Rastros de la televisión 2.0 se muestran en programas locales

“Interacción entre emisor y receptor a través de medios digitales y tradicionales”, este breve concepto define a la televisión 2.0, un nivel al que los programas nacionales intentan aproximarse recientemente.

En vista de que una de las características esenciales de este tipo de televisión es la interacción, las producciones, no solo de televisión, se respaldan en el “Second Screen” (segunda pantalla, traducido al español).

Este término hace referencia a aquellas personas que, mientras ven la televisión, están conectadas a internet desde un dispositivo de última generación (smartphone, tablet u otro), pero no para distraerse, sino para realizar alguna actividad relacionada con lo que están viendo.

Esta situación es bien aprovechada, por ejemplo, por el reality show boliviano “Yo me llamo”, pues de manera paralela a la intervención de los participantes, los responsables del programa suben a su página oficial de Facebook las fotografías de los imitadores y adjuntan preguntas como: ¿Qué te pareció? ¿Tú a cuál de ellas le dirías “sí te llamas"?, entre otros.

Las respuestas de la audiencia, además de ser inmediatas, son numerosas, esto corrobora la teoría de la doble pantalla. Además, los comentarios generados permiten medir cualitativamente el nivel de audiencia cibernético que tiene la producción.

Una muestra de esta situación también se da en el programa “No mentiras”, de la red PAT y, ocasionalmente, en “La Primera” de la red ATB.

Otro factor que se advierte en los programas nacionales, y que es una cualidad de la televisión 2.0, es el placement (publicidad por emplazamiento).

Esta es una forma de revolucionar los espacio publicitarios, pues en vez de poner una franja de comerciales o mandar a un corte, las producciones están optando por usar los productos de sus auspiciadores y compartirlos con sus invitados en vivo y directo. Así, el mensaje llega a la audiencia de manera implícita pero con bastante eficacia.