Para un profesional de la fotografía, y en este caso un servidor del fútbol —como es su trabajo—, ¿qué lo marcó más de un tiempo a esta parte?
Ciertamente, hay experiencias que las tenemos claramente diferenciadas y que tienen que ver con nuestro quehacer en un campo de fútbol. En mi caso, recuerdo que mi primera cobertura fue a la Selección que fue al Mundial de EEUU el ’94, que levantó pasiones y unió a todo el país, así como brillaban con luces propias talentosos jugadores como los Etcheverry, los Sánchez, los Trucco, pero habían otros que se rompían trabajando para que no les deje el tren.
Usted, que sigue a la Selección Nacional, ¿qué percepción tiene a propósito de este nuevo ciclo?
Sí que hay diferencia, veo que éste se diferencia del anterior periodo por la seriedad con la que se está trabajando en el presente. Veo que las distracciones no tienen cabida y los jugadores se ponen a tono con lo que quiere el profesor Azkargorta.
En su labor, ¿qué diferencias, entre sus inicios y el presente?
Aquí las cosas se han revolucionado de tal manera que el rigor de los adelantos que trajo aparejada la tecnología definitivamente nos llevó a otra órbita, porque las cámaras digitales hablan por sí solas.
Querra decir que se ha simplificado esta labor, y las tomas se han optimizado profesionalmente.
Eso es tal cual. Las cámaras digitales le miden la luz y la distancia en forma automática, lo que antes no sucedía, porque a pesar de contar con buen equipo no podía uno prescindir de un buen manejo del lente para medir su apertura y el metraje para que la toma esté en “foco”.
En términos de tiempo para lograr el producto, ¿cómo se expresa en el presente con lo que se hacía antes?
No hay punto de comparación.
Antes, más allá de tener las tomas en la máquina, se sucedía al menos dos horas si no más de encarar trabajo de laboratorio, esto es desde el revelado de la película, el secado y la elección de la mejores tomas, y en caso efectuar un retoque para plasmar la foto elegida.
Ahora, en tiempo real, enviamos por FTP imágenes desde el campo de juego hasta la mesa de la central de nuestra agencia, AFP, organización que está en Uruguay y es la que centraliza todo el trabajo de Latinoamérica.
En el medio nacional ¿hay un recambio? como sucede con los jugadores de la Selección Nacional de fútbol.
Sí, quedan contados de aquellos compañeros de oficio que ya tenían experiencia ganada cuando yo comenzaba; puedo citar a Andrés Rojas, Yamil Chávez, Juan Aranda, Ángel Illanes, Pepe Lavayen, Policarpio Quentasi y por ahí algún otro fotógrafo.
¿Qué anécdota recuerda?
Una del Mundial Sub-20, en Colombia. Hice cobertura del torneo en su serie “E”, en la que figuraban Inglaterra, Guatemala, Arabia Saudita y Nigeria. Fui al cierre de los aprestos de los africanos, y como los ponchillos no llevaban numeración, mi descuido me puso en apuros, porque no tenía claro la identificación de los jugadores, porque todos eran de color y ni como identificarlos porque todos parecían tener el mismo encaje de cara y no había cómo identificarlos para los pies de fotografía.
“Todo fotoperiodista ambiciona llegar a una agencia internacional de noticias, porque es ahí donde se entrega un trabajo acabado y cánones para consolidarse profesionalmente”.
“Esta actividad da margen para cumplir misiones en el exterior, los mismos que tienen que ver con eventos importantes. La más reciente: el Mundial Sub-20, en Colombia”.
Consejos
“Debo exteriorizar mi reconocimiento a Lucio Flores, profesional de este rubro de la fotografía que era jefe de área en el periódico La Razón, quien me daba consejos que a la postre me ayudaron para consolidarme, porque me hizo ver que tenía cualidades que ahora me han dado la posibilidad de estar trabajando una década en una agencia internacional como es AFP”.
Velarde
“Fue casual mi incursión en el terreno fotográfico. Alfonso Galves, un amigo me llevó a trabajar en el laboratorio Full color a poco de llegar de mis pagos (pueblo), de Reyes (Beni), y después, en 1993, tuve mi primera experiencia en El Diario y después Última Hora y Presencia. En este último, el periodista Miguel Velarde también me marcó”.
Los pagos
“Los caballos y la ganadería forman parte del entorno de mi natal Reyes y que por ahora quedó atrás, pero en la vacación empaco las cosas y con Gloria (Méndez), mi esposa, y mis hijos, Fabián, Aizar y Valentina, nos vamos para pasar momentos gratos junto a mi familia, que optó por seguir en el pueblo”.
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