En la madrugada de este jueves, falleció el periodista Rubén Vargas, quien dirigía el suplemento "Tendencias" de La Razón. Vargas nació en 1959. En su vida, tuvo una fecunda actividad dentro del periodismo cultural del país. Fue uno de los puntales de los diarios Presencia, La Prensa, La Razón y el semanario Pulso. Fue docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) desde 1987 y contribuyó al debate sobre la literatura en Bolivia de forma notable.
Fue colaborador de la revista "Vuelta" de México (1990-1992). Publicó dos libros de poesía, "Señal del cuerpo" en 1986 y "La torre abolida" en 2003.
LUTO En la jornada de ayer, literatos, artistas, periodistas y amigos le rindieron homenaje. Bolivia lo despide con cariño y así lo recuerdan muchos.
María José Ferrel. Debo decir que conocí a Rubén Vargas hace muy poco tiempo, en la redacción de La Razón, pero eso no le quita peso a la fuerte influencia que ejerció en mí. Con su hablar pausado, su peculiar sentido del humor tan inteligente y siempre predispuesto a ayudar, me empezó a conquistar porque era fanático de Leonard Cohen y Tom Waits. Generosidad, esa es la palabra que mejor describe mi experiencia con Rubén. Tampoco olvidaré cuando se le llenaron los ojos de lágrimas cuando -con la intención de sorprenderlo- le regalé el disco de música en quechua con la voz de José María Arguedas.
Sebastián Antezana, escritor boliviano que se encuentra haciendo su doctorado en Estados Unidos lo recuerda con cariño:
"Conocí a Rubén el año 2003, cuando fue mi profesor de un taller de escritura creativa en la Carrera de Literatura. Recuerdo esa clase con un cariño especial no solo por su contenido sino por el profesor de gran calidad y calidez que fue Rubén. Fue, es, un poeta claro y sensible que debió haber dado más; un columnista político agudo y de gran humor, incomprensiblemente dejado de lado por el mismo medio en el que trabajó; un profesor que hizo de generaciones de alumnos mejores lectores; un periodista que conoció perfectamente la importancia no solo de la difusión sino, sobre todo, de la reflexión sobre cultura; un amigo que se extrañará siempre. Solo queda agradecerle por su tiempo y su trabajo. Gracias, muchas gracias, querido Rubén".
Antonio Vera (escritor y profesor). "Fui su alumno y era tremendo profe. Muy capo para leer y hacer leer poesía. Mucha gente confirmó su vocación con su taller de creativa. Dio durante años ese taller.
Sin duda alguna, Bolivia le debe mucho a Rubén, así se dejó leer en la virtualidad cuando varios artistas, literatos, periodistas y gestores culturales escribieron palabras de cariño para él, que aquí reproducimos.
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