Trabajo. Este año cumplirá 66 años de incesante actividad periodística como radialista y comunicador social en Cochabamba y Argentina.
Cada domingo, no importa el clima o los compromisos sociales, Jorge Hermógenes Salazar Terán, de 81 años de vida, ingresa a las cabinas de Radio Urkupiña AM 1560 -ubicada en la acera oeste de la plaza Bolívar de Quillacollo- para ultimar los detalles de su programa radial, “A mi manera”, que se emite a partir de 9:00 a 12:00.
La cabellera blanca, las líneas de expresión del rostro y su caminar más pausado, reflejan el paso del tiempo en la vida de Jorge Salazar, un tiempo que -sin embargo-, no logró cambiar el peculiar timbre de voz de este periodista que trabaja hace más de 35 años en esta radioemisora.
Apenas se sienta delante del micrófono, su experiencia radialista sale a relucir; con gran soltura y buen humor comienza el programa con su acostumbrado saludo dominguero: “Bueeeenos días Cochabaaaamba. A esta hora comienza... “A mi manera””.
Durante tres horas consecutivas, dirige esta variada revista musical; las melodías y letras de tangos, boleros, zambas y otras canciones, se escuchan en los hogares de sus fieles oyentes, que esperan cada semana para recordar y disfrutar de la música del recuerdo.
Al margen de este programa dominical, este amante de la radio, participa todos los días por la mañana en la Revista Matinal, contribuyendo con su elocuente entonación en la lectura de noticias y comentarios acerca de los temas que afectan a la sociedad.
La vida de este conocido radialista está marcada por varios acontecimientos, actividades, sacrificios, renuncias y apegos. Toda una trayectoria profesional que se desgranan en estas líneas.
Nace un radialista
Jorge Salazar nació en Cochabamba en 1935. Con orgullo menciona que es hijo de doña Trinidad Terán y del reconocido educador Hermógenes Salazar, quienes tuvieron otros cuatro hijos: Hortensia, Jesús, Luis, Juan y Graciela; compañeros en las buenas y en las malas de “Don Jorgito”, como lo llaman cariñosamente sus amigos.
A la corta edad de 15 años, y gracias a su carácter espontáneo y desinhibido, fue invitado a trabajar en la Radio Rural, bajo la atenta mirada de su amigo y vecino, el periodista José Maldonado Martínez.
Aunque aún estaba lejos de ingresar a la cabina radial, comenzó a educar la entonación de su voz. Después de un tiempo, comenzó a trabajar como locutor en un programa juvenil.
En esa época, la radio ocupaba mucho de su tiempo libre. En 1952, Salazar culminó sus estudios de bachillerato en el Colegio Nacional Bolívar.
“Ese fue un momento especial, ya no era un chiquillo y tenía que tomar decisiones importantes; por eso, viajé a Oruro para matricularme en la carrera de ingeniería de esa ciudad”, recuerda Salazar. Pero, el destino lo volvería a traer hacia los micrófonos, con la invitación de la Radio Universidad, en 1953 para trabajar como locutor.
Por razones familiares, en 1954, tuvo que hacer sus maletas y retornar a Cochabamba. Una vez instalado, decidió estudiar Agronomía en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). Al mismo tiempo, volvió a su gran pasión... ingresó a trabajar a “Radio Cultura”.
“Cuando estaba en media carrera abandoné la universidad. Una decisión que no fue aprobada por mis padres; pero sentía que tenía que hacerlo”, afirma Salazar. Continuó su trabajo radial, logrando ganar renombre y prestigio en el medio.
“Creamos el primer órgano periodístico radial, llamado “La Voz del Pueblo”, recuer- da Jorge Salazar. Compartió micrófono con grandes personalidades de la locución radial como Raúl Cardona, Henry Mendo- za, Hugo Modí, José Oropeza de los Llanos, Raúl Guzmán y otros más.
Paralelamente a los cambios de Gobier- no y la tensión en contra de los medios de comunicación, su vida tomaría un giro repentino cuando en 1958 conoció a Teresa Marina Balderrama Guerrero.
TIEMPOS DE AMOR
“Era maestro de ceremonias en la fiesta de carnavales del Club Social; esa noche conocí a la que aún ahora tengo la dicha de tener como esposa”, declara Jorge.
Se casaron el 8 de junio de 1958, al poco tiempo, la familia comenzó a crecer con la llegada de Luis Fernando y Christian Orietta.
En 1961, la familia Salazar Balderrama tuvo que dejar Bolivia, debido al estado de salud de su suegro y también la inestabilidad política y persecución a los trabajadores en prensa.
“Nos fuimos a vivir a Buenos Aires, Argentina; allá se desarrollaría otra parte de mi historia”, afirma el radialista.
Las dos últimas hijas de Jorge Salazar, Carmen Patricia y Natalia Fernanda, nacieron en el vecino país. Aún lejos de su tierra natal, la radiodifusión seguía siendo parte de su vida, comenzó a trabajar en la radio argentina “Nacional”, con su programa de difusión cultural “Así es Bolivia”.
Posteriormente, pasó a las radios, también argentinas, “Splendid” y “El Mundo”, donde pudo realizar la primera transmisión internacional del cambio de mando de René Barrientos Ortuño, el 5 de noviembre de 1964.
Salazar también fue gestor del programa cultural “Encuentro Americano: Argentina - Bolivia”, donde participaban delegaciones de estudiantes de ambos países y, además, era retransmitido por las radios Illimani de La Paz, Nación de Cochabamba y Amboró de Santa Cruz.
Paralelamente a la producción radial, este profesional de la comunicación tuvo la posibilidad de seguir superándose y estudió en la Escuela de Comunicación Radiofónica en 1964 y 1965 en Argentina.
En octubre de 1967, el mundo recibía la noticia del apresamiento y posterior asesinato de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia; Jorge Salazar fue invitado como periodista de la radio “El Mundo” de Argentina para cubri la noticia en Vallegrande.
RETORNO A BOLIVIA
Durante el tiempo que retornó al país para cubrir la muerte de Guevara, Jorge Salazar tiene encuentro casual que le cambiaría la vida. El entonces presidente René Barrientos lo invitó a ocupar el cargo de Agregado Cultural de Bolivia en Buenos Aires; nombramiento en el que supo llevar el nombre de su país en alto.
Al finalizar la década de los 70, la familia Salazar Balderrama retornó a su tierra natal. En 1980, Jorge Salazar comenzó a diseñar un proyecto nuevo radiofónico.
Nace radio urkupiña
A sus 46 años, Jorge Salazar estaba convencido de que era momento de tener su propia radio. Es así que en 1981 saldría al aire Radio Urkupiña.
“Tenía mucha fe en la virgencita y en honor a ella salimos al aire los primeros días de agosto. Nos convertimos en la primera radio que transmitía los tres días de fiesta; aunque actualmente cubrimos cuatro, ya que se aumentó uno, la entrada de bailes autóctonos”, explica.
Gracias a la trayectoria de la radio, actualmente forma parte del Comité Organizador de la Fiesta de la Virgen de Urkupiña.
Cargos públicos
Debido al trabajo positivo que desempe- ñó como Agregado Cultural en Argentina, la Prefectura lo nombró director del Departamento de Turismo.
“Tengo la satisfacción de decir que durante mi gestión se publicó el primer afiche de la Virgen de Urkupiña y, a partir de entonces, se publica uno nuevo como parte de las festividades”, señala el comunicador.
En 1986 recibió otra oferta laboral de los ejecutivos de la Cooperativa de Telecomunicaciones Cochabamba (Comteco), que en ese momento atravesaba uno de los periodos más negativos de su historia, puesto que se encontraba en quiebra.
Fue elegido presidente adhonorem del Consejo de Administración de Comteco, durante dos años consecutivos.
“Trabajamos día y noche, nos costó reestructurar y salvar la cooperativa; pero lo logramos y dejamos más de un millón de dólares en las arcas de la empresa”, añadió.
Al margen de su actividad radial y empresarial, en 1989 fue invitado por el partido político Unidad Cívica Solidaridad (UCS) del fallecido Max Fernández, para candidatear por la Alcaldía de Quillacollo. Ganó las elecciones y fue Alcalde democráticamente por una gestión, hasta que su salud se viera afectada. Durante su gestión, logró la ampliación de la avenida Blanco Galindo a dos carriles a lo largo de 13 kilómetros de ida y de retorno.
Después de su retiro, Jorge Salazar se fue alejando de los cargos públicos; retomando su actividad radial, la que siempre marcó su vida y su camino.
Actualmente, todos los días visita su radio para participar de la Revista Matinal con comentarios y lectura de noticias; además, este amante del fútbol sigue emitiendo sus comentarios deportivos en el programa de Renán López Echavarría.
“La radio es el alimento de mi vida y quiero seguir por muchos años más”, finaliza este destacado comunicador social.
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