Los apelativos llegan de forma estruendosa. Referirse a Carlos Dalence Loayza, el periodista orureño de la sonrisa franca que falleció ayer a los 91 años, invita a armar un frondoso abanico de calificativos que pueden ir desde “cazatalentos”, pasar por “maestro de maestros” hasta anclarse en el “padre o mentor de gigantes”.
El hombre que brilló en la década del 60 resulta ser aquel que abrazó a personajes del universo periodístico deportivo como Óscar Galdo, Alfonso Toto Arévalo y Mauricio Patato Méndez (+) cuando comenzaban a forjar su carrera. Fue en Radio Centro, génesis de la historia.
Se marchó el legendario ser humano, tras una complicación que sufrió en la clínica Aranjuez de Cochabamba, y llegó el mito de un visionario.
Su yerno Gastón Gutiérrez, que se desempeña como periodista radial, comunicó la noticia de su muerte a la 1:16 de la mañana. Tras el anuncio, las expresiones de desazón hacia el fanático de San José, que también fue el impulsor de la frase “coche a la vista”, durante los grandes premios del automovilismo.
Galdo, conductor de Ovación, por la frecuencia 100.3, hizo sus primeras armas en Radio Centro. Toto Arévalo era quien colaboraba al orureño durante las transmisiones. Méndez compartió momentos con él.
Dalence ha sido uno de los trabajadores de la prensa con la cartilla más frondosa de reconocimientos.
Según la reseña histórica que publicó la fan page de RTC Pregón Deportivo en el Facebook, medio que fundó Dalence, fue condecorado durante los mandatos de Víctor Paz Estensoro y Hugo Banzer Suárez. En 1997, fue distinguido “Ciudadano Meritorio” por la Alcaldía de Cercado.
En 2010, se hizo con la medalla de “Mérito Ciudadano”. Dos años después, la organización federativa del automovilismo resolvió “bautizar” el Campeonato Nacional de esa temporada con el nombre del orureño, que se brindó entero a la cobertura del deporte tuerca.
Fue el menor de seis hermanos. Vivió parte de su niñez en un hospicio de La Paz porque su madre había fallecido cuando él apenas tenía dos años.
En 1945 realizó el servicio militar. Una década más tarde arribó a Cochabamba, donde dirigió la sección deportiva del periódico El Mundo y la de Extra. También pasó por Clarín, de Argentina, de acuerdo con lo difundido por Pregón Deportivo.
LLORAN AL MAESTRO Galdo se permitió realizar una editorial tras conocer sobre el deceso del Viejo, como reconoció que lo llamaba. Se quebró anímicamente, en medio del relato. “Por los hijos varones que no tuvo, eso sí, los nuevos que hoy siguen los pasos del abuelo, al que extrañarán en lo más profundo de su ser”.
También el periodista Edwin Yevara, de Kancha Parlaspa, se mostró conmovido. “A todo lo malo le hallaba la broma. Así era Carlos. Dios lo tenga en su santa gloria”.
El joven trabajador Andrés Pacheco describió una anécdota: un día, estaba en el Félix Capriles, donde tuvo la chance de conocer a Dalence. Éste le aconsejó que siempre fuera humilde y dijera la verdad.
Los restos del extinto son despedidos desde ayer en el velatorio La Concordia (Calancha esquina Martín de la Rocha). A las 15:00, se concretará la misa.
1 compra trascendental
En 1989, Carlos Dalence se hizo con los derechos de Radio Tunari Cochabamba (RTC). Lo primero que concretó fue modificar el formato y la “cara” de la radio.
La volvió un espacio para el deporte.
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