En Bolivia, siempre se ha confundido a los medios de comunicación del Estado con medios de comunicación del Gobierno de turno. Por esta razón, Canal 7, Radio Illimani, ahora Patria Nueva, y la Agencia Boliviana de Información (ABI) siempre han respondido a los intereses coyunturales de los partidos políticos en función de gobierno y no a los intereses del Estado.
Esta excesiva parcialización política raya en lo absurdo: las fuerzas políticas que estaban en funciones de poder utilizaban estos medios para atacar a los opositores. Y cuando los opositores llegaban al poder, atacaban por los mismos medios, a los que antes estaban en el poder.
Así era antes y sigue siendo hoy. Los medios estatales han sido y son un instrumento de comunicación política al servicio de los gobernantes. Se olvida que, por definición, un medio estatal debe responder a los intereses del Estado y el Estado somos todos, pero no todos estamos representados en estos medios.
Hace falta debatir el rol de estos medios. Ante todo deberían ser instrumentos de liberación, de educación y de diálogo entre todos los bolivianos. Por tratarse de medios públicos y no privados, deberían estar gestionados por un Directorio integrado por representantes de todos los sectores sociales, de forma democrática y plural. De esta forma evitaríamos excesos en el uso de los micrófonos por parte de algunos sectores en detrimento de los otros.
(*) Consultor en comunicación con amplia experiencia en radio y televisión. Es director de XPERTICIA, empresa de asesoramiento y capacitación en comunicación. Encuentra a Gabriel Astorga y Xperticia en Facebook.
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