Hace 20 años, mientras cruzaba el Río Grande en el tren en el que a diario vendía pollo a la broaster a los viajeros, Ritchard Viruez miraba sus chinelas sucias y soñaba con algún día poder comprarse unos zapatos. Años después, ya convertido en adolescente, deseaba con todas sus fuerzas ganar el reality Operación Fama y llevar a su familia a vivir a una casa mejor con el premio. Otro de sus anhelos, ya de joven, era ser famoso en el extranjero.
Ritchard cumplió cada uno de sus sueños con una fórmula muy sencilla: los mezcló con ganas de superación y los combinó con trabajo muy duro.
Hoy, a sus 28 años, radicado en Ecuador, donde trabaja como bailarín profesional, coreógrafo y docente de expresión corporal y desenvolvimiento escénico en Borkis Entertainment, cree que a los artistas bolivianos les falta confianza para salir al extranjero, pero también considera que falta apoyo del público y de los empresarios bolivianos.
¿Cómo fue la experiencia de participar en el primer reality del país?
Los que nos presentamos al castin pensábamos que íbamos a ser bailarines del team de Identidad X. Recién cuando eligieron a todos los participantes nos explicaron de qué se trataba. Fue una gran experiencia.
El resultado de la primera temporada fue muy criticado, muchas personas pensaban que vos merecías ganar...
Si, yo quedé en segundo lugar, luego de Herland Valdivia y de Neils Quinteros, de La Paz. Luego de la elección nos enteramos de que el resultado no fue limpio y me decepcioné mucho.
¿Qué es lo que más te pesó de esa derrota?
Los ganadores tuvieron la oportunidad de viajar a Chile a pasar clases con Hugo Urrutia, el coreógrafo de Viña del Mar. Ellos asistieron al curso, pero al regresar dejaron su carrera ahí. Yo no hubiera desaprovechado esa oportunidad... Quizás ahora seguiría en Chile o en otro lugar.
En Operación Fama La Revancha te coronaste ganador, ¿cómo te ayudó profesionalmente?
Cuando empecé el concurso solo me gustaba el canto, el reality me abrió camino en la actuación y en el baile, y gracias a eso ahora soy coreógrafo profesional en Ecuador y en Bolivia. También es cierto que si bien me abrió muchas puertas, yo busqué otras.
¿Creés que se debería explotar más este género televisivo?
Sí, deberían haber muchos más realities en Bolivia. En Ecuador hacen uno tras otro y cuando acaban, los ganadores se vuelven famosos, los ves trabajando como presentadores en excelentes canales como Ecuavisa o Teleamazonas. Los realities brindan oportunidades que de otra manera algunas personas no tendrían. Sin embargo, creo que aquí estas producciones piensan más en el lucro y se aprovechan de la gente que tiene un sueño.
Mañana se estrenará la tercera temporada de Yo me llamo en el país, ¿qué escuchaste de él?
Supe que a los ganadores los invitan a esto y a aquello, pero no se trata solo de eso, deberían darles un contrato fijo, ayudarlos a que graben discos o temas inéditos para los programas del canal. Veremos qué pasa con ellos.
¿Cómo llegaste a Ecuador?
Me invitaron a formar parte del grupo Quality, junto a chicos de Costa Rica, EEUU, y otro de Brasil, David, un exintegrante de Axe Brasil. Cantábamos soca y cuando estábamos realizando nuestra gira promocional tuvimos un problema con el mánayer en Ecuador y luego uno de los miembros se alejó, entonces se desintegró el grupo y yo me quise quedar a probar suerte en la TV.
¿Fue duro ser un inmigrante?
Claro que sí porque empezás desde cero. El choque más fuerte fue cuando ingresé a una compañía de danza donde todos los estudiantes eran profesionales, allá es como en las películas, que si no le caés bien a alguien, te hace la vida imposible y trata de opacarte; yo me defendía diciendo que aunque no hubiera estudiado estaba parado en el mismo escenario y ganaba lo mismo que ellos y eso quería decir que lo hacía bien. Eso aumentó mis ganas de mejorar y ser competitivo.
¿Cumpliste el sueño de ser famoso?
Ya me conocen en Ecuador, tengo una compañía de arte con la que manejo cantantes, bailarines y modelos, son nueve hijos con los que nos presentamos en la apertura de conciertos y otros eventos.
¿Tenés sueños pendientes?
Claro que sí, nunca hay que parar de soñar. Por fin sacaré mi residencia en Ecuador y me pondré a estudiar. Luego me iré a Miami a sufrir más para lograr cosas más grandes.
¿Regresarás a Bolivia?
Claro que sí. En septiembre quiero traer un gran show junto a mis bailarines y cantantes y presentar un tributo a grandes artistas como Cristina Aguilera, Britney Spears y otros.
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