El ataque el miércoles en París a la revista francesa Charlie Hebdo, que había publicado en su momento las caricaturas de Mahoma, fue condenado en todo el mundo como un acto de terrorismo contra la libertad de expresión. Doce personas murieron en la sede de la publicación cuando unos hombres armados perpetraron el asalto antes de darse a la fuga.
"Atacar una redacción con armas pesadas, es el tipo de violencia que vemos en Irak, Somalia o Pakistán", declaró ante la sede de la revista Christophe Deloire, secretario general de la organización internacional de defensa de la prensa Reporteros sin fronteras.
Pero, "¿podíamos esperar vivir este horror en Francia? Esta pesadilla se ha hecho realidad. Este ataque terrorista es un día negro en la historia de nuestro país", agregó Deloire, La Casa Blanca condenó el ataque "en los términos más fuertes".
"Toda la Casa Blanca se solidariza con las familias de todos los que resultaron muertos o heridos en este ataque", declaró Josh Earnest, portavoz del presidente estadounidense, Barack Obama, en la cadena MSNBC. El primer ministro británico, David Cameron, calificó de "nauseabundo" el ataque y expresó su solidaridad con Francia.
"Los asesinatos de París son nauseabundos. Estamos al lado de los franceses en la lucha contra el terrorismo y la defensa de la libertad de prensa", dijo Cameron en un mensaje en Twitter. Su homóloga alemana Angela Merkel, que está en Londres y que ofrecerá este miércoles una conferencia de prensa con Cameron, habló de un acto "abominable".
Se trata de "un ataque que nada puede justificar contra la libertad de prensa y de opinión, un fundamento de nuestra cultura libre y democrática", afirmó la canciller en un comunicado. El ministro de Cultura turco, Omer Celik, dijo a CNN-Türk que "es un atentado contra la humanidad" y pidió que no se mezcle al islam con estos actos.
"Rechazó toda identificación del islam con este ataque cobarde. No podemos defender el islam con esta masacre. El ataque tiene por objetivo reforzar la percepción negativa que pesa sobre extranjeros y musulmanes en el clima que reina en Europa, donde aumentan la islamofobia y el racismo".
El gobierno de España, a través del ministerio de Relaciones Exteriores, expresó su más "enérgica condena". "España apuesta hoy con más rotundidad que nunca por la libertad de prensa como un derecho fundamental e irrenunciable", agregó.
"España reitera su repulsa categórica ante cualquier tipo de acto terrorista". El jefe del gobierno italiano, Matteo Renzi, escribió en Twitter: "horror y consternación por la masacre de París, cercanía total con (el presidente francés François) Hollande en este momento terrible, la violencia siempre perderá ante la libertad".
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, habló de "ataque brutal e inhumano". "Estoy profundamente consternado por el ataque brutal e inhumano contra la redacción de Charlie Hebdo.
Es un acto intolerable, una barbarie que nos interpela a todos como seres humanos y como europeos", dijo Juncker en un comunicado. La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, también se dijo "horrorizada". "Mi pensamiento está con las familias de las víctimas y de los heridos. Es también un ataque contra la prensa y contra la libertad de expresión", afirmó.
"La comunidad internacional no puede dejar que los extremistas siembren el terror e impidan la libre circulación de las opiniones y las ideas", agregó Bokova. Charlie Hebdo, una revista satírica, había recibido amenazas por reproducir las polémicas caricaturas de Mahoma originalmente publicadas en Dinamarca y que provocaron una tormenta en el mundo musulmán.
La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, también condenó el ataque. "La sociedad francesa, como la nuestra, es abierta, democrática y se basa en una prensa libre y crítica. Son valores enraizados en todos nosotros que hay que proteger", explicó.
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