Mariela Salaverry Tiene 23 años y es conocida por ser ‘la chica del Zeta’

— ¿Cómo se siente en el personaje de Nina en la tercera temporada?

— Ya me siento más cómoda después de dos temporadas. Esta tercera fue más fácil hacerla para mí, porque ya entré en ritmo.

— ¿Se siente famosa?

— No, no me siento famosa. Zeta para mí es un trabajo y si bien aparecer en la Tv te da notoriedad, yo sigo en mis cosas: estudiando, actuando y tomando el mismo minibús todos los días (sonríe).

— ¿A qué se dedica cuando deja a Nina y vuelve a ser Mariela?

— Yo estudio Derecho, voy en quinto año. Soy fotógrafa aficionada y siempre camino con mi cámara de un lado a otro. Acabo de dirigir mi primer cortometraje y ya quiero acabar mi carrera, tengo que... porque no es algo que a mí me guste, fue más una mala decisión.

— ¿Por qué fue una mala decisión estudiar Derecho?

— Yo quería salirme en segundo año, pero mi mamá no me dejó porque debía terminar lo que había empezado. Antes detestaba el Derecho, pero no podía vivir pensando en que odiaba mi carrera. Por eso ahora voy encontrando cosas que van a servirme luego, puedo dedicarme al Derecho cultural o derechos de autor.

— ¿No pensó estudiar otra cosa?

— Claro que sí, pensé estudiar Cine, Sociología y otras carreras, pero debo terminar Derecho. Más adelante estudiaré Fotografía.

— ¿Qué le dice su mamá ahora que la ve en la Tv?

— Ahora me dice: “Vas a ir a trabajar”. Eso me encanta, que ella lo vea así. Yo hago teatro desde que estoy en el colegio, pero todos lo veían como un hobby y eso me enojaba. Yo dejé en claro desde entonces que actuar era lo que quería hacer el resto de mi vida. En ese sentido, Zeta me ayudó mucho porque ahora mi familia me apoya.

— ¿Cómo llegó Nina a su vida?

— Yo ya había hecho castings para diferentes producciones, llevaba dos años así y ya estaba cansada de eso. Cuando me hablaron de este casting para una miniserie me animé y me dije que sería la última vez. Fui y resultó.

— ¿Mariela se parece mucho a Nina?

— Creo que los actores tenemos algo de los personajes que interpretamos. A mí me gusta cómo ve Nina el mundo: es bastante crítica y dark.

— ¿Y cómo es Mariela?

— Me faltan muchas cosas por aprender. Soy medio loquita (sonríe), soy rara, no encajo en ningún estereotipo y me gusta ser así, ser diferente. Mucho de mi carácter se lo debo a mi grupo de teatro, Bugatir. Soy rebelde y eso me gusta.

— ¿Cree que Zeta cumple con el objetivo de educar?

— Sí, creo que la serie está haciendo una buena labor. Si bien a muchos no les gusta cómo está hecha, veo que otros, en especial los niños, son los que más están aprendiendo.

— En la serie se ve a Nina muy reticente al amor, ¿Mariela es igual?

— (Sonríe) No, para nada. Yo tengo mi chico, con quien estoy seis años, y yo sí creo en el amor y estoy bien... feliz (sonríe). Nina no es así, pero ya verán lo que pasa en esta tercera temporada.

— ¿En la calle le dicen Nina?

— No. Lo extraño es que nadie sabe que mi personaje se llama Nina (sonríe). Me dicen: “Ahí está la chica del Zeta” o “la chica Zeta”, pero deben saber que no es así (sonríe), es Nina y aún no es la chica del Zeta.

— ¿Cree que va a poder vivir a la larga del arte o quizás tendrá que recurrir al Derecho?

— Yo creo que sí se puede, sólo hay que esforzarse. Yo sé que voy a vivir del arte: no ganas mucho, pero eso es lo que me gusta y me hace feliz.