¿Era una cuenta pendiente hacer un programa en radio?
Hace mucho tiempo que lo deseaba. Mis amigos y mi familia saben que era un sueño para mí, por eso lo han festejado. La radio tiene esa belleza que es poder tener contacto directo con las personas.
¿Cómo surge esta oportunidad?
Hace unas tres semanas me llamó Andrés Gómez Vela, director de Erbol, para preguntarme si tenía interés de hacerme cargo de la revista. Le dije que era un regalo de Dios, porque siempre fue un proyecto hacer radio. Cuando me llamó no lo dudé.
¿Por qué con Erbol?
Son casi 200 las radios que forman la familia de Erbol. Es un equipo maravilloso de profesionales. No voy a pagar por el espacio, ellos tienen todo, pero creo que yo también puedo aportar. Vamos a estar en contacto con todo el país, y, por el contenido de esta red la idea me fascinó. Por el lado profesional creo que aquí hay una suma de intereses y valores que coinciden, y que rematan en algo que tenemos en común: la pasión por hacer buen periodismo. Es decir, responsable, donde la prioridad sea la información, contarle a la gente las noticias de la manera más honesta posible. Y no digo que el periodismo sea inmaculado, sé que es imposible ser imparcial, pero no se puede utilizar un instrumento, un medio de comunicación para decir una mentira, o para favorecer o desfavorecer a otro cuando tu deber es informar.
¿Cuál será la estructura?
Lo bueno es que ya tiene un formato definido, tiene varios segmentos, voy a tener invitados especiales, contactos telefónicos con los oyentes, enlaces con todos los departamentos. Habrá deportes, cultura, policiales, costumbres y tradiciones de Santa Cruz y música. ¡Las dos horas se me van a pasar volando!
¿Creés que podrías aportar algo nuevo, que no tuviera la revista hasta ahora?
Me gustaría poder incorporar varios segmentos, ya lo tengo conversado. Quiero algo que tiene que ver con la medicina, pero no hablar solo de la enfermedad física, sino de la salud mental, emocional, que se pueden tocar a profundidad y que no son temas sencillos. Cuando el Dr. Douglas Villarroel presentó su libro me di cuenta de la necesidad de la gente de preguntar sobre esos temas, la gente tiene muchas dudas. Él es una de las personas que quisiera que estuviera en la revista, al igual que el siquiatra Ronald Jiménez que además de ser excelentes profesionales son comunicadores natos.
¿El semanario continuará?
Estuve a punto de cerrar en marzo, cuando cumplimos 10 años. El problema es que en el inicio tenía apoyo, incluso de las petroleras, como Petrobras, pero desde la ‘nacionalización’ estoy batallando para mantenerlo. El contenido que tiene es político y crítico. Eso hace muy difícil conseguir apoyo. Nunca lo tuve del Gobierno nacional ni del municipal. Sí lo recibí, e incondicional, de las tres cooperativas, a pesar de haber sido crítica de ellas en su momento. Tengo amigos que me dicen que vale la pena seguir y estamos haciendo una campaña para fortalecerlo. Pero una da batalla hasta donde puede. Lo que me agarra es la libertad de poder hacer los temas que uno quiere, sin que nadie te diga ni qué poner ni cuántos caracteres escribir. Qué hermoso sería hacer periodismo sin tener que preocuparse por la plata
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