Una mujer joven la abraza y rompe en llanto. Amalia trata de mantener la calma y distender la tensión con un chiste: "querida, no hay por qué llorar, si no me he muerto". Y le da un fuerte abrazo. Y luego abraza a otro y otro más. Unas 30 personas esperan su turno, dentro de la radioemisora, para expresarle su solidaridad y su cariño. Incluso Amalia, pese a que quiere demostrar fortaleza, no puede reprimir las lágrimas.
"Sin usted en la radio ya no podremos escuchar nada, ya nadie saldrá en nuestra defensa", le dice una mujer mayor, que se presentó como ama de casa. Un hombre, de terno, le ofrece sus servicios como abogado si es que ella llegara a necesitarlos en el futuro.
Así fueron los últimos minutos que pasó Amalia Pando en ERBOL.
En partes del programa se colocó como fondo partes de la canción Dame tu mano hermano, de Mercedes Sosa, que en medio de su letra dice: "Hermano, dame tu mano / vamos juntos a buscar / una cosa pequeñita / que se llama libertad".
Para concluir el programa, Pando optó por dar un giro menos solemne.
"Parafraseando a una joven filosofa y también Miss La Paz, debo decir que ERBOL está hecha para los que les gusta ERBOL. A mí por ejemplo me gusta la democracia, no me gusta la dictadura, gracias", manifestó.
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