— Comencé en ATB muy jovencita, para mí fue un sueño hecho realidad trabajar en el canal. Creo que he permanecido en un solo canal por lealtad porque si bien tuve ofertas atractivas de otros medios, pero para mí siempre ha pesado más el trabajo, el cariño y el respeto con el cual me tratan en mi casa que es ATB.
— ¿Se siente una de las figuras importantes del canal?
— (Sonríe) Me considero parte de ATB y miembro de esta familia. Muchas veces mis exjefes me han dicho que soy imagen emblemática de ATB, patrimonio (sonríe) activo fijo y tantas cosas.
— ¿Cuál es la fórmula para estar 25 años en el mismo lugar?
— Creo que es no pelearse con nadie, ni llevarse mal con ninguna persona y responder con tolerancia a tus compañeros. No soy problemática y soy consecuente con lo que hago. Nunca hubo fricciones que me hagan pensar en irme. Es más, siempre he tenido más motivos para quedarme.
— ¿Su opinión es respetada en el canal a la hora de informar?
— Sí, es un canal en el cual nos escuchamos todos. Yo busco el punto de equilibrio, ser responsable con la noticia y la opinión. Se busca la contraparte y ésa es la manera en que acá hacemos las cosas.
— ¿No cree que sea una estrella?
— Festejo estos 25 años con humildad, sin mucha pompa, con los compañeros y los televidentes que me hacen sentir querida.
— ¿Qué sintió cuando vio el video que mostraba su recorrido en Tv?
— Mucha emoción. Fue gracioso ver cómo la moda ha ido cambiando y yo me veía con esos looks tan chistosos, de los 80, los 90 y ahí te das cuenta de cómo vas cambiando.
— ¿Se imaginó llegar a este punto?
— Es un cuarto de siglo trabajando y no, nunca pensé llegar hasta aquí, pero fui tras un sueño y aprovechando oportunidades. En este momento quiero agradecer a mis hijos, porque ellos han entendido mi trabajo y mi hija dice que quiere hacer lo que yo hago.
— ¿Qué lecciones recuerda?
— Antes todo era tan rudimentario: no habían celulares, ni computadoras. Tenía máquina de escribir y esas cosas que ahora no existen. Era difícil, fui testigo de la evolución en la Tv y no hay excusas para no estar bien informado en esta época. Lorenzo Carri me enseñó a hablar con propiedad. He tenido maestros como Lalo Lafaye, Wálter Peña y Carlos Mesa. Ellos han marcado lo que soy y me han dado lecciones que no se olvidan.
— ¿Le ofrecieron alguna vez irse a otros medios del exterior?
— Sí, yo era corresponsal para Sábado gigante, luego me pidieron que mande mis documentos y videos; me coquetearon, pero para mí era primordial terminar mi carrera. Amo Bolivia, amo La Paz. Si bien no es mi ciudad, acá tengo todo.
— Comenzó jovencita y, haciendo cálculos, pasó los 40. ¿Pensó en una cirugía para combatir el tiempo?
— (Sonríe) Yo creo que hay que envejecer con dignidad y lo estoy haciendo, disfrutando esta etapa a plenitud. Sólo me ayudo comiendo sano y sin excesos. La verdad, soy cobarde para eso de las cirugías; quizás más adelante.
— ¿Qué proyectos tiene?
— Tengo proyectos personales, una empresa personal. Estoy ultimando detalles para ello y ya se enterarán.
— ¿Sigue soltera?
— (Sonríe) No, tengo a alguien en mi corazón, también el amor de mis hijos, el trabajo y estoy muy feliz.
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