— Hay varias revistas matinales, ¿cuál es la característica que diferencia a su programa de los demás?
— Que somos naturales y que nos identificamos tanto con lo que son las personas y hacemos todo lo que les gusta, por eso les agradamos tanto y recibimos mensajes de texto que dicen: ‘Será posible que puedan tocar este tema’. Hay una buena opinión de la gente. Eso destacaría de la revista. La comunicación que tenemos con la gente es lo mejor. Nos encanta que nos llamen. También contamos con un profesional para consultas.
— ¿Cómo definiría el formato del programa matinal del Canal Virgen de Copacabana?
— Es un programa nuevo, salimos al aire el 27 de enero con Qué mañana, éramos tres conductores, pero en junio los compañeros decidieron retirarse. Es una revista matinal donde tenemos sectores de cocina, farándula, invitados y grupos musicales, le cambiamos el nombre a Mi mañana. Está dirigido principalmente a la población alteña. La revista se ve de lunes a viernes de 09.00 a 11.00.
Tenemos una sección de coyuntura, donde buscamos que la gente se pueda identificar con nosotros. Hablamos sobre un tema y la gente puede comunicarse y dar su opinión. También trabajamos con grupos musicales de distintos países, tenemos la visita de instituciones públicas y privadas. Y enseñamos a cocinar ricas recetas.
— ¿Cuénteme de sus primeros pasos en la pantalla chica?
— Participé de un casting donde hubo más de 160 personas para ser presentadores de revista y de noticias, gané yo. Tengo una anécdota muy particular. Da la casualidad de que yo dejé antes mis papeles en este canal. Un sábado me fui a la empresa para hablar con los directores y me dijeron que ellos estaban con mucho trabajo y que era difícil que puedan recibirme. Entonces se me bajaron las ánimos y dije tendré que apuntar a otra cosa. En eso, vi una fila larga de gente y pregunté para qué era y me dijeron ‘para entrevistar a conductores’, me quedé en la fila. Fue una competencia dura porque había damas y caballeros bien vestidos, muy elegantes y gente de otros medios de comunicación. Ese día conocí a César Chipana, productor en ese entonces, y él me explicó una serie de cosas. Quedaron 60 personas, luego 25, después 15 y de ese número se quedaron tres, entre ellas yo. Fue darle mucho empeño a este proyecto. Mucha gente quería el puesto.
— ¿Qué cree que influyó para ser elegida una de las conductoras?
— Estaban buscando a una persona carismática y jovial, creo que reflejé eso. Estoy contenta de poder trabajar en este medio y dar lo mejor.
— ¿Qué experiencias le ha regalado su trabajo?
— Muchas, he aprendido sobre el trabajo en equipo y he adquirido más soltura en la Tv. Entre las experiencias buenas he sido maestra de ceremonias de diferentes eventos en la Alcaldía de El Alto. Una experiencia negativa fue que cuando estaba en plena entrevista en vivo una de las luminarias se cayó. En ningún momento me detuve y seguí conduciendo, aunque me afectó el rostro y sentía que mi mejilla sangraba. Me asusté, pero aun así debía seguir porque las cámaras estaban enfocándome en vivo. Disimulé y dije: ‘Vamos a un corte’. Otra de las cosas valiosas de este trabajo es conocer a personalidades.
— ¿Cuáles son sus planes para su futuro profesional?
— Me gustaría producir mi propio programa, donde pueda aportar, aconsejar y orientar a la juventud. También estoy haciendo un posgrado en lingüística en la Universidad Mayor de San Andrés y estudié en el Centro Boliviano Americano.
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