Ninozka Crespo, morena de 28 años es presentadora del noticiero en la Red ATB y madre de un niño de 1 año y 8 meses.
“Cuando uno ama lo que hace, nada es imposible. Pude conjugar ambas cosas. El ser mamá es una motivación sentimental, me hace tener energía doblemente”, expresa la conductora.
EN TELEVISIÓN Su incursión en la pantalla televisiva fue producto del azar, pues nunca contempló la posibilidad de trabajar en ella. “Cuando hacía taller de tele en la universidad, prefería hacer de camarógrafo", describe entre risas, dejando ver que su timidez la hacía evitar exponerse.
"Es algo increíble, nunca se me había pasado por la cabeza que iría a vivir esto”, confiesa.
Si bien la televisión la ayudó a desafiar su inhibición, aún conserva vestigios: “Soy tímida ante la gente, pero logré disimularlo ante las cámaras”, dice dejando escapar una enérgica carcajada. "¿Se nota?", agrega.
Al culminar el colegio decidió adoptar el periodismo en su vida por su deseo de colaborar con la sociedad, Ninozka aún conserva en su interior esa cualidad. “El periodismo debe estar al servicio social. Esa es la labor principal del verdadero profesional”, afirma.
Siendo madre de un bebé, su grado de sensibilidad ante los hechos que suceden a su alrededor se agudizó. Con evidente emotividad expresada en sus ojos, comparte que las noticias negativas la “trauman”, aunque intenta no llevarlas a su hogar.
"Me he vuelto más vulnerable. Sufro, vivo y siento los hechos que suceden. Trato de alejar ese tipo de cosas negativas de mi núcleo familiar. Sin embargo, no es fácil lograrlo y muchas veces me llevo depresión, sobre todo las noticias que tienen que ver con niños. Como madre, no puedo dejar de asociar el sufrimiento de un niño", relata la comunicadora.
Durante su paso por el colegio, Ninozka pensó en la posibilidad de ser maestra de kinder. "Me encantan los niños. También quería ser bajista en un grupo de música".
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