“Aunque tuvimos experiencias anteriores (en la radio), ésta es la más seria y profunda. La dirección de Compañera nos llamó para hacernos cargo del horario y con algunas dudas aceptamos, además teniendo en cuenta que esta emisora actualmente se encuentra entre las primeras en la preferencia en el área metropolitana de La Paz. Si bien sabemos que nos falta mucho, creemos que el programa poco a poco se está metiendo en el gusto del oyente, pues es este el principal protagonista, así que estamos muy conformes en radio Compañera 106.3 FM”, destacó el comunicador.
Defensa del Consumidor nació como parte de la productora Tocando Fondo, a la cabeza del periodista Ernesto Fernández Inza, como respuesta a la situación de orfandad del ciudadano boliviano consumidor de servicios y productos, “que en esos tiempos era maltratado y engañado sin tener espacio a dónde recurrir, a dónde reclamar”. “Podemos decir que el formato de reportaje periodístico de confrontación directa y puesta en evidencia del comerciante, institución o empresa infractora causó impacto en el espectador televisivo”, recordó Juan Carlos Ramírez (JC).
LG: ¿QUÉ PROBLEMAS CONFRONTÓ EL PROGRAMA EN SUS INICIOS Y POSTERIOR DESARROLLO?
JCR: Además de tocar una temática tan delicada y nueva para entonces, como la del consumidor, y no recibir apoyo de alguna institución, el programa nació bajo el signo de la censura. El primer canal donde estuvimos, canal 21 Red SITEL, nos echó por haber tocado un tema que atañía al extinto Banco Boliviano Americano (BBA) con la explicación de que el programa no iba con la línea del medio. Pero no fue la única vez, puesto que años más tarde, cuando retornábamos a un canal supuestamente “popular”, por atender una denuncia contra la también fenecida línea aérea Aerosur, que hizo “extraviar” una cámara de video que costaba entonces 5.000 $us, enviada de La Paz a la ciudad de Santa Cruz, la empresa no tuvo mejor idea que entregarla a un desconocido, sin verificar el destinatario. El programa acudió como no podía ser otra manera a la empresa aérea, pero no quisieron dar explicación, aunque la Superintendencia de Transportes y comunicaciones señaló que la denuncia tenía fundamento, por lo que nosotros emitimos el respectivo reportaje, pero a la media hora se nos comunicó de mala manera que estábamos fuera del canal, pese a que teníamos un contrato vigente. En ambas experiencias duramos cinco días, pero lo anecdótico es que las dos empresas fueron cerradas al poco tiempo por fraude. Solo dos botones de muestra.
LG: ¿CÓMO FUE LA EXPERIENCIA CON LA GENTE?
JCR: Muy buena, incluso con los infractores (risas). Por ejemplo, pusimos en evidencia la venta de pollo en mal estado en un mercado local, las autoridades decomisaron el pollo y sancionaron al lugar de venta. Ante las protestas vehementes de la vendedora, a las dos semanas la comerciante se hizo presente en nuestras oficinas, quedamos helados, pues era una carnicera, pero el caso era que venía para reclamar un cobro excesivo de la empresa, de triste recuerdo, Aguas del Illimani, por consumo del líquido vital. En otra ocasión, mientras consumía en un céntrico restaurante, alguien hizo llegar a mi mesa, cuatro cervezas, era el dueño, que me explicó que gracias al programa había puesto en orden sus papeles, yo había olvidado que años atrás habíamos realizado una inspección del lugar conjuntamente la Alcaldía.
LG: ¿HABRÁ CAMBIADO LA SITUACIÓN EN EL TEMA?
JCR: Sí, en esos tiempos no había una Ley específica del Consumidor, ni Viceministerio del ramo, y las Superintendencias, cuyo papel era proteger al ciudadano frente a los abusos de las empresas, actuaban justamente al contrario. Las alcaldías solo se ocupaban de ordenar los mercados y cobrar los “sentajes”. La cultura del reclamo no existía, éramos como el Llanero Solitario. Aunque hoy el Viceministerio del Consumidor solo es una instancia de diálogo y concertación, no tiene carácter coercitivo y las Autoridades de Fiscalización no difieren mucho de sus antecesoras, falta una institución que haga respetar los derechos y obligue al resarcimiento por los daños y perjuicios.
LG: ¿QUÉ TE DEJÓ HASTA EL MOMENTO HACER EL PROGRAMA?
JCR: Económica y materialmente casi nada, pero sí la satisfacción de haber ayudado a mucha gente y haber contribuido a la construcción de la Ley de Defensa del Consumidor con nuestra propuesta al respecto a la Asamblea Constituyente, que fue tomada en cuenta, aunque no en su totalidad. También ayudamos al establecimiento del Viceministerio del sector y creamos conciencia en la población en general. Me animo a decir que nos dejó una credibilidad a toda prueba.
APASIONADO POR…
Juan Carlos R. Ramírez Ríos nació el 21 de diciembre en Oruro. Estudió comunicación en la UMSA y Derecho en la UTO, carrera que promete terminar en el futuro.
Fue conductor y periodista del microprograma Defensa del Consumidor, emitido en Televisión Boliviana (BTV) y Radio Televisión Popular (RTP), desde el 2000 hasta el año 2015.
Ramírez Ríos confiesa ser un apasionado por su ciudad natal, la lectura y la buena comida. También es fanático del club San José y del Carnaval de Oruro, donde baila tinku hace 30 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario