Un día me pidieron urgente un conductor, revisé mi lista de talentos y el panorama era desolador. Hay una escasez de hombres para las noticias.
Alberto Pérez, reportero policial de PAT, ya se codea con experimentados conductores. Su fuerte es el manejo de datos policiales y conocimiento del escenario de los hechos, proyecta credibilidad, posee un timbre de voz ideal para la crónica roja y ya se perfila como un presentador especializado.
Fernando Eid, de El Mañanero, tiene muchas ventajas como telegenia, dicción, fluidez en expresión oral y una facilidad única para contar historias a partir de pocos datos. Su imagen todavía es juvenil, pero tiene una madurez intelectual necesaria a la hora de transmitir noticias o entrevistar.
Marco Antelo saltó de un programa de juegos a Hola País en PAT. Fogueado en la improvisación, el modelaje y producciones livianas, ahora sincroniza su carácter, siempre amable y sonriente, con el equipo de la revista. Casi está listo para leer un informativo después de intensivas clases de locución.
A David Sapiencia le tocó, por azares de la vida, roles secundarios en programas periodísticos, tiene posiciones críticas interesantes e ideales para ser comentarista, pero su perfil intelectual baja abruptamente cuando le hacen bailar, jugar o narrar una pasarela de biquinis. Con una buena dirección y consolidando una imagen más seria, tiene un buen futuro. Por lo pronto, en la televisión cruceña no hay sucesores de informativistas de trayectoria como Jorge Arias, Óscar Vargas, Jorge Robles o José Gary Áñez
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