Roberto 'Chichi' Kim, conductor de la batidora recuerda su niñez en el campo y su recorrido hasta la TV.

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Martes, 25 de Septiembre, 2012
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'De toco a silla fue una aventura de aprendizaje'
Roberto 'Chichi' Kim, conductor de la batidora recuerda su niñez en el campo y su recorrido hasta la TV.
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Acerca del autor:
Maria-Jose-Ferrel-
María José Ferrel
e-mail: Elsol@edadsa.com.bo
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Ref. Foto: Roberto 'Chichi' Kim:'Falta mucho por hacer de nuestra parte los teatreros y falta apoyo que no sean solo palabras de aliento en un discurso'.

Es imposible no sentirse cómoda y alegre cuando uno está delante de Roberto “Chichi” Kim, lo interesante de su personalidad es lo multifacético que puede llegar a ser, por eso aquí es el elegido de Protagonista. Por una carrera en teatro y un futuro que se vislumbra con éxito en la pantalla chica.

¿Dónde nace y crece? ¿Qué personaje de infancia recuerda? En Santa Cruz, y me crié en una granja en el km 9 al norte. Rodeado de vacas, pollos, chanchos, caballos, caluchas, chaicitas, mosquitos, niguas, alambres de púas, mucho pasto y un arroyo. Jugando en la tierra y casi siempre descalzo con dos o tres heridas en alguna parte de mis piernas y brazos (risas).Hay muchos personajes de infancia que recuerdo, desde El Chavo del Ocho, Capitán Futuro, la Pequeña Lulú, Marino Boy, Ultra Seven o Cantinfla's Show.

¿Cómo empieza su inclinación por el teatro, el arte en general? Siempre me gustó dibujar, bailar, a ratos escribía poesía y esas cosas, pero nunca había entrado a un taller ni nada por el estilo. Creo que tiene que ver un poco la genética (risas), mis hermanos también dibujaban o escribían y tengo muchos parientes y antepasados por allá en Japón y Corea que tienen algo que ver con el arte.

¿Cuáles fueron sus primeros pininos en el teatro? El teatro por accidente, en colegio pasé justo por donde ensayaban una obra mis compañeros para el Festival Intercursos de Teatro de La Salle, vi a mi compañero japonés que tenía que hacer de cocinero chino, como no lo hacía tan bien, me las di de crítico como todo buen público y al mostrarle cómo yo pensaba que se debería hacer, me dieron el papel a mí. Y de ahí cuando entré a la UPSA en el '94 volviendo de La Paz, quería entrar a los talleres de danza, pero todavía no habían y el profesor Edgar Lora me convenció de entrar a los talleres de teatro mientras tanto, al grupo “Larca”, que recién se estaba fundando. Entré y nunca más volví a la danza, y hasta terminé dirigiendo el grupo un par de años.

¿Qué significó para usted la escuela de teatro? La Escuela Nacional de Teatro fue un gran cambio en mi vida. Para empezar, cambié de profesión, era administrador en un aserradero y luego ejecutivo de ventas en una constructora. Significó también aprender en 4 años lo que podría tardarme 10 a 15 años en materia teatral, un salto muy grande en cuanto a la comprensión y el aprendizaje del teatro.

¿Cómo ve el movimiento teatral actual en Santa Cruz? En 20 años ha crecido muchísimo. Tuvo un boom de crecimiento con el “Festival Internacional de Teatro” que se da cada dos años y con la “Escuela Nacional de Teatro” después, que originó más actores, compañías de teatro, talleres, pero aún falta más, falta más apoyo de las instituciones, falta apoyo de las autoridades que ponen al arte en el último escalón de las necesidades de la ciudad, faltan salas de teatro, no todo tiene que ser por el Casco Viejo.

¿Qué le dejó la experiencia en educación ciudadana con su programa? La verdad que “De Toco a Silla” fue una aventura increíble de aprendizaje constante, retos, anécdotas, alegrías, mucho trabajo creativo, diversión y muchas amistades y sonrisas. Me abrió las puertas a los medios de comunicación, me enseñó bastante sobre actuación, humor aplicado a un contexto, creación de personajes, educación ciudadana, el respeto al otro, el trabajo en equipo, la resolución de problemas inverosímiles (risas) y más que todo, me dejó muchísimas satisfacciones personales. Me dejó con ganas de más, porque sería increíble poder volver a hacer “De Toco a Silla”, ya su tercera temporada.

¿Cómo empezó a trabajar en La Batidora? ¿Qué es lo más divertido? Pues trabajando con la compañía “Ditirambo”, me tocó ser parte del elenco en la obra “El Corral de Bernarda” para la inauguración del Festival Internacional de Teatro del 2011, y casualmente fue la obra más presentada y comentada del festival. Nos invitaron a entrevistas a varios medios, pero cuando tocó participar de la invitación que nos hicieron en la “Batidora”, nadie de mis compañeros fue por diversos motivos. Así que cuando llego ahí, pregunto “¿Qué hago?” Y Maxi Correa me dice “Andá jugando y participando del programa con los chicos y en algún momento ellos te van a ir entrevistando”. Bueno, me divertí muchísimo y hubo química instantáneamente, y a los dos días tuve una entrevista en el canal, y ya, comencé a divertirme en La Batidora desde el 13 de mayo del 2011.