Mario Espinoza y “Gringo” Gonzales "Somos diferentes y eso es lo que nos une y complementa"

“Dos tipos de espíritu guerrero, combativos, a quienes les gusta la polémica”, así son Mario Espinoza y José Alberto “Gringo” Gonzales, conductores de Pan y Circo.

El programa de debates, que ya está dos meses en las pantallas de Cadena “A”, de lunes a viernes, de 18.30 a 19.30 horas, marcó el reencuentro de estos experimentados periodistas, que ya trabajaron juntos hace algo más de 10 años en el memorable PAT de antaño.

La iniciativa de volver a conducir surgió de Gonzales. “Teníamos que salir en el 7 (Bolivia TV), pero no pudimos acomodar los horarios y luego los amigos de Cadena A llamaron y ahí se armó (el programa)”, recuerda “Gringo”.

El nombre lo puso Gonzales. “A mí no se me hubiera ocurrido, pero inmediatamente lo acepté. Me parece una buena cosa para este momento, me parece incluso irrespetuoso, algo cínico y es que aquí ponemos demasiado circo. He aprendido que lo que hacemos es ironía y la ironía no es otra cosa que la verdad dicha con humor, ese es el concepto de circo, pan hasta ahora no he tenido”, explica, entre risas, Mario (M).

Para el Gringo (G), la vida es así, “un poco de alegría y un poco de tristeza”. “Otros le están buscando más bien una connotación al origen mismo de la frase, que es el manejo político, que el pueblo está tranquilo mientras le das pan y circo, pero lo nuestro no va por ahí, yo creo que es una síntesis de lo que es la vida, un poco de pan, un poco de circo, es lo que estamos tratando de ofrecer”, comenta.

LG: Siendo dos conductores de diferente carácter, ¿quién pone el pan y quién el circo?

G: Alternamos los dos.

M: Sorteamos y el que pierde da las dos cosas (sonríe).

LG: ¿Qué formato tiene el programa?

G: Es complicado encasillarlo. Generalmente los que debaten son los invitados o eventualmente el conductor con alguno de los invitados, pero que dos periodistas se pongan a discutir y a plantear sus puntos de vista, además en el tono que lo hacemos, serio, pero en forma más coloquial y distendida, no lo he visto. Pan y Circo es un programa periodístico porque usamos las noticias como materia prima, y el formato creo que viene de nuestro antecedente en PAT, cuando teníamos el noticiero en la mañana, ahí un poco nos desencontrábamos con Mario. El objetivo fue recuperar ese viejo espacio que mucha gente nos reclamaba. Es una cuestión que se ha dado de manera espontánea, no la planificamos. Ahora tampoco “guioneamos”… entre nosotros no sabemos qué vamos a decir Mario o yo. Lo único que acordamos son los invitados, vamos armando nuestra agenda, pero el resto de los temas es una cuestión no planeada.

M: Recuerdo un programa que se hizo más o menos con este estilo, pero tocando un tema distinto. Extrañamente se llamaba Pan y Vino, que lo hacía Carlos Mesa con Toto Salcedo. Carlos muy hábilmente lo llevaba a Salcedo a usar la razón en un tema que no usa razón, que es la religión. Carlos le daba unas palizas al pobre Toto… Aunque claro, esto es distinto porque nosotros usamos cosas que se razona, que se piensa y si bien discrepamos en temas como el deporte, en política es más complicado porque más que política, yo hago un ejercicio de muchísima tolerancia con Gringo (sonríe)… democracia absoluta… nos decimos cosas a veces subidas, pero con absoluto respeto a lo que cada uno piensa, si es que alguno piensa, obviamente (sonríe). Es un ejercicio periodístico y de democracia, donde la idea de pensar diferente no es pensar en contra.

LG: ¿Cómo eligen los temas y las entrevistas?

G: En función a la coyuntura. El problema es que podríamos hacer entrevistas mucho más profundas, pero lamentablemente el tiempo es nuestro enemigo. Si contabilizamos bien, tenemos apenas en el aire con suerte como 40 minutos.

M: Lo lindo es que me encuentro con una persona que a pesar de ser muy jovencito (Gringo), tiene un bagaje de conocimiento muy interesante. Es importante combinar esas cosas, ¿no?

G: Tenemos muchas coincidencias a pesar de todas las desavenencias.

LG: ¿Qué es lo mejor y lo peor de estar en un horario poco convencional?

G: Lo negativo es que cuando salimos con Mario y observamos la cantidad de gente que vemos en la calle, decimos: “Toda esta gente no nos ve porque está saliendo del trabajo, yendo a su casa o a la universidad”. Sin embargo, lo ventajoso es que se está abriendo un nuevo espacio en esa hora, porque ahora veo que ya están saliendo otros programas con contenidos bastante parecidos.

M: A mí me parece sensacional porque me puedo ir al cine más tarde (risas) y no me parte la tarde. Lo interesante es que se está cambiando los hábitos. Mucha gente me ha dicho: “Lo mejor que tiene (el programa) es el horario porque en mi oficina te veo” y, claro, yo digo seguramente vas a recibir doble aguinaldo por lo que me ves (sonríe). El “Gringo” alguna vez puso el horario de las 6 de la mañana, cuando a las 6 era oscuro y prender un televisor ni en chiste, pero ahora todos están en los canales a las 6 de la mañana, eso es interesante, hay cosas que se van haciendo en el camino.

LG: Qué pasa con los acalorados debates, ¿son intencionales?, ¿cómo calman los ánimos?

M: Generalmente vamos a la pausa (sonríe).

G: Somos diferentes con Mario y eso es lo que nos une y nos complementa. Él tiene posiciones asumidas sobre diferentes cuestiones y yo tengo las mías y cuando surge cualquier cosita por ahí… es como acercar un fósforo a pólvora y ahí explota… entonces él defiende de manera muy inteligente y sagaz sus posiciones y yo más bien apelo a lo emotivo, al apasionamiento, al calor de las cosas. Pero nunca hemos llegado al extremo de meternos en temas personales. Discutimos sobre las cosas, no sobre nosotros, esa es la diferencia, somos respetuosos, somos dos tipos de espíritu guerrero, combativos, no somos de escaparnos, nos gusta la polémica.

M: Te digo algo más, terminado el programa, no volvemos a tocar el tema. Yo me bajo (en auto) con “Gringo” todos los días a cambio de unos pesos que me da para la gasolina (sonríe), lo llevo hasta su casa y no me dice: “¿Por qué has dicho esto?”, nunca, generalmente hablamos de chicas, yo, él no (sonríe).

LG: ¿Alguna anécdota?

M: Son las discusiones que a veces tenemos muy fuertes y se me va la lengua, tengo ese problema, mi lengua es más rápida que mi cerebro y estoy seguro que algún día mis sarcasmos me van a llevar a algún hospital (sonríe).

G: Lo que yo noto aquí, así como anécdota y no lo había visto antes, es que los chicos que trabajan con nosotros tienen sus preferencias claramente definidas (sonríe).

M: Hay algunos que me quisieran matar y otros pagarían a alguien para que me maten (sonríe). Al “Gringo” lo aman, yo soy el chico malo, soy más la razón por encima de la pasión, y él sabe muy bien manipular los sentimientos de la gente.

LG: ¿Hay algún programa que recuerden con cariño?

M: El día en que me pagaron (ríe), ese fue un buen día.

G: Yo creo que el primero, volver (a conducir) con Mario… Me emocioné mucho, no fue fácil porque pasamos mucho tiempo en negociaciones, creo que es el programa que más nos ha costado hacer con Mario. Y también fue muy divertido porque entrevistamos a la presidenta del senado, que es muy seria, que jamás se ríe, pero terminó riéndose. Y claro, después salir y que la gente te recuerde, te hable y te diga: “Pucha…qué bien que han vuelto”.

M: La gente del gobierno, sobre todo, tiene un mal feeling conmigo. Creen que los voy a patear en el suelo y no es así. Me da vergüenza saber que alguien me tenga miedo porque uno hace preguntas, pero las veces que ha venido gente del gobierno, al margen de un mal chiste que le hice a un senador o diputado, creo que se fue contenta… No quiero que nadie se sienta agredido, no soy fiscal ni juez, a veces digo cosas y tengo una posición ideológica como todos, pero trato de ser ecuánime, equilibrado, básicamente eso es periodismo, cuestionar… y ojalá todos sigan viniendo, ¿no?

LG: ¿Cómo creen que recibió el programa el público?

G: Por lo que escuché, bien, muchas personas me han hablado en la calle y están contentas, les ha parecido saludable. Mucha gente me dice: “Me divierto mucho con ustedes”, ese tipo de cosas son alentadoras, sobre todo de gente mayor y niños aunque no creas.

M: Los de 2, 3 años lo entienden mucho al Gringo (sonríe). Hay gente que nos sigue, no hay duda, es decir, se acuerdan por nuestro paso por PAT y dicen qué lindo.

LG: ¿Qué se viene al año con Pan y Circo?

G: No sabemos, nos gustaría tener muchas cosas que no las tenemos. Vamos a tratar de consolidar el programa, que la gente lo tome como su espacio, que lo disfrute. Muchas cosas no podemos hacer, tenemos limitaciones de espacio físico y de tiempo, pero vamos a tratar de seguir adelante.

LG.- ¿Qué les prometen a los televidentes?

M: Seguir haciendo periodismo con honestidad, equilibrio y responsabilidad, decir las cosas que hay que decir, pero con responsabilidad, sobre todo, y un poquito de humor. Vendo una imagen demasiado seria, todo el mundo piensa que soy serio, un tipo que no aguanta pulgas y no es verdad, soy peor (sonríe). Quisiera que la gente sepa que soy un poquito humano.

G: El mayor compromiso es de manejarnos siempre con criterios periodísticos y diciendo las cosas que nacen del corazón y esta vez no decepcionarlos, esperemos que no sea así (sonríe).

¿Qué están haciendo al margen de Pan y Circo?

M: Estoy en “El café de la mañana” en Fides TV los miércoles, soy catedrático de la (Universidad) Católica, tengo El Pentágono acá (Cadena “A”), mi productora de televisión y a veces voy al cine. Bastante trabajo, pero con más necesidades que oficios. Pero créanme, donde me siento más cómodo es aquí (en Pan y Circo), esto es lo mejor que hay. Sin ser lo que más reditúa económicamente, me siento muy cómodo aquí.

G: Yo tengo un programa en radio Compañera, de 10 a 12 de la mañana, de lunes a viernes, se llama “Otro aire”, y básicamente son las dos cosas (que hago), no da para más (sonríe).

¿Qué opinan sobre el fotomontaje de El Serrucho?

M: No sabes cómo quisiera tener ese cabello, sería sensacional…

G: Yo parezco el marraqueta Latini (ex jugador de fútbol).

M: Muy hábil, muy bueno (El Serrucho).

G: Son Starsky y Hutch, de la serie de la tele.

M: Y también de la película que dieron hace 3, 4 años, ¿no? , una maravilla, además el auto me queda al pelo (sonríe).