Makki, como la denominan su madre y sus colegas, es una conocida periodista que se caracteriza por su carisma y contundencia. Y así lo demuestra en los micrófonos del programa “Acido y Sulfúrico” que conduce junto a Julio Peñaloza Bretel, en el horario de 16:30 a 18:00 por Radio Éxito, en los que se abordan temas del acontecer político.
“Fue un reto el formar una dupla con Julio Peñaloza, conocido en el ámbito comunicacional por la contundencia en sus criterios. Me gustó la idea de compartir este espacio político tan importante, en el que tocamos esta temática al igual que la agenda informativa, sin temor a expresar nuestras opiniones”, asegura la periodista.
Makki recuerda cómo empezó esta labor que tanto la apasiona, la búsqueda de la noticia a través de entrevistados, la constancia que se requiere para entregar a los lectores u oyentes un trabajo serio, veraz, responsable, oportuno y de interés público.
“Cuando comencé a hacer periodismo, fui a buscar la noticia en todos sus ámbitos para transmitirla con veracidad, de manera honesta, clara y sencilla. Pero, hoy en día es más complicado hacerlo, debido a la excesiva cantidad de información que recibe el público mediante las redes sociales, que muchas veces es falsa”, expresa Makki.
La periodista asegura que ahora no basta con tener una noticia y darla por cierta, sino que se debe comprobar su veracidad, haciendo un periodismo de investigación serio y formal, porque de lo contrario se puede caer en lo que se conoce como el “fake news” (noticias falsas), que antes era poco frecuente.
“Hoy el periodista debe investigar la procedencia de cualquier noticia y, sobre todo, dudar de la certeza de una historia hasta no haberla corroborado, incluso el mismo entrevistado puede brindar datos equivocados con alguna intencionalidad, por tal motivo, es importante convertirse en un vigilante constante de la verdad”, dice Makki.
SER MUJER Y PERIODISTA
Pese a que los tiempos han cambiado, existe aún un predominio del hombre en esta profesión, en varios ámbitos: jefaturas de prensa, redacción, locución, producción, entre muchos otros. Existe una desigualdad social, laboral y salarial, pues algunas personas llegan a cargos jerárquicos por antigüedad y no así por su capacidad.
“En algunos casos, existe la creencia errada de que una periodista no puede interpelar, que no es capaz de marcar agenda o de tomar decisiones editoriales importantes en temas políticos o judiciales que, por lo general, se las dejan a los hombres. Ni qué decir del acoso sexual al que muchas de ellas son expuestas a diario”, apunta Makki.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
Makki entiende la responsabilidad social individual como el aporte que realiza desde el lugar que se encuentra en este momento, del bien que puede hacer a los demás más allá de solucionar un problema temporal, sino que se involucra hasta lograr que esas personas salgan del estado en el que se encuentren.
“La responsabilidad social individual la ejerzo a partir del voluntariado en instituciones que apoyan a sectores vulnerables, como los niños y los ancianos que, por lo general, son olvidados por el Estado. Va más allá del hecho de regalar lo que nos sobra, sino que se aborda el problema desde el punto de vista social, laboral y familiar, para solucionar el problema de manera definitiva”, afirma la periodista.
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