simultáneo con España. Para Latinoamérica, el canal Universal será el encargado de mostrar el capítulo número 22 de la serie llamado Todo el mundo muere, el mes de julio.
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