"El periodismo de investigación es a la vez un desafío frente al poder y un riesgo para quienes lo ejercen (...) La ruta del dragón chino nos permite despejar las cortinas de humo y ver lo que se esconde detrás”, señaló el periodista y escritor Alfonso Gumucio Dagron.
Gumucio fue uno de los comentaristas en la presentación del libro La ruta del dragón chino: el caso CAMC del equipo de investigación de Página Siete, conformado por Carla Hannover, Manuel Filomeno y Pablo Peralta. En el acto realizado el sábado por la noche en la sala Emma Villazón de la FIL 2016 participaron -además de los autores- el experto en hidrocarburos, Hugo del Granado, y el director de Página Siete, Juan Carlos Salazar.
"Página Siete emprendió en marzo de 2016 un trabajo de investigación para conocer en detalle cada uno de los siete contratos que el Estado boliviano ha suscrito con la empresa china CAMC”, explicó Salazar. La investigación se tradujo en la publicación de cinco dossiers, que ahora han sido publicados en formato libro.
Durante cinco meses, explicó Salazar, Página Siete analizó siete contratos que CAMC suscribió con YPFB (2009), con la empresa azucarera Sanbuenaventura (2012), con el Ministerio de Obras Públicas (2013), con la empresa pública Misicuni (2014) y con la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (2015).
En cada caso, el equipo de Página Siete acudió a documentos oficiales, visitó cada una de las obras y entrevistó a los responsables de cada entidad pública. Además solicitó la opinión de expertos. Muchos funcionarios se negaron a absolver las dudas y responder a las preguntas de los periodistas, señaló Salazar.
Luego de revisar los contratos, los investigadores encontraron una serie de irregularidades, tanto en las adjudicaciones como en la ejecución de los proyectos, detallados en las conclusiones del libro. "Al final del trabajo, el lector encontrará las conclusiones de la investigación que muestran la existencia de aspectos que todavía deberán ser investigados y esclarecidos”, afirmó Salazar.
Carla Hannover, en representación del equipo de investigación, explicó que el principal desafío consistió en dar un equilibrio a las notas, sobre todo, en un momento en el que se maneja un discurso polarizado, como el actual. Asimismo, se refirió a la dificultad de obtener las contrapartes.
"Lamentablemente en la mayoría de los casos, los responsables optaron por no hablar del tema”, indicó. "(Pero) es importante resaltar que en el caso de los contratos firmados con la empresa Misicuni y con la empresa azucarera Sanbuenaventura se accedió a las respectivas contrapartes, algo que agradecemos”, aclaró.
Gumucio señaló que es difícil hacer periodismo de investigación cuando un gobierno no es transparente. Pero también afirmó que ésto lo hace más desafiante. "(El periodista) puede seguir pistas casi secretas y revelar lo que unos quieren ocultar y otros quieren conocer -dijo- Hacer periodismo de investigación en Bolivia es como rastrear las huellas de un ave en el cielo; no es nada fácil”.
En el país, aún es más difícil porque los periodistas no están formados en esa línea. "Tengo ganas de decir que no están formados ‘a secas’”, señaló Gumucio, al explicar que incluso muchos profesionales carecen de cultura general. Otra dificultad estriba en que los medios de comunicación no cuentan con recursos para apoyar investigaciones de larga duración.
Por todo lo referido, ponderó la labor del equipo de investigación de Página Siete. "Éste es un gran logro en un país en el que el periodismo se ha convertido en una mera reproducción de boletines oficiales y copiado de noticias de internet, muchas veces sin siquiera citar la fuente”.
"El análisis realizado por los periodistas Carla Hannover, Manuel Filomeno y Pablo Peralta nos permite despejar las cortinas de humo y ver lo que se esconde detrás. Es importante que se haya reunido en un solo libro las cinco separatas - señaló- Ahora tenemos un documento consolidado que nos ofrece la foto completa”.
Asimismo, del Granado se refirió al valor histórico del libro. "Los artículos que uno escribe, incluso los dossiers son muy volátiles. El hecho de hacer que esto sea plasmado y concretado en un libro es para quedar en la historia”, señaló.
Para este experto, el libro sirve además para agrupar factores comunes en los contratos analizados: la falta de documentación, las modificaciones de los contratos, los atrasos y los incumplimientos.
"Lo que nos deja el libro es una tarea, porque los proyectos no están terminados (...) Todavía hay mucha tela para cortar, mucho trabajo por investigar. Ojalá se pueda hacer un seguimiento de todos estos proyectos”, concluyó del Granado.
La representante del equipo admitió que ésto es posible. "Me animo a decir que La ruta del dragón chino es una muestra de que la investigación periodística es posible en Bolivia”, señaló. Ello, claro, con el impulso de las direcciones de los medios de comunicación "como parte de un compromiso en la búsqueda de la transparencia”.
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